La Universidad de Chile devuelve a Argentina siete cuadros de Ernesto Deira retenidos desde 1971

El pintor argentino Ernesto Deira (1928-1986) muri¨® convencido de que los ocho ¨®leos de su serie Identificaciones hab¨ªan sido quemadas por orden del dictador Augusto Pinochet. El artista llev¨® sus obras a Santiago en 1971 para una exposici¨®n en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, organizada por el Instituto de Arte Latinoamericano. Cincuenta a?os despu¨¦s de aquella exhibici¨®n, y tras casi dos d¨¦cadas de negociaciones, los herederos de Deira, que presentaron una denuncia sobre el caso ante el Consejo Internacional de Museos (ICOM), han conseguido llegar a un acuerdo con la principal instituci¨®n del Estado en educaci¨®n superior p¨²blica para repatriar siete de los cuadros -hay uno que no se sabe d¨®nde est¨¢, seg¨²n la familia del artista-.

La serie del pintor argentino llegar¨¢ este viernes a Buenos Aires custodiada por la Interpol y ser¨¢ trasladada inmediatamente al Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA). Est¨¢ previsto que la pr¨®xima semana, en su primera visita oficial al pa¨ªs vecino, el presidente Gabriel Boric y su comitiva vean las obras que retratan la represi¨®n, el terror, y la ¡°reivindicaci¨®n de lo irreparable¡±, en las palabras de Carla Gebetsberger, gestora cultural del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales. Tras el recorrido de Boric, las obras -salvo una- ser¨¢n quitadas y se expondr¨¢n al p¨²blico en una muestra prevista para mediados de a?o.

Previo a las dictaduras de Chile y Argentina, Deira perteneci¨® al colectivo de artistas de vanguardia andino Grupo Nueva Figuraci¨®n. Uno de los cuatro integrantes, Luis Felipe No¨¦, se enter¨® en un viaje a Santiago en 2003 que el Museo de Arte Contempor¨¢neo (MAC), dependiente de la Universidad de Chile, conservaba los cuadros de su fallecido compa?ero en una bodega e inform¨® a la familia.

¡°La situaci¨®n era confusa, pero para nosotros estaba clar¨ªsima¡±, comenta por tel¨¦fono Silvina Deira, hija del artista. ¡°Cuando nos dijeron que los cuadros estaban en las bodegas del MAC, nos pidieron una infinidad de papeles que demostraran que eran nuestros y nosotros les ped¨ªamos a ellos los papeles que demostraran que los hab¨ªan comprado. Finalmente se alinearon los planetas, cambi¨® la direcci¨®n del MAC, cambi¨® el embajador, pero este presidente [Boric] no tuvo nada que ver¡±, apunta desde el sur de Argentina.

No¨¦, de 88 a?os, y el ¨²nico de los miembros del colectivo que sigue con vida, contin¨²a esc¨¦ptico a la repatriaci¨®n de las obras. ¡°No quiero opinar hasta que lleguen porque estoy cansado de la promesa de que llegan y nunca llegan, hasta que no arriben a Buenos Aires, no lo creo¡±, sostiene en un correo electr¨®nico. Para el curador chileno Ernesto Mu?oz, presidente de la Asociaci¨®n Internacional de Cr¨ªticos de Arte (AICA) y uno de los colaboradores de la familia Deira en las negociaciones, el Grupo Nueva Figuraci¨®n eran ¡°los cuatro grandes pintores de la ¨¦poca¡± de los sesenta y setenta en Latinoam¨¦rica. Un colectivo que ¡°cambi¨® el eje de las relaciones que hab¨ªa en la regi¨®n, muy influenciado por el eje en La Habana¡±, agrega.

A mediados del a?o pasado, el artista y acad¨¦mico Daniel Cruz asumi¨® como director del MAC, en reemplazo de Francisco Brugnoli, quien ejerci¨® el cargo durante 23 a?os. A finales de 2021, la familia Deira logr¨® un acuerdo con la Universidad de Chile, en el que estuvieron involucradas las embajadas de ambos pa¨ªses. El trato consiste en que durante tres a?os las obras pertenecen al MNBA y luego pasan a ser dominio de los herederos de Deira. En las negociaciones anteriores, la Universidad de Chile impon¨ªa dejar estipulado que ¡°donaron¡± los cuadros al museo argentino y que este deb¨ªa qued¨¢rselas. ¡°Eso no lo ¨ªbamos a aceptar de ninguna manera. Es como que yo les dijese que voy a donar la Gioconda, algo que no es m¨ªo¡±, sostiene Silvina Deira.

¡°Las conversaciones para esclarecer el origen de las obras y el por qu¨¦ de su vinculaci¨®n con la Universidad de Chile tom¨® varios a?os de tr¨¢mites e investigaciones¡±, explica Cruz en relaci¨®n a la demora del acuerdo. ¡°Por otro lado, el contexto sobre el cual se desarrolla esta historia se inscribe en un periodo oscuro de la dictadura de nuestro pa¨ªs. Era necesario, despu¨¦s de este tiempo, tomar una decisi¨®n eficaz y clara que contemplara el respeto sobre un patrimonio tan importante como es la obra de Ernesto Deira¡±, contin¨²a.

En ¡°la batalla campal¡± para conseguir la repatriaci¨®n de las obras, como la describe Silvina Deira, Mu?oz fue una pieza clave. ?l la puso en contacto con el embajador chileno en Argentina en 2019, Sergio Urrejola. ¡°?l tom¨® el caso y lo llev¨® a Santiago, con eso el tema sali¨® la esfera de la familia Deira y el museo y se llev¨® a la casa central de la Universidad¡±, apunta Mu?oz por tel¨¦fono. El sucesor de Urrejola, Nicol¨¢s Monckeberg, elev¨® el tema a las embajadas cuando la mayor piedra de tope con que se hab¨ªa encontrado la familia Deira era que las autoridades consideraban que era un tema entre particulares. ¡°Los embajadores no eran de izquierda, como mi padre, pero consideraron que las obras no eran de ellos¡±, remarca Silvina Deira.

La familia decidi¨® donarle un cuadro de Ernesto Deira al MAC en se?al de agradecimiento por conservar las obras. Es un ¨®leo de la d¨¦cada del sesenta titulado El Remolacho. Al otro lado de la cordillera, la serie Identificaciones har¨¢ su debut ante el p¨²blico en una exposici¨®n prevista para julio o agosto en el MNBA. La familia est¨¢ barajando realizar una charla en la muestra con un abogado de derecho internacional porque el caso de las obras ¡°puede marcar un precedente¡±. En la misma l¨ªnea, Cruz, director del MAC, cree que el acuerdo que los ¡°enorgullece¡± invita a ¡°seguir pensando c¨®mo abordar temas complejos¡±, como el de los siete cuadros de Deira que permanecieron medio siglo en Chile.

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