Iceta firma el alquiler de la colecci¨®n de Carmen Thyssen: la baronesa podr¨¢ vender tres obras
El acuerdo entre el Ministerio de Cultura y la baronesa se concreta en 97,5 millones de euros por 15 a?os y alcanza a un conjunto de 330 obras de arte valoradas en 1.400 millones
La sensaci¨®n que se percib¨ªa en una de las nuevas salas del Museo Thyssen era una mezcla de alivio y satisfacci¨®n. La ma?ana del mi¨¦rcoles terminaban m¨¢s de dos d¨¦cadas de negociaciones entre Carmen Cervera y 10 ministros de Cultura de todos los colores pol¨ªticos con la firma del contrato por el que la baronesa y su hijo Borja Thyssen recibir¨¢n 97,5 millones de euros durante los pr¨®ximos 15 a?os por el alquiler de sus colecciones de arte. En concreto, son 330 obras de las que por ahora est¨¢n ya expuestas 179; todas protegidas con una garant¨ªa del Estado de 1.700 millones de d¨®lares (unos 1.400 millones de euros). La letra peque?a del contrato, que hasta ahora era un secreto a buen recaudo pese a tratarse de un acuerdo p¨²blico, desvela detalles como que los dos propietarios podr¨¢n disponer, incluido el derecho de venta, de tres obras de la colecci¨®n que a partir de ahora se conocer¨¢ con el nombre de Carmen Thyssen-Bornemisza. Solo queda excluido de este derecho el cuadro Mata Mua, la joya de la corona, asegurada en 250 millones de d¨®lares.
Frente a la obra del impresionista Paul Gauguin, que regres¨® el pasado lunes 7 al museo tras pasar casi dos a?os en un b¨²nker de Andorra, lugar de residencia de Cervera y su hijo, ambos se han entrelazado las manos con el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, que ha sido el responsable de cerrar y firmar un acuerdo alcanzado en enero de 2021, cuando ostentaba el cargo Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Uribes. Tras unos minutos rubricando las 68 p¨¢ginas del documento, han llegado las buenas palabras entre dos firmantes que llevan 22 a?os en m¨¢s desacuerdo que sinton¨ªa. Cervera ha recordado el deseo de su marido, el bar¨®n Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, del que hered¨® gran parte de su colecci¨®n, de ver unidas dos colecciones en la pinacoteca que tard¨®, seg¨²n sus propias palabras, ¡°ocho a?os en conseguir libre de herederos¡±. La baronesa, muy emocionada durante su discurso, casi hasta las l¨¢grimas que se ocultaron bajo su mascarilla inspirada en Mata Mua, ha cerrado su intervenci¨®n con estas palabras: ¡°A mi muy querido Heini le dedico esto, ¨¦l quer¨ªa ver esto unido¡±.
La colecci¨®n Carmen Thyssen-Bornemisza se despliega en la planta baja del museo entre las salas 41-48 ahora pintadas de blanco. Cada una de las obras, excepto tres que pertenecen a su hijo, est¨¢n marcadas con su nombre en sus correspondientes cartelas. Hay otros ocho cuadros de Gauguin; obras de Braque, de Brueghel, de Delaunay, de Gris, Matisse, Monet, Picasso y Renoir, entre otros, seg¨²n se especifica en un inventario recogido al final del contrato en el que al lado de cada pieza aparece el valor con el que ha quedado protegida. La colecci¨®n, perfectamente se?alizada y diferenciada de la del bar¨®n, hace un recorrido desde la pintura holandesa del siglo XVII hasta el arte del siglo XX. Todas estas piezas deber¨¢n ser expuestas en esta nueva zona de la pinacoteca y puede ser prestadas para exposiciones temporales siempre que no salgan simult¨¢neamente m¨¢s de 20. La Fundaci¨®n Colecci¨®n Thyssen-Bornemisza, encargada de gestionar la colecci¨®n a partir de ahora, recibe el derecho de explotaci¨®n comercial y de reproducci¨®n de im¨¢genes de todas estas piezas. Es decir, se queda con los beneficios de, por ejemplo, el merchandising que se vende en la tienda del museo.
Tal y como se conoc¨ªa, la Fundaci¨®n tiene ¡°derecho de adquisici¨®n preferente con relaci¨®n a cualquier oferta recibida que los arrendadores consideren satisfactoria, aunque podr¨¢ ceder al Estado espa?ol los derechos de primera oferta y el derecho de adquisici¨®n preferente¡±. Si los due?os recibieran una cifra por el total o una parte de sus colecciones, se descontar¨¢ del precio final lo ya abonado en el tiempo, ya sean los 15 a?os del alquiler (los 97,5 millones) u otro periodo. A trav¨¦s de la Fundaci¨®n, es decir, que ir¨¢ a parar a las arcas del Estado a trav¨¦s de Cultura y Hacienda, se recaudar¨¢n cada a?o m¨¢s de 1,3 millones de euros correspondientes al 21% de IVA del monto del alquiler, lo que en total, para el periodo de los 15 a?os, ser¨¢n m¨¢s de siete millones recaudados por este impuesto. Y el contrato se revalorizar¨¢ anualmente seg¨²n el IPC.
El resto del dinero, los m¨¢s de 97 millones de euros del contrato, se depositar¨¢ en las cuentas bancarias de dos sociedades de Andorra, Omicron Collections y Nautilus, representadas por Carmen Thyssen. Estas sociedades han cambiado de pa¨ªs, pues en un primer momento estaban en para¨ªsos fiscales. Finalmente, se trasladaron a Andorra como condici¨®n para la firma del acuerdo. Su hijo Borja aparece como beneficiario, pero seg¨²n el acuerdo ¡°los arrendadores est¨¢n representados de manera irrevocable por Omicron¡±, esto es, por la baronesa. En el caso de negociar la venta de la colecci¨®n o de obras concretas que afectaran a la parte de la colecci¨®n del hijo, podr¨¢ hacerlo de manera individual.
Carmen Thyssen y su hijo han conseguido, adem¨¢s, que no se les computen como d¨ªas en Espa?a los viajes que hagan por motivos relacionados con la colecci¨®n. Seg¨²n la ley, se considera que un ciudadano o contribuyente tiene su residencia habitual en territorio espa?ol si permanece m¨¢s de 183 d¨ªas durante el a?o natural. Esta es una demanda hist¨®rica de la baronesa, que tambi¨¦n se ha asegurado de amarrar la situaci¨®n jur¨ªdica de las obras para que no pierdan su estatus de bien legalmente importado: cada diez a?os debe renovarse el certificado.
A partir del acuerdo entre la baronesa y el Ministerio de Cultura se a?aden modificaciones a dos leyes: la de Patrimonio de 1985 y la de Contratos del Sector P¨²blico, seg¨²n se pod¨ªa leer en el BOE publicado en junio de 2021, donde ya se avanzaron algunos detalles del contrato. ?ngel Acebes y Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, abogados de Carmen Thyssen y exministros del PP, se aseguraron de que se eliminara el plazo de cinco a?os de duraci¨®n de los contratos. En este caso, la baronesa y Cultura ya hab¨ªan pactado de antemano que fueran 15. El valor econ¨®mico de las obras protegidas se actualizar¨¢ anualmente por Cultura. Una comisi¨®n mixta se encargar¨¢ de resolver posibles ¡°controversias sobre los efectos y extinci¨®n del contrato, procurando que las eventuales discrepancias se ventilen sin necesidad de acudir a la v¨ªa judicial¡±. Es decir, se crea un organismo para evitar ir a los tribunales.
Babelia
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