El an¨¢lisis de la Dama de Elche desaconseja su traslado porque generar¨ªa ¡°da?os en la roca¡±
Cultura alega un informe de 2006, nunca difundido p¨²blicamente, que recomienda que no se mueva la obra y evitar los cambios de humedad
La Dama de Elche, considerada la gran joya de la escultura ¨ªbera y que fue esculpida hace unos 2.500 a?os, no goza de buena salud. La piedra caliza con la que fue tallada ha absorbido con el paso de los milenios sales solubles que desaconsejan su traslado. Entre 2000 y 2005 se extrajeron, a petici¨®n del Museo Arqueol¨®gico Nacional (MAN), 10 muestras microsc¨®picas en diversas partes de la obra que fueron analizadas por los ge¨®logos del Instituto del Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol Jos¨¦ V. Navarro Gasc¨®n y Pedro P. P¨¦rez Garc¨ªa. En 2006 terminaron su informe An¨¢lisis de muestras de piedra, costras, dep¨®sitos superficiales en el busto de la Dama de Elche, hasta ahora nunca difundido p¨²blicamente, donde se?alaban los males que aquejan a la figura. En el estudio, al que ha accedido EL PA?S, afirman literalmente que ¡°deben extremarse las precauciones para evitar oscilaciones en las condiciones higrom¨¦tricas de exposici¨®n [cambios de humedad], almacenamiento o transporte, con objeto de evitar el desarrollo de ciclos¡± que ¡°generar¨ªan da?os en la roca¡±. Este informe, el ¨²ltimo que se ha realizado de la talla, es precisamente el que ha servido al Ministerio de Cultura y Deporte para denegar la exposici¨®n temporal del busto en Elche, en cuyo t¨¦rmino municipal se descubri¨® la Dama en 1897.
El pr¨®ximo 4 de agosto se cumplir¨¢n exactamente 125 a?os del descubrimiento de la que inicialmente se conoci¨® como la Reina Mora, dada la profusi¨®n de adornos que cubren su rostro. Fue descubierta en lo que ahora es el yacimiento arqueol¨®gico de La Alcudia, a tres kil¨®metros de Elche, durante unos trabajos agr¨ªcolas. Dada su espectacular bella y perfecci¨®n de formas ¨Dmuestra el rostro de una mujer tocado por una tiara, diadema y unos rodetes laterales que recogen el pelo¨D, fue transportada a la vivienda del due?o del terreno donde se desenterr¨®, el doctor Manuel Campello, que la exhibi¨® en el balc¨®n de su casa para que la disfrutase el vecindario. Pocos meses despu¨¦s, el arque¨®logo franc¨¦s Pierre Par¨ªs, al darse cuenta de su valor incalculable, la adquiri¨® por 4.000 francos (5.200 pesetas de la ¨¦poca) y la meti¨® r¨¢pidamente en un barco con destino al Museo del Louvre de Par¨ªs.
Cuando los nazis invadieron Francia, el dictador Francisco Franco consigui¨® que la escultura volviese a Espa?a, junto con otras joyas de la arqueolog¨ªa y de la historia que hab¨ªan sido robadas o vendidas legalmente a Francia, entre ellas el tesoro visigodo de Guarrazar o el conjunto ¨ªbero de Porcuna. As¨ª la escultura milenaria de la desconocida mujer, que regres¨® en 1941, fue expuesta inicialmente en el Museo del Prado y en 1971 trasladada al Arqueol¨®gico Nacional, donde se guarda con las m¨¢ximas protecciones de seguridad y ambientales, junto con las damas de Baza y de Los Santos. El Ayuntamiento de Elche, con motivo de una gran exposici¨®n que va a celebrar por el 125? aniversario del descubrimiento, ha pedido su cesi¨®n temporal. Sin embargo, el Ministerio de Cultura y Deporte se muestra contrario al traslado por ¡°su mal estado de conservaci¨®n¡±, seg¨²n desvel¨® a finales de enero el alcalde de la ciudad alicantina, Carlos Gonz¨¢lez.
El informe geol¨®gico de Navarro Gasc¨®n y P¨¦rez Garc¨ªa describe la Dama de Elche como una escultura de piedra caliza policromada, aunque sus colores originales se han perdido casi totalmente ¨Dhay trazas de bermell¨®n, ocre y oro¨D con el paso de los siglos. Las diez muestras ¨Dde miligramos¨D se extrajeron ¡°con criterios restrictivos, sacrific¨¢ndose obtener informaci¨®n anal¨ªtica y detallada con objeto de mantener la integridad de la obra¡±.
Dos de las muestras extra¨ªdas de la base del busto ¨Dde menos de dos mil¨ªmetros¨D conten¨ªan ¡°una importante presencia de bioclastos correspondientes a foramin¨ªferos plact¨®nicos¡± [restos calc¨¢reos de microorganismos marinos], as¨ª como ¡°un contenido relativamente elevado de nanof¨®siles, algas coralinas, fragmentos de conchas y cristales de calcita¡±. Adem¨¢s, y lo m¨¢s preocupante, se detectaron ¡°concentraciones de cloruro de sodio [sal], que generan procesos disruptivos en la textura de la matriz de la roca¡±. La figura, seg¨²n los an¨¢lisis, est¨¢ recubierta tambi¨¦n de yeso, ¡°present¨¢ndose en forma de costras¡±, adheridas tanto a la piedra como a los restos de policrom¨ªa que quedan.
En definitiva, se?alan los expertos, ¡°en la totalidad de las muestras estudiadas se han encontrado sales solubles¡±. ¡°La presencia de cloruro s¨®dico es dif¨ªcil de evaluar para determinar el estado general de salinizaci¨®n que presenta el busto, ya que la informaci¨®n obtenida en laboratorio procede de micromuestras y an¨¢lisis puntuales¡±. No obstante, contin¨²a el informe, ¡°puede considerarse que por tratarse de una pieza arqueol¨®gica que ha sufrido un dilatado periodo de enterramiento en zona costera y por haberse identificado en todas las muestras examinadas, este tipo de sal debe estar presente en toda la epidermis de la escultura¡±. De hecho, afirman, ¡°debe establecerse un amplio margen de seguridad sobre dichos valores para evitar cualquier problema de removilizaci¨®n de la sal¡±.
Y concluyen: sin embargo, el yeso que cubre la figura no representa un gran problema, ya que ¡°es una sal estable bajo condiciones de museo¡±. No obstante, estas costras aparecen ¡°enraizadas directamente sobre la matriz de la roca, englobando fragmentos de la misma. Su eliminaci¨®n por medios mec¨¢nicos no ofrece como resultado la recuperaci¨®n de la superficie que pudo estar originalmente patinada o policromada, sino la p¨¦rdida de la epidermis del soporte p¨¦treo sobre la que se asientan, dejando al descubierto la roca desnuda¡±.
Babelia
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