Serrat conquista Nueva York en el arranque de su gira de despedida de los escenarios
El cantautor catal¨¢n repasa los principales t¨ªtulos de sus 56 a?os de carrera en el primer concierto que ofrece tras la pandemia
Bajo un fr¨ªo invernal y entre c¨¢nticos, con Mediterr¨¢neo como himno convertido casi en salmo, un centenar largo de seguidores de Joan Manuel Serrat aguardaban en la calle a medianoche del mi¨¦rcoles su salida del teatro de Nueva York en el que dio inicio su gira internacional de despedida de los escenarios, que terminar¨¢ en Barcelona el 23 de diciembre. En el interior del Beacon Theatre, un recinto centenario con casi 3.000 localidades de aforo ¡ªtodas ocupadas; las entradas vendidas desde hace meses¡ª, el cantautor, el poeta y juglar, el contador de historias y gran seductor de la palabra desgran¨® m¨¢s de una veintena de canciones como resumen de su carrera, 56 a?os en activo, en la que ¡°ning¨²n concierto ha sido uno m¨¢s, jam¨¢s [ha sido] una faena de ali?o¡±, explicaba tras el recital.
Y a fe que el de anoche no lo fue, en absoluto. Tras m¨¢s de dos a?os sin salir a un escenario (¡°desde la ca¨ªda de Joaqu¨ªn Sabina en el concierto de Madrid¡± en febrero de 2020, en v¨ªsperas de la pandemia), Serrat se resarci¨® del confinamiento ante un auditorio entregado, hablante de todos los acentos de Am¨¦rica. ¡°Llevo dos o tres a?os sin cantar, me he convertido en un antiguo debutante¡±, dijo, arrancando las risas del p¨²blico. Am¨¦rica ser¨¢ protagonista de la mitad de la gira de despedida ¡ªde los escenarios, pero no de la m¨²sica¡ª del noi del Poble Sec, con platos fuertes como los cuatro conciertos que ofrecer¨¢ en Buenos Aires y para los que apenas si quedan entradas.
Yo nac¨ª es Ginebra, Suiza, y pese a veranear en el Mediterr¨¢neo de peque?a nunca he vivido en la costa de este mar. No obstante, cuando escucho ¡°Nac¨ª en el Mediterr¨¢neo¡± de Serrat lo canto y bailo como si fuese mi himno ? pic.twitter.com/1rjeTkRZGa
— Sarah Y¨¢?ez-Richards (@SarahYanezR) April 28, 2022
Igual que el de este 27 de abril (¡°festividad de la patrona de Catalu?a, la Moreneta, y tambi¨¦n fecha de la muerte de mi padre, hace 43 a?os¡±), un concierto en el que fue contando historias entre canci¨®n y canci¨®n, para intentar definir qu¨¦ es exactamente eso, el material del que est¨¢ hecha su carrera ¡ªsu vida¡ª y que ha puesto banda sonora a la existencia de millones de personas, a uno y otro lado del Atl¨¢ntico. Ese prop¨®sito, explicar la magia de lo que lleva d¨¦cadas haciendo, le permiti¨® articular el concierto intercalando cl¨¢sicos, como Algo personal y Para la libertad, este ¨²ltimo en una versi¨®n apote¨®sica; Luc¨ªa, Se?ora, Hoy puede ser un gran d¨ªa o las Nanas de la Cebolla, sobre el poema de Miguel Hern¨¢ndez, con tesoros algo menos populares, como el precioso Romance de Curro El Palmo, una copla triste como todas las coplas, eco directo de la educaci¨®n sentimental de la posguerra que tanto reivindicara su amigo V¨¢zquez Montalb¨¢n y que el propio Serrat mam¨® de sus mayores.
Sones de copla, tambi¨¦n de flamenco: las melod¨ªas de la radio y los patios de vecindad que le acunaron de peque?o y que, junto a las letras de los grandes poetas de Espa?a y Latinoam¨¦rica, forjaron su sensibilidad y su est¨¦tica. En el concierto hubo recuerdos para los que ya no est¨¢n: para el gran Atahualpa Yupanqui, para Alberto Cortez, ¡°para tantos amigos, cada vez m¨¢s, que me faltan¡±.
La ternura de Can?¨® de Bressol, la nana inspirada en su madre, una mujer fuerte y luchadora en medio de las penurias de posguerra, hallaba su equivalencia en el amor parental de Esos locos bajitos, uno de los bises, y que tambi¨¦n derrocha un amor m¨¢s fuerte que la vida. Pen¨¦lope, a petici¨®n del p¨²blico, se med¨ªa con la versi¨®n m¨¢s rompedora y moderna ¡ªgracias a unos m¨²sicos excelentes¡ª de Mediterr¨¢neo, la banda sonora de muchas generaciones. ¡°Una canci¨®n, seg¨²n la definici¨®n de la Academia, es la uni¨®n de m¨²sica y letra para ser cantada, pero eso es un matrimonio de conveniencia. Una canci¨®n de verdad es cuando la m¨²sica habla y cuando la letra canta, cuando hay una historia¡±. El humor marca de la casa hilvan¨® un rosario de recuerdos, memorias y emociones, incluidas las de la p¨¦rdida.
Emocionado (¡°aunque no debes dejarte llevar por la emoci¨®n para sacar adelante un concierto¡±), vitoreado de continuo por el p¨²blico, que interrump¨ªa con aplausos sus canciones o las coreaba verso por verso, Serrat subray¨® su compromiso con la libertad y solo se puso serio para, al cerrar el concierto tras m¨¢s de dos horas y media de entrega rec¨ªproca ¡ªdesde los m¨²sicos y desde el p¨²blico¡ª, alertar de los males de la tierra. ¡°Duele mucho pensar la porquer¨ªa de testamento que dejaremos a nuestros hijos. Si en alg¨²n momento nos volvemos a encontrar, espero que la palabra ma?ana sea un sin¨®nimo de vida¡±.
Lo hizo con Pare (Padre), la canci¨®n en catal¨¢n que compuso en 1973, y de la que nunca lleg¨® a imaginar que mantuviera, tristemente, su vigencia 50 a?os despu¨¦s. ¡°El campo ya no es el campo / Ma?ana del cielo llover¨¢ sangre / El viento lo canta llorando¡±.
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