Rotundo ¨¦xito de La Veronal en su homenaje al teatro

La noche del pasado jueves fue una velada m¨¢gica la que vivi¨® el p¨²blico que acudi¨® a la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) para asistir al estreno del ¨²ltimo trabajo del core¨®grafo y director de escena Marcos Morau para su compa?¨ªa La Veronal, Opening nigth, un apasionante homenaje al mundo del teatro. La Veronal es sin duda una de las mejores compa?¨ªas de danza contempor¨¢nea de nuestro pa¨ªs y la m¨¢s internacional. La prueba es que su pen¨²ltima obra, Sonoma, se presentar¨¢ en julio en el Palacio de los Papas el pr¨®ximo Festival de Avi?on.

Un punto de inspiraci¨®n de Opening nigth ha sido la pel¨ªcula del mismo t¨ªtulo de 1977 de John Cassavetes. Morau ha querido en esta pieza recrear sus obsesiones ante la presi¨®n de crear una obra, los ¨¦xitos y los fracasos, los miedos y las inseguridades, pero tambi¨¦n rendir homenaje a la familia del teatro, actores, m¨²sicos, y muy especialmente a los t¨¦cnicos, no hay que olvidar que el autor trabaj¨® de acomodador en el Mercat de les Flors para pagarse sus estudios en el Institut del Teatre.

Al comienzo de este ambicioso, sobrio, elegante y hermoso montaje de danza-teatro, se ve a una actriz, M¨°nica Almirall, vestida de negro con un ramo de rosas rojas que va a recoger un premio, en sus palabras, la pieza es en franc¨¦s, con subt¨ªtulos, se mezclan realidad y ficci¨®n, iron¨ªa y amargura, temor y seguridad. De repente, una pareja aparece por una trampilla del suelo e inicia un apasionante baile, para luego desaparecer por las rejillas de ventilaci¨®n de la escena. Opening nigth es la obra m¨¢s bailada, hasta el momento, de esta compa?¨ªa. Sus magn¨ªficos int¨¦rpretes, Valent¨ªn Goniot, N¨²ria Navarra, Lorena Nogal, Shay Partus y Marina Rodr¨ªguez han ideado junto a Morau un brillante lenguaje gestual basado en la danza kova, ese movimiento reiterativo y convulsivo ideado por la compa?¨ªa en constante evoluci¨®n, y que en este caso se muestra m¨¢s caudaloso y expresivo que en otras ocasiones. En momentos es de una frialdad met¨¢lica y en otros destila una po¨¦tica que derrite el coraz¨®n del espectador. Esos cuerpos que se abrazan, se desarticulan, se retuercen y se quiebran con una expresividad pasmosa tuvieron hipnotizados al p¨²blico desde el comienzo del espect¨¢culo.

Son varios los aciertos de este montaje, uno de ellos es la escenograf¨ªa de Max Glaenzel que utiliza las entra?as del escenario de la sala del TNC para recrear una atm¨®sfera oscura en la que todo es posible y en que los focos y las estructuras met¨¢licas crean mundos en que los int¨¦rpretes se pierden en identidades distintas, siempre buscando por donde huir y volver al punto de partida. El otro acierto es la m¨²sica de Juan Crist¨®bal Saavedra que ha creado una banda sonora de grandes contrastes los pasajes sonoros se alternan con m¨²sica cl¨¢sica y jazz. El misterioso y adecuado dise?o de luces de Bernat Jans¨¤ y el vestuario oscuro, como el de los t¨¦cnicos, de S¨ªlvia Delagneau, en esta ocasi¨®n tambi¨¦n cuenta, como es habitual en las piezas de La Veronal, con el asesoramiento art¨ªstico de Roberto Fratini.

Enumerar los mejores momentos de Opening nigth, no es tarea f¨¢cil pues son muchos, uno de los m¨¢s m¨¢gicos es el que se ve a la actriz avanzar a trav¨¦s de los diferentes telones, era un buen final, pero se opta por alargar diez minutos la obra. Una l¨¢stima.