Pau Riba, despu¨¦s de anunciar que padece un c¨¢ncer de p¨¢ncreas: ¡°No pienso en la muerte como una posibilidad real¡±
El cantautor de la contracultura intenta aparcar su enfermedad, anunciada hace unos d¨ªas, y contin¨²a con sus proyectos art¨ªsticos
Hace poco m¨¢s de una semana Pau Riba comunic¨® que padec¨ªa un c¨¢ncer de p¨¢ncreas inoperable. Durante meses se hab¨ªa quejado de dolores que su doctora de cabecera atribuy¨® a cuestiones psicosom¨¢ticas que pod¨ªan avanzar una demencia. Los t¨®picos siempre le han perseguido. Ahora, el autor de Dioptr¨ªa, disco m¨ªtico el rock nacional y figura clave del underground en nuestro pa¨ªs, combina un tratamiento convencional con otros alternativos, y en su casa de Tiana (Barcelona), una mas¨ªa centenaria tan despeinada como ¨¦l, contin¨²a sus d¨ªas desarrollando proyectos y cultivando su arma secreta: el optimismo. ¡°Ten¨ªa 10 conciertos navide?os y haremos solo cuatro, pero estoy con ¨¢nimos para actuar. Ayer mismo hice una prueba en Vic para ver si aguanto el escenario, y no hizo falta ni silla de ruedas. Dentro de la debilidad coyuntural y pasajera que padezco me siento bien. Esto pasar¨¢, s¨ª¡±, asegura pegado a la lumbre que calienta la cocina y que atiza soplando por un tubo de cobre.
Cabello desgre?ado y blanco, rostro cultivado por las arrugas de 73 a?os, jersey con muchas horas de servicio cay¨¦ndole holgado sobre un cuerpo a todas luces debilitado, piernas cruzadas sobre la bancada en la que se sienta junto a la chimenea y un hablar pausado y quedo. No reh¨²ye pregunta alguna, solo el lenguaje b¨¦lico asociado a su enfermedad ¡°eso de vencer y luchar es una bronca, rid¨ªculo. Lo que he de hacer es medicarme y sanar, no ser fuerte por la cara¡±, reflexiona antes de afirmar ¡°realmente no pienso en la muerte, es algo que nunca me ha obsesionado. Ni cuando hace unos a?os tuve un ¡®cangrejo¡¯ en el colon ni hoy tampoco. Es m¨¢s, no creo que mi muerte sea ahora una posibilidad real, no pienso que est¨¦ al caer.¡±
Y entonces, ?por qu¨¦ dar conocimiento de su estado? ¡°Pues una deferencia para amigos y seguidores, as¨ª todo el mundo sabe lo que hay¡±. ?Y qu¨¦ es lo que hay? ¡°Pues que estoy malo, pero me encuentro bien dentro de lo que cabe¡±, responde con una sonrisa de pillo que antecede a la evocaci¨®n. ¡°Soy el mismo Pau Riba de siempre, soy igual de optimista. Creo que me ir¨¦ de este mundo optimista. Es una herencia directa de mi madre, que era el optimismo personificado. El optimismo me ha ayudado a vivir, como a ella a afrontar su viudedad¡±, apunta sin que pueda disimular una admiraci¨®n y cari?o que ha convertido en canciones y en un libro sobre ella, Sa meu mare.
Mientras pasa el tiempo, Pau sigue neg¨¢ndose a hacer planes que no sean inmediatos: ¡°Nunca he pensado a corto o largo plazo, no me he marcado plazos para hacer las cosas, simplemente las ha hecho¡±. Ahora est¨¢ con los conciertos navide?os de Jis¨¤s de Natzerit, un espect¨¢culo que mezcla La Guerra de las Galaxias con el nacimiento de Jes¨²s y que desde hace 17 a?os gira por Catalu?a en estas fechas. Tambi¨¦n prepara un disco con la Orquesta Fireluche, ¡ª¡°he compuesto una canci¨®n para Aina, la hija de Memi, mi mujer¡±¡ª y aguardando las galeradas de las m¨¢s de 400 p¨¢ginas de La hist¨°ria de la m¨²sica, un libro que lleva a?os escribiendo y que a¨²n puede cambiar de t¨ªtulo.
¡°Se trata m¨¢s de una historia de los instrumentos, partiendo de que si surgi¨® el rock and roll es porque antes hab¨ªan aparecido las guitarras el¨¦ctricas. No hablo de los m¨²sicos, excepto de los grandes creadores, Stockhausen, los futuristas italianos, John Cage, Genesis P-Orridge, etc. Acoto 100 a?os de historia desde que Graham Bell invent¨® el tel¨¦fono, primer micro, primer auricular y primera ocasi¨®n de transmitir el sonido y manipularlo¡±. Su pluma, ¨¢gil y precisa, revela el deseo de ser recordado tambi¨¦n como escritor, reconoce el autor de la reciente Hist¨°ria de l¡¯Univers, un libro de divulgaci¨®n que abarca del big bang al big data y que de momento cierra una obra que incluye narrativa, poes¨ªa y ensayo.
