Rel¨¢mpagos, truenos¡ y seis petardos
?lvaro Lorenzo y Gin¨¦s Mar¨ªn cortaron sendas orejas barat¨ªsimas ante otra birriosa corrida de Juan Pedro Domecq
Por segundo d¨ªa, tras una jornada soleada, el cielo de emborron¨® a las seis y media de la tarde, y, de pronto, aparecieron la lluvia, los rel¨¢mpagos, los truenos y seis petardos. A mitad del festejo, se aclar¨® el ambiente, volvi¨® la claridad, se escondieron los deslumbrantes y ruidosos fen¨®menos meteorol¨®gicos, pero quedaron los petardos. Ten¨ªan cuatro patas, dos pitones, variada capa, y alma de cabestros. Los seis pertenec¨ªan a la famosa ganader¨ªa de Juan Pedro Domecq, que va de fracaso en fracaso hasta que el pr¨®ximo a?o vuelva a ser contratada tres tardes como en esta feria.
Como la transparencia es un valor abominable en tauromaquia, nunca se sabr¨¢ por qu¨¦ la empresa Pag¨¦s compra tres corrida de este hierro para el abono anual (a¨²n queda la de la Feria de San Miguel). Se supone que as¨ª lo exigen las acomodadas figuras, pero no est¨¢ el asunto nada claro; y la prueba es el cartel de hoy: tres toreros cotizados pero no de los que eligen cartel, ganader¨ªa, d¨ªa y hora. Y all¨ª estaban los toros de Juan Pedro.
?Qu¨¦ hace un torero como Daniel Luque con toros como estos? Me alegra que me haga usted esa pregunta, pero la respuesta quedar¨¢ para siempre en el limbo de los justos. Pasar un mal rato, sin duda, y comprobar c¨®mo pierde una oportunidad de oro para cimentar el triunfo clamoroso del pasado jueves.
Seis toros birriosos, seis petardos en toda regla, salieron al ruedo de La Maestranza para desesperaci¨®n de las cuadrillas y el soberano aburrimiento de los tendidos; los dos ¨²ltimos, del hierro hermano de Parlad¨¦, tuvieron algo m¨¢s de chicha, codicioso fue el ¨²ltimo en los primeros compases del ¨²ltimo tercio, pero sin clase.
Pero este material de desecho no impidi¨® que se cortaran orejas. ?Madre m¨ªa, c¨®mo est¨¢ La Maestranza¡! Y los presidentes, en primera l¨ªnea.
La afici¨®n ha desaparecido; ya era escasa, pero el covid o el miedo al contagio la han alejado de los alrededores del Paseo de Col¨®n. Y lo que queda es un aluvi¨®n de espectadores triunfalistas que a toda costa quieren contar en la feria que han presenciado una corrida estupenda.
Una oreja cada uno pasearon ?lvaro Lorenzo y Gin¨¦s Mar¨ªn, y ninguno de los dos mereci¨® trofeo alguno. Pero el pa?uelo lo mostr¨® un presidente con aura de serio, que ayer ense?¨® su cara m¨¢s populista y triunfalista.
Que no se enga?en los toreros, ni se f¨ªen de los abrazos y felicitaciones de los allegados. No. Porque ni merecieron las orejas, ni estuvieron a la altura que de ellos se esperaba.
Lorenzo pas¨® desapercibido en su primero, de ins¨ªpida dulzura, y estuvo sin estar en ¨¦l, aunque consigui¨® una buena tanda de derechazos en el otro en el contexto de una labor irregular y sin consistencia que no le impidi¨® pasear la oreja en cuesti¨®n.
Mar¨ªn se enfrent¨® ¡ªes un decir¡ª, a un primer toro sin fortaleza alguna, y se encontr¨® con el sexto, el m¨¢s alegre, codicioso y repetidor del encierro. Dio Mar¨ªn muchos pases, pero tore¨® poco, le falt¨® poder¨ªo en su muleta, si bien destac¨® en una buena tanda de naturales al final de la faena.
A Luque (Daniel, olv¨ªdese de Juan Pedro, por favor¡) se le not¨® que no estaba en su salsa. El primero sali¨® picado, era un animal tonto, un suced¨¢neo de cabestro, bobo y adormilado, con el que el torero se permiti¨® mostrar su cara m¨¢s artista, que la tiene, sin epatar. Y el cuarto, falto de pujanza, de recorrido cort¨ªsimo, insulso total, solo le permiti¨® mostrar su aspecto m¨¢s comprometido.
Acab¨® el festejo, menos mal, y que no se enga?en Lorenzo y Mar¨ªn. Todo buen presidente echa un borr¨®n, pero es de inteligente no creerte lo que no es.
Domecq/Luque, Loranzo, Mar¨ªn
Toros de Juan Pedro Domecq-Parladé, correctos de presentación, mansos, muy blandos, descastados y nobles.
Daniel Luque: estocada (ovación); estocada (petición y ovación).
Álvaro Lorenzo: pinchazo hondo _aviso_ y un descabello (silencio); casi entera caída (oreja).
Ginés Marín: dos pinchazos y estocada (silencio); estocada (oreja).
Plaza de La Maestranza. Novena corrida de abono de la Feria de Abril. 3 de mayo. Algo menos de tres cuartos de entrada.
Babelia
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