El fot¨®grafo Ren¨¦ Robert muere congelado en las calles de Par¨ªs tras una ca¨ªda
El artista, de 84 a?os, permaneci¨® nueve horas en la acera sin que nadie le prestara ayuda
La muerte a los 84 a?os de Ren¨¦ Robert, el fot¨®grafo suizo que retrat¨® a las grandes estrellas del flamenco contempor¨¢neo, podr¨ªa ser una estad¨ªstica, uno m¨¢s de los 500 que cada a?o mueren en las calles de las ciudades de Francia. Lo que distingue a Robert de la mayor¨ªa de estos muertos en la soledad y el desamparo es, primero, que ¨¦l no era un sin techo. La segunda diferencia es que era alguien con una trayectoria profesional reconocida y que, gracias a ello, sus amigos han dado a conocer las circunstancias en las que muri¨®.
Parce qu¡¯elle nous dit des choses sur ce que nous sommes en train de devenir l¡¯histoire ¨¦difiante de la mort de Ren¨¦ Robert et reprise bien au-del¨¤ de nos fronti¨¨res. Puisse-t-elle servir de r¨¦veil ¨¤ nos consciences. https://t.co/qajpmomgOv
— Michel Mompontet (@mompontet) January 27, 2022
El mi¨¦rcoles 19 de enero, pasadas las nueve de la noche, Robert daba su paseo nocturno habitual por su barrio parisiense, el de la plaza de la Rep¨²blica, uno de los centros neur¨¢lgicos de Par¨ªs, casi siempre concurrida y bulliciosa. Ante el n¨²mero 89 de la calle de Turbigo cay¨® al suelo. Se desconoce el porqu¨¦. Si tropez¨® o si sufri¨® un mareo.
Y ah¨ª qued¨®. En un trozo de acera entre una tienda de vinos y una ¨®ptica. Paralizado y a la vista de los parisienses que volv¨ªan a sus casas a toda prisa de trabajar, los paseantes que iban o ven¨ªan de los restaurantes o los caf¨¦s de la zona, los turistas.
Pasaron las horas. Las calles se vaciaron. Robert segu¨ªa all¨ª. Y es f¨¢cil imaginar que para los transe¨²ntes era uno m¨¢s de tantas personas que en Par¨ªs, y en tantas ciudades de los pa¨ªses del Occidente rico, viven en la calle y a veces uno no sabe si duermen o si agonizan.
A las seis de la madrugada del jueves 20 alguien lo vio y llam¨® a los bomberos. Demasiado tarde. Hab¨ªan pasado nueve horas desde la ca¨ªda. Lleg¨® la ambulancia. Cuando Ren¨¦ Robert, el retratista de Camar¨®n de la Isla y Paco de Luc¨ªa, entre otros, ingres¨® en el hospital Cochin, fue imposible reanimarlo. La causa de la muerte fue una ¡°hipotermia severa¡±, seg¨²n los bomberos. Es decir, muri¨® de fr¨ªo.
Su amigo Michel Mompontet, periodista, lo describe as¨ª en vida: ¡°Era discreto. Muy atento a los dem¨¢s, divertido, pero era un hombre de pocas palabras. Hablaba en voz baja. No le gustaba mucho hablar, como a muchos fot¨®grafos. Siempre llevaba sombrero. Durante a?os llevaba siempre el cigarrillo en la boca, luego lo dej¨®. Muy elegante, en plan flamenco, con el pa?uelito de lunares. Era esa elegancia tanto moral como f¨ªsica. Al verlo te dec¨ªas: ¡®?Qui¨¦n es este se?or? ?Ser¨¢ alguien?¡±.
Mompontet, que est¨¢ casado con una espa?ola, lo hab¨ªa conocido a finales de los ochenta. Ambos eran asiduos de los conciertos de flamenco en Par¨ªs: Camar¨®n, Lole y Manuel, Enrique Morente, Paco de Luc¨ªa... ¡±Aquel se?or bajito y discreto siempre estaba con los artistas, era amigo de ellos y les sacaba fotos¡±, recuerda Mompontet. ¡°Como era muy amigo de Paco de Luc¨ªa, por ejemplo, para nosotros, que ten¨ªamos veinte a?os, ¨¦l era una manera de acercarnos a los artistas. Lo divertido es que ¨¦l apenas hablaba castellano, lo chapurreaba, pero los artistas lo entend¨ªan, era un idioma curioso, mezcla de franc¨¦s y espa?ol que no era ni franc¨¦s ni espa?ol¡±.
Ren¨¦ Robert, aquel hombre discreto y elegante, los conoc¨ªa bien, a los cantantes, guitarristas y bailaoras. Llevaba fotografi¨¢ndolos desde los a?os sesenta, cuando descubri¨® el flamenco en un antro de la rive gauche que hab¨ªan frecuentado Picasso y los espa?oles de Par¨ªs. El local se llamaba Le Catalan.
Peque?os y grandes, artistas de medio pelo y genios del cante jondo desfilaron ante su c¨¢mara. Siempre en blanco y negro. ¡°En el blanco y negro hay un lado tr¨¢gico que me parece m¨¢s adaptado al flamenco que el color¡±, dir¨ªa en una entrevista con la publicaci¨®n Musique Alhambra. En la misma entrevista, y a la pregunta sobre qu¨¦ buscaba en sus fotograf¨ªas, respond¨ªa: ¡°Espero los momentos fuertes, cuando la expresi¨®n est¨¢ en su apogeo (...) Es el lado extremo de los flamencos lo que me impresiona¡±.
En los libros Flamenco, La R?ge et la Gr?ce (La rabia y la gracia) y Flamenco Attitudes ha quedado plasmado su arte, adem¨¢s de en los miles de fotograf¨ªas que en 2021 leg¨® a la Biblioteca Nacional Francesa en Par¨ªs, ¡°aut¨¦ntico tesoro para los amantes del flamenco, pero tambi¨¦n para todos los aficionados a las artes gr¨¢ficas¡±, como ha recordado su amigo Mompontet en un art¨ªculo en la publicaci¨®n deflamenco.com. Ha sido ¨¦l el responsable de que la muerte de Ren¨¦ Robert haya saltado a la luz p¨²blica y se haya convertido en una historia que impactado m¨¢s all¨¢ del c¨ªrculo de amigos, y de Francia.
El martes, en su editorial en la televisi¨®n p¨²blica, habl¨® de la muerte de su amigo. ¡°Antes de dar lecciones y acusar a quien sea¡±, dijo, ¡°hay que responder a una pregunta que me incomoda: ?estoy seguro al 100% que si me viese confrontado a esta escena, un hombre en el suelo, me habr¨ªa detenido? ?Nunca me habr¨ªa apartado de un sin techo que veo acostado ante una puerta? No poder estar seguro al 100% es un dolor que me persigue. Pero tenemos prisa, tenemos prisa, tenemos nuestras vidas, y apartamos la mirada¡±.
Por ¨²ltimo, Mompontet cuenta que, despu¨¦s de unos d¨ªas de b¨²squeda, encontraron a la persona que s¨ª se fij¨® en Ren¨¦ Robert en el suelo y llam¨® a los bomberos. Era un sin techo del barrio y no ha querido que se d¨¦ a conocer su nombre.
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