En esa historia de la m¨²sica a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa, no faltan referencias a sus a?os mozos, cuando en Catalu?a exist¨ªan Els Setze Jutges, antesala de la Nova Can?¨® y el Grup de Folk, en el que militaba ¨¦l y su gran amigo Jaume Sisa entre otros. ¡°A nosotros¡±, escribe, ¡°la est¨¦tica peque?oburguesa y afrancesada de los Setze Jutges, correcci¨®n extrema, jersey de cuello alto, temas costumbristas de corte nost¨¢lgico y como todo instrumental una guitarra y una silla, nos dejaba fr¨ªos. Lo nuestro era m¨¢s apertura personal que lucha antifranquista¡±. ?Y si hoy hubiera de escoger entre Raimon y Sisa?: ¡°Hombre, me quedo con Sisa, que es un colega y le admiro much¨ªsimo, pero la elecci¨®n no resulta tan f¨¢cil como la estoy diciendo, porque realmente creo que Raimon tiene mucha fuerza, creo que est¨¢ fuera de Els Setze Jutges, de la Nova Can?¨® y de todo. Su musicalidad tiene reminiscencias moz¨¢rabes, por ejemplo. Primero le admir¨¦ much¨ªsimo, compartimos una temporada cartel junto con Pi De La Serra. Despu¨¦s le sali¨® un tono m¨¢s jesu¨ªtico y ahora ya tenemos una relaci¨®n muy distante¡±, concluye. ?Y sabe que Sisa en un reciente documental, L¡¯home dibuixat, asegura sentirse fracasado? Pau abre los ojos sorprendido, se atusa el hilo de perilla que le nace bajo el labio inferior y r¨ªe: ¡°Es un cuentista, el t¨ªo¡±.
Nunca he pensado a corto o largo plazo, no me he marcado plazos para hacer las cosas, simplemente las ha hecho
Si toca hacer balance de su vida, reinan la aceptaci¨®n y la satisfacci¨®n (¡°estoy contento; las cosas han ido as¨ª y as¨ª deb¨ªan de ir¡±), y no cree que de haberse esforzado m¨¢s hubiese tenido una carrera m¨¢s estable: ¡°Me reconozco perezoso y lo reivindico, pero si no he tenido una carrera m¨¢s estable es porque nunca me he querido repetir¡±. De lo que tampoco abjura es del movimiento hippie: ¡°No del hipismo, esto de los ismos nunca me ha gustado. Los hippies representaron la revoluci¨®n de los j¨®venes, antes ni se les permit¨ªa pensar ni mucho menos expresar sus ideas¡±. ?Y no le molesta que le sigan llamando hippie como un menosprecio destinado a alguien anacr¨®nico? ¡°No, creo que los hippies abordaron muchos de los temas que hoy est¨¢n sobre la mesa: la mujer, la ecolog¨ªa, la libertad sexual. Parte de nuestra moral deriva de la juventud de entonces. Fue una utop¨ªa, y las utop¨ªas marcan el camino¡±. ?As¨ª que usted sigue siendo un hippie? ¡°Por supuesto que lo soy, no reniego¡±, afirma con todo el ¨¦nfasis del que es capaz.
Igualmente enf¨¢tico se muestra con el uso de las drogas, reconociendo que su m¨²sica ¡°va muy ligada a ellas¡±. ¡°Por ejemplo¡±, explica, ¡°entre el primer Dioptr¨ªa y el segundo me com¨ª un tripi por vez primera, y pens¨¦ que eso del rock ya no funcionaba, as¨ª que hice un disco distinto, m¨¢s ac¨²stico¡±. ?Y no le molesta ser conocido solo como el del Dioptr¨ªa? ¡°Hombre, es el disco que me hizo famoso¡±, comenta comprensivo, as¨ª como entiende que sea cuando sea su partida, todo el mundo le venerar¨¢: ¡°Suele pasar eso: cuando mueres solo te ven virtudes que antes te hab¨ªan negado; en fin, somos humanos, lo tenemos todo, lo m¨¢s maravilloso y lo m¨¢s ruin¡±. No ha tenido reconocimientos oficiales, ¡°triunfar¨¦ cuando muera¡±, dijo en una ocasi¨®n, pero ha sentido el calor de la gente en la adversidad. Y Pau est¨¢ en paz.
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