La Veronal: el triunfo internacional de la nueva danza espa?ola
La compa?¨ªa barcelonesa dirigida por Marcos Morau mantiene en gira por Europa tres espect¨¢culos tras levantar ovaciones el pasado verano en Avi?¨®n y recientemente en Par¨ªs
¡°El teatro, como espacio f¨ªsico y mental, ha sido mi hogar durante los ¨²ltimos 15 a?os. Saber que existe me hace sobrellevar mejor este mundo y la vida¡±. Eso asegura el core¨®grafo y director Marcos Morau (Ontinyent, Valencia, 40 a?os) sobre el escenario, lugar en el que ha venido materializando sue?os con su compa?¨ªa La Veronal, radicada en Barcelona, y al que ha decidido ahora rendir homenaje en su ¨²ltima y muy sofisticada creaci¨®n Opening Night, con la que llega esta semana, del 16 al 20 de febrero, al Centro Cultural Condeduque de Madrid. ¡°Crearla ha sido casi como una obligaci¨®n: darle las gracias por existir, sacar a los monstruos de fiesta y al mismo tiempo morir con ellos¡±.
Hay un universo veronal en el que se encadena la significativa decena larga de trabajos que Morau ha venido estrenando con su compa?¨ªa desde sus inicios pero, a su vez, cada uno de ellos parece ¨²nico, distinto y siempre un pelda?o arriba en una trayectoria mete¨®rica e inusual que transform¨® al que fuera acomodador en el Mercat de les Flors de Barcelona en el core¨®grafo insignia de esa misma casa, hoy ya convertido en una referencia insoslayable de la nueva danza europea. El verano pasado qued¨® demostrado cuando escuch¨® ovaciones para Sonoma, su anterior coreograf¨ªa, en la plaza m¨¢s dif¨ªcil y exigente: el Palacio de los Papas del Festival de Avi?¨®n, justo antes de la temporada exitosa que han tenido recientemente en otro templo mundial de la danza, el teatro Chaillot parisino.
Aunque en su interior Morau titubee a la hora de definir y delinear su propio talento, los de fuera s¨ª creen que lo conocen, reconocen y, l¨®gicamente, codician. A la larga y complicada agenda de La Veronal, que va moviendo por teatros relevantes de toda Europa tres producciones (Pasionaria, Sonoma y Opening Night), se suma la suya propia con una avalancha de encargos que le impedir¨¢n tener nueva producci¨®n con su compa?¨ªa este a?o. Acaba de ingresar en el selecto club de los core¨®grafos invitados por el Nederlans Dans Theater (NDT) holand¨¦s, para el que acaba de montar Folk?, y queda pendiente a¨²n otra creaci¨®n para ellos.
Y en los pr¨®ximos meses debe estrenar coreograf¨ªas con el Ballet de Basel, Gauthier Dance Company (Alemania), el Ballet de la ?pera de Z¨²rich y el joven colectivo navarro Led Silhouette, para finalizar a lo grande, en noviembre, con un reto novedoso y superlativo: su versi¨®n de La bella durmiente para el Ballet de la ?pera de Lyon. ¡°De momento solo puedo decir que la propuesta ser¨¢ un loop infinito, donde mientras Aurora duerme se acelera la marcha de la historia a toda prisa para acabar destruyendo el mundo¡±.
Opening Night, estrenada hace un a?o en el Teatro Nacional de Catalu?a, Morau juega con la ilusi¨®n de la representaci¨®n esc¨¦nica. En apariencia, sus bailarines se desplazan por un escenario desnudo que muestra sus tripas, pero no es verdad. Su homenaje a la caja negra en realidad consiste en vestir el escenario de escenario, obligarlo a fingir su propia realidad y, desde all¨ª, hacer lo que acostumbra: crear un (nuevo) mundo fant¨¢stico poblado por cuerpos, esta vez ataviados de riguroso negro, que se expresan movi¨¦ndose fragmentados y robotizados, en lo que ya es una importante se?a de identidad de La Veronal.
Hiperrealista
La apariencia esc¨¦nica parece hiperrealista. La tramoya, las barras y los focos, el piano, los int¨¦rpretes, la diva y las flores reclaman atenci¨®n y protagonismo en esta obra que se pretende alejada de otros escenarios de La Veronal, en los que reinventaba la g¨¦lida Islandia o colocaba en primer plano un ascensor que nos hac¨ªa bajar a los infiernos, en Voronia. No obstante, permanece La Veronal, la esencia y la est¨¦tica ya perfectamente reconocibles que son comunes a todos los trabajos de la compa?¨ªa.
¡°Digamos que Opening Night llega en el momento justo y releva un testigo est¨¦tico para hacerlo crecer y crecer. La manera de mirar no cambia, la manera de enfrentarse a la composici¨®n no cambia, los pilares centrales de la mirada nos acompa?ar¨¢n siempre, pero los colores con los que dibujamos o creamos s¨ª que cambian, se ti?en, se oscurecen o se aclaran con la edad y con el tiempo, tambi¨¦n con los golpes, el desgaste y la experiencia¡±.
Tampoco var¨ªan los recursos expresivos, la manera tan peculiar en la que se mueven sus bailarines, producto de una estudiada metodolog¨ªa propia que ha llamado kova. ¡°Hemos llegado a la conclusi¨®n de que kova no es m¨¢s que una protecci¨®n, una armadura que hemos dise?ado entre muchos para sentirnos a salvo. Pero esa armadura no est¨¢ hecha de materiales eternos, sino de retales de obsesiones, vicios y man¨ªas. Con los a?os hemos aprendido a usarla adecuadamente sin ser v¨ªctimas de ella ni que nos pese demasiado. Tener un estilo no es bueno porque te limita, pero que todas tus piezas desprendan una imagen que se asemeja y crea constelaci¨®n¡±.
Opening Night
Coreografía y dirección: Marcos Morau. Intérpretes: Mònica Almirall, Valentin Goniot, Núria Navarra, Lorena Nogal, Shay Partush y Marina Rodríguez. Centro de Cultura Contemporánea Condeduque. Madrid. Del 16 al 20 de febrero. De miércoles a sábado a las 20 horas. Domingo a las 19 horas.
Babelia
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