Duelos de ocho minutos convertidos en exposici¨®n
El artista Pedro Molina muestra una colecci¨®n de dibujos a tinta a partir de poses fugaces de modelos en la sala Espacio Cero de la Universidad de M¨¢laga
Ocho minutos es lo que tiene el artista Pedro Molina (M¨¢laga, 1968) para esbozar sus obras. Es lo que tardan en cambiar de postura los modelos que posan para ¨¦l en sesiones que realiza cada semana junto a un grupo de artistas de M¨¢laga. Son solo 480 segundos, tiempo en el que deben crear unos dibujos apenas esbozados, m¨¢s surgidos de la pasi¨®n del momento que de la reflexi¨®n. Molina y sus compa?eros arrancaron con esta pr¨¢ctica a finales de los a?os noventa y, tras unos a?os olvidada, la retomaron en 2018. Fue cuando ¨¦l apost¨® por mantener tres constantes en su trabajo: formato, materiales y tem¨¢tica. Se traduce en cuartillas de papel utilizadas en vertical, tinta negra y una obsesi¨®n por los rostros de quienes se congelan frente a ¨¦l ocho minutos. ¡°Cuando hay continuidad, hay evoluci¨®n. Ocurren cosas casi sin propon¨¦rtelo¡±, explica el malague?o, que expone 52 de los trabajos realizados en los dos ¨²ltimos a?os junto a 10 esculturas que repasan su trayectoria en la muestra Perversiones de la simetr¨ªa hasta el pr¨®ximo 30 de junio en el Espacio Cero de la Universidad de M¨¢laga.
Con nueve a?os de formaci¨®n en la Escuela de Arquitectura de Sevilla y dos m¨¢s en Bellas Artes en la misma ciudad, Molina se ha adentrado a lo largo de su vida en lo arquitect¨®nico, la decoraci¨®n o el dise?o de mobiliario. El dibujo ha sido una constante en su trayectoria, como su producci¨®n art¨ªstica, que nunca se ha detenido. Su curiosidad le llev¨® a crear un grupo con otros compa?eros para comenzar a trabajar frente a un hombre o una mujer que posan para ellos durante tres horas cada semana. Entre todos acordaron que cada pose se mantendr¨ªa solo ocho minutos, el tiempo que cada uno, en su estilo, tiene para reflejar lo que ve. ¡°El grupo es para m¨ª muy importante. Te aporta una gran disciplina. Alcanzas un gran nivel de concentraci¨®n y lo das todo, algo muy dif¨ªcil de conseguir en casa¡±, explica el artista, que relata que al final de cada sesi¨®n comparten las creaciones, lo que le permite aprender de las visiones del resto de participantes.
De cada sesi¨®n se lleva unos 15 dibujos a su estudio ubicado en la barriada de Churriana, al oeste de la capital malague?a. All¨ª se deshace de casi la mitad nada m¨¢s llegar. A otros les da una segunda oportunidad, hasta que decide hacer lo mismo. ¡°Romperlos es bueno, te empuja a no hacer el tonto mientras dibujas¡±, subraya. Lo habitual es que apenas salve uno o dos trabajos de cada reuni¨®n grupal, bocetos en los que ya trabaja durante horas en casa para rectificar, ocultar, perfilar, rellenar o repintar. ¡°La esencia viene ya, pero este es un periodo m¨¢s de reflexi¨®n y se producen cambios¡±, afirma quien da al fondo y la forma la misma importancia y ha prescindido del color para jugar con las l¨ªneas y dar gran valor a los espacios hasta acercarse a las ilusiones ¨®pticas del arte cin¨¦tico o incluso al surrealismo.
Siempre mantiene la constante de t¨¦cnica y formato. ¡°Incluso cuando la postura del modelo es horizontal fuerzo el dibujo y encuentro una forma de encajarlo en la vertical¡±, asegura Molina, que ha centrado esta muestra en los rostros. Lo hace con l¨ªneas que buscan acentuar las asimetr¨ªas de quienes posan para ¨¦l, algo que le permite ir y venir entre la figuraci¨®n y la abstracci¨®n. El resultado es el que dejan ver las 52 obras realizadas entre los meses de enero de 2020 y 2022, seleccionadas de unos 300 elaborados durante ese periodo. Son figuras a priori simples, con trazas sencillas, con muchas l¨ªnea recta pero tambi¨¦n presencia de curvas.
Hay dibujos donde el rostro es directo, cercano a la figuraci¨®n, como las tituladas La espera, Enso?aci¨®n o Entrelazamiento. En otras prima la abstracci¨®n, proponiendo al espectador un juego para que fije la mirada y se divierta interpretando el dibujo. Cada obra es como un espejo que refleja una imagen diferente seg¨²n qui¨¦n la mire. