Arag¨®n quiere saber si su reina Petronila I est¨¢ enterrada en la catedral de Barcelona
El Gobierno de Lamb¨¢n reclama un an¨¢lisis de ADN de un cuerpo femenino sepultado en la seo catalana para compararlo con el del padre de la soberana, Ramiro II
La reina aragonesa Petronila I (Huesca, 1136-Barcelona, 1173) represent¨® un papel decisivo en la formaci¨®n de lo que se convertir¨ªa, tras la abdicaci¨®n en su hijo en 1164, en la Corona de Arag¨®n. Cuando Petronila solo ten¨ªa un a?o, su padre, Ramiro II de Arag¨®n, firm¨® las capitulaciones matrimoniales para casarla con el conde de Barcelona, Ram¨®n Berenguer IV, uni¨®n de la que naci¨® en 1157 el primer monarca de esta dinast¨ªa unificada, Alfonso II. A pesar de su importancia simb¨®lica y pol¨ªtica, se ignora d¨®nde reposa esta soberana, que tuvo hist¨®ricamente un papel semejante al de Isabel la Cat¨®lica con Fernando II de Arag¨®n para conformar la monarqu¨ªa hisp¨¢nica.
El actual Gobierno de Arag¨®n sospecha d¨®nde se encuentran los restos mortales de Petronila I: en un bello sepulcro de la catedral de Barcelona, tal y como orden¨® en su testamento, pero bajo un nombre equivocado. Seg¨²n la hip¨®tesis del Ejecutivo aragon¨¦s, est¨¢n err¨®neamente identificados como los de la condesa Almodis de la Marca (1020-1071), esposa del conde Ram¨®n Berenguer I. Por eso, el Gobierno de Javier Lamb¨¢n ha pedido al arzobispo de Barcelona, Juan Jos¨¦ Omella, la realizaci¨®n de pruebas de ADN de los supuestos restos de la reina aragonesa. En 2011 ya se extrajo en Arag¨®n material gen¨¦tico de su progenitor, Ramiro II, adem¨¢s del de diversos familiares, con lo que el cotejo en laboratorio no resultar¨ªa complicado.
La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno aragon¨¦s, Mar¨ªa Sancho Abarca, se reuni¨® hace dos semanas en Barcelona con el can¨®nigo archivero, Robert Bar¨®, para iniciar las negociaciones. Fuentes del Ejecutivo de Lamb¨¢n admiten que no se reclamar¨¢ a la catedral la vuelta a Arag¨®n de los restos de la reina, en el caso de ser positivos, pero s¨ª la posibilidad de confirmar su identidad. ¡°Ella pidi¨® descansar en Barcelona y acatamos sus deseos. Otra cosa es que tengamos la obligaci¨®n como aragoneses de contrastar que all¨ª est¨¢ la reina Petronila I de Arag¨®n¡±, a?aden las mismas fuentes.
El embrollo sobre la ubicaci¨®n de los restos de la soberana comenz¨® hace dos d¨¦cadas, cuando el entonces arquitecto de la catedral, Joan Bassegoda i Nonell, public¨® un art¨ªculo en el que sosten¨ªa que el cuerpo de la reina se hallaba en el transepto de la catedral catalana, dentro del sepulcro de la condesa. El arquitecto manten¨ªa que el archivero de la catedral Francisco Tarafa los hab¨ªa identificado err¨®neamente en el siglo XVI y confundido el cuerpo de la reina con el de Almodis de la Marca.
Miguel Beltr¨¢n Lloris, exdirector del Museo de Zaragoza, en su art¨ªculo La reutilizaci¨®n de la Roma cl¨¢sica por los reyes de Arag¨®n, recuerda que Petronila ¡°fue enterrada [en la catedral] en un sarc¨®fago bajo el nombre de Peronella, en un sepulcro de m¨¢rmol junto a la puerta izquierda de la galilea [vest¨ªbulo anterior a la iglesia], frente al portal mayor¡±. En 1423, al ser demolida la galilea, se traslad¨® su cuerpo, aunque los textos de la ¨¦poca se refieren unas veces a ella como Sancha y otras como Urraca.
El sarc¨®fago de Ram¨®n Berenguer I, marido de Almodis, que reposaba junto a ella o junto a Petronila si el Gobierno aragon¨¦s tiene raz¨®n, tambi¨¦n fue trasladado en el siglo XVI. El entonces vicario general de la di¨®cesis, Luis Despl¨¢, lo compr¨® en 1503 y lo instal¨® como fuente en su casa de Alella. El de Petronila o el de la condesa, posiblemente, tambi¨¦n lo adquiri¨®, aunque en este caso se lo llev¨® a su casa de Barcelona. Algunas teor¨ªas sostienen, sin embargo, que este ¨²ltimo se encuentra en el Museo Arqueol¨®gico de Barcelona y otras que volvi¨® a la catedral, donde el archivero Tarafa confundi¨® su nombre.
Esta no es la primera vez que se pide a la catedral el an¨¢lisis del ADN de estos restos mortales. En 2010, Bassegoda ya lo reclam¨® para resolver el enigma. Pero el delegado de Patrimonio Cultural del Arzobispado de Barcelona, Josep Maria Mart¨ª Bonet, declar¨® al Heraldo de Arag¨®n: ¡°Los can¨®nigos hemos dicho que no, que es mejor dejar los restos tranquilos d¨®nde y como est¨¢n. Con el tiempo no digo que se autoricen, pero de momento, no. Si accedi¨¦ramos a todas las peticiones de este tipo que nos hacen, estar¨ªamos todos los d¨ªas mirando los huesos. Y nuestra labor es otra¡±.
Si en esta ocasi¨®n el Gobierno de Arag¨®n convence a Omella ¨Dninguna de las fuentes consultadas desvela el estado de las conversaciones¨D, la comparaci¨®n de los restos mortales de Petronila con sus ancestros y familiares ser¨ªa muy sencilla. En 2011, un estudio multidisciplinar de la Universidad de Zaragoza identific¨® el gen de esta dinast¨ªa aragonesa, que portaron los reyes Ramiro I, Ramiro II el Monje; su hija Petronila, Alfonso I el Batallador, la condesa Sancha, sus hijas Teresa y Urraca, adem¨¢s de la abuela Sancha. Casi todos reposan en la iglesia del monasterio de San Pedro el Viejo, en Huesca, a la espera de conocer si la reina descansa en la catedral de Barcelona o se ha perdido su rastro para siempre.
Babelia
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