Se cumplen 30 a?os de la muerte de Manolo Montoli¨² en La Maestranza

El 1 de mayo de 1992, hoy se cumplen 30 a?os, muri¨® en la plaza de toros de La Maestranza de Sevilla el torero Manolo Montoli¨² al banderillear al primer toro de la tarde, de nombre Cubatisto, de la ganader¨ªa de Atanasio Fern¨¢ndez.

El cr¨ªtico taurino de EL PA?S, Joaqu¨ªn Vidal relataba as¨ª al d¨ªa siguiente la cogida: ¡°El percance se produjo alrededor de las 18.40. En el momento de ejecutar la suerte, el toro hundi¨® el pit¨®n en un costado del torero, y seguidamente, sin que hubiera llegado a caer al suelo, le estuvo pegando cornadas en el abdomen, el pecho y las axilas. Cuando el toro dej¨® de cornear y acudi¨® al quite que hac¨ªan los diestros y sus cuadrillas, Montoli¨² cay¨® al suelo sangrando copiosamente por las heridas y por la boca. El toro le hab¨ªa partido el coraz¨®n y los pulmones. Sus compa?eros se lo llevaron a la enfermer¨ªa, y en el ruedo qued¨® un gran charco de sangre. El infortunado torero lleg¨® al quir¨®fano desangrado y pr¨¢cticamente muerto¡±.

El toro estaba marcado con el n¨²mero 27, era negro y pesaba 598 kilos. ¡°Se trataba de un animal grande, cuajado y serio, de pitones no muy desarrollados, pero vueltos, que blande¨® mucho en los primeros capotazos¡±, contaba Vidal. ¡°A pesar de esta evidente deficiencia f¨ªsica, derrib¨® con facilidad al caballo del picador dos veces, y qued¨® reserv¨®n, sin apenas embestida, perdiendo las manos con frecuencia. Cambiado el tercio, entr¨® a banderillear Montoli¨². Lo hizo a su estilo, planteando la suerte en corto, con templanza y ganando la cara por el pit¨®n derecho, que era el de su preferencia. Reuni¨® en la cara, con mucha verdad, y prendi¨® en lo alto los palos, momento en que el toro, que no se hab¨ªa arrancado al cite -pues desarrollaba sentido y estaba a la defensiva- le hundi¨® el pit¨®n¡±.

Eran las siete menos cuarto de la tarde. Diez minutos despu¨¦s ya se sab¨ªa que hab¨ªa muerto, escrib¨ªa al d¨ªa siguiente Juan M¨¦ndez. Jes¨²s Loscertales, catedr¨¢tico de cirug¨ªa, adelant¨® la noticia. Sali¨® de la enfermer¨ªa, adonde lleg¨® para ofrecer sus servicios, con el rostro marcado por la desgracia. ¡°Ha muerto, tiene el coraz¨®n partido en dos. No se puede hacer nada¡±, dijo. La noticia se hizo oficial cuando pasaban cinco minutos de las siete de la tarde.

¡°Desgraciadamente, Montoli¨² ha muerto¡±. Ram¨®n Vila inici¨® as¨ª la lectura del parte facultativo que dec¨ªa lo siguiente: ¡°Herida inciso contusa por asta de toro en base y cara externa del hemit¨®rax derecho, que rompe el diafragma, desgarra arterias suprahep¨¢ticas, rompe la base del pulm¨®n derecho y cara superior del pericardio, atravesando ventr¨ªculo derecho y aur¨ªcula izquierda, rompiendo l¨®bulo superior del pulm¨®n izquierdo, llegando hasta la base izquierda del cuello. Ingresa sin pulso, sin reflejos, y sin respiraci¨®n espont¨¢nea. Se procede a toraxcotom¨ªa, intubaci¨®n y maniobra de resucitaci¨®n, sin que se pueda lograr en ning¨²n momento la misma¡±. Vila coment¨® que el torero lleg¨® casi sin sangre a la enfermer¨ªa. ¡°No lleg¨® a reaccionar, estaba desangrado, s¨®lo le quedaba un resto en las venas¡±.

Manolo Montoli¨², cuyo nombre real era Jos¨¦ Manuel Calvo Bonich¨®n, hab¨ªa nacido el 5 de enero de 1954 en Valencia. Su padre era picador, y ¨¦l debut¨® con picadores en 1973, y entre los a?os 1980 y 1985 form¨® parte de la cuadrilla de diferentes matadores.

Decidi¨® tomar la alternativa en la plaza de Castell¨®n el 2 de marzo de 1986, en la que Julio Robles actu¨® como padrino y en presencia de Espartaco, y la confirm¨® el 11 de mayo. En total, actu¨® en 9 corridas, y a partir del a?o siguiente volvi¨® al escalaf¨®n de subalternos.

Form¨® parte entonces de la cuadrillas de distintos matadores, entre ellos en la de Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares, a cuyas ¨®rdenes toreaba la tarde de su muerte en la plaza de Sevilla.

El tr¨¢gico suceso acaeci¨® diez d¨ªas despu¨¦s de la inauguraci¨®n de la Exposici¨®n Universal de Sevilla, pero 1992 se convertir¨ªa en un a?o tr¨¢gico para la tauromaquia. El 13 de septiembre, en plena celebraci¨®n del gran acontecimiento internacional, la muerte volvi¨® a La Maestranza. El subalterno Ram¨®n Soto Vargas muri¨® al ser corneado por el tercer novillo de la tarde que lo volte¨® a la salida de un par de banderillas.

La cogida de Ram¨®n Soto Vargas fue una de las muchas que sufren los banderilleros. El novillo, con trap¨ªo de toro y 458 kilos de peso, manso como todos sus hermanos, fue muy reserv¨®n en el segundo tercio.

Sin apuros, pero sin lucimiento, hab¨ªan colocado banderillas Soto Vargas y Juan de Triana. Al cerrar el tercio, el primero de ellos fue arrollado tras clavar los garapullos y cay¨® al suelo junto a la barrera del tendido 7. El novillo hizo por ¨¦l en un instante. El banderillero se levant¨® por su propio pie y fue su compa?ero Juan de Triana quien se percat¨® de que ten¨ªa manchado de sangre el forro de la chaquetilla. Trasladado inmediatamente a la enfermer¨ªa, nada hac¨ªa pensar en un fatal desenlace.