Luis del Olmo: ¡°Echo de menos la radio entera¡±
El periodista que present¨® ¡®Protagonistas¡¯ durante 30 a?os recuerda el momento m¨¢s amargo de su carrera y el m¨¢s dulce
A trav¨¦s del tel¨¦fono hay un momento en que este hombre que a fin de mes cumple 85 a?os irrumpe como si presentara a¨²n Protagonistas, el programa con el que cruz¨® el dial desde 1969 a 2013, y que comparte con su amigo I?aki Gabilondo el doctorado en radiodifusi¨®n. Ese momento de renovado vigor lo tuvo este ponferradino cuando record¨® el d¨ªa en que ETA quiso acabar con su vida. Echa de menos ¡°la radio entera¡±. De esa pasi¨®n hablamos.
Pregunta. ?C¨®mo ve el oficio?
Respuesta. Con a?oranza. ?Treinta a?os diciendo: ¡°Buenos d¨ªas, Espa?a, informando¡±! Tanto tiempo sabiendo que si vives informado vives tranquilo. Un oficio en el que he tenido cerca tantos buenos amigos: Bocos, Belloch, Pilar Cernuda, Eva Or¨²e ¡ª?ahora se dan cuenta de lo que ella vale!¡ª, ?nega, Mercedes Mil¨¢... Amor y pena por la radio, por no poder realizarla ahora. Pero aqu¨ª estoy, en pie.
P. Dice su disc¨ªpulo Juan Carlos Ortega que usted es de esos grandes creadores que da nombre al medio que domina, de modo que usted para ¨¦l ser¨ªa la radio.
R. Piropo inmerecido. La radio es I?aki [Gabilondo]. ?l pod¨ªa haber aguantado otros diez a?os. Pero ¨¦l sigue estando donde est¨¢ la actualidad. Mira sus entrevistas¡ Hasta sus suspiros son radio. ?Ese s¨ª que era la radio y ten¨ªa cuerda para rato!
P. ?Qu¨¦ a?ora m¨¢s de la radio?
R. Echo de menos la radio entera. Los madrugones, el camino a los estudios, en Le¨®n, en Barcelona¡ La radio era una fiesta, y hoy contin¨²a si¨¦ndolo. Si me quitan las sinton¨ªas es como si dejara de respirar. Si se apagaran todas las radios no podr¨ªan aguantar los ciudadanos de este pa¨ªs.
Cuando paseo por Barcelona y veo a gente sin mascarilla me entran ganas de gritar a esos transe¨²ntes: ¡°?Te est¨¢s suicidando!¡±
P. ?El momento m¨¢s alegre?
R. El padre Pedro Gago, presidente entonces de la Cope, estaba cuando me dieron el primer Ondas y me invit¨® a dejar Radio Nacional y llevar Protagonistas a su cadena. En la cadena estatal me trataban muy bien, era dif¨ªcil concebir el cambio. Pero la oferta se concret¨® en mucho dinero, ?un mill¨®n [de pesetas] al mes! Y pas¨¦ a decir ¡°buenos d¨ªas, Espa?a¡± desde la Cope. Con la misma libertad que luego tuve en Onda Cero, pero el salto de RNE me dio la posibilidad de hacer radio desde Barcelona. A?os inolvidables si no hubiera sido por el sinverg¨¹enza del administrador que me estaf¨® aqu¨ª y que ahora acaba de morir.
P. ?C¨®mo le afect¨®?
R. Era mucho dinero el que aquel canalla se llev¨® de mi cuenta y un poco se apag¨® la felicidad que hab¨ªa sido el tiempo en aquellos a?os de Barcelona. La radio. Mira qu¨¦ nombres propios: Tip y Coll, Oneto, Gorka Land¨¢buru, Umbral, Uss¨ªa, Mingote¡ ?Dime qui¨¦n es capaz de juntar ahora el elenco de aquel espacio que se llam¨® El estado de la naci¨®n! No encuentras ahora gente con tanto salero.
P. ?Y c¨®mo ve usted ahora el estado de la naci¨®n?
R. Griposo. No s¨¦ si alguien ser¨¢ capaz de curarlo. Echas un vistazo a la prensa y te vuelves loco. Y las mascarillas¡ Cuando paseo por Barcelona y veo a gente sin mascarilla me entran ganas de gritar a esos transe¨²ntes: ¡°?Te est¨¢s suicidando!¡±. Esta Espa?a de nuestros amores¡ y de nuestros dolores.
Por toda Espa?a voy ahora recitando a Lorca, a Neruda, a Alberto Bourb¨®n, un muchacho que iba para poeta de grandes quilates y al que mat¨® un accidente
P. El momento culminante de su carrera¡
R. Fue cuando ya tuve que decir: ¡°Adi¨®s radio, buenos d¨ªas, Espa?a, hasta siempre¡±. Cuando ya no tienes micr¨®fono ya pasas a ser Don Nadie. Pero por toda Espa?a voy ahora recitando a Lorca, a Neruda, a Alberto Bourb¨®n, un muchacho que iba para poeta de grandes quilates y al que mat¨® un accidente.
P. ?El recuerdo m¨¢s radicalmente triste?
R. Cuando la banda criminal ETA vino en mi busca en esta calle donde vivo. No me cazaron, yo estaba entrevistando a Baltasar Garz¨®n en Madrid. Eso lo desconoc¨ªa el comando, que acab¨® asesinado a un se?or que custodiaba este lugar. El momento m¨¢s amargo.
P. Imag¨ªnese que este es el micr¨®fono para su saludo¡
R. ¡°Buenos d¨ªas, Espa?a. Les habla Luis del Olmo, no aquel de cuarenta a?os, sino este que camina hacia los noventa. Les quiero. Y quiero a la radio como aquel muchacho que naci¨® en Ponferrada hace un mill¨®n de a?os¡±.
Babelia
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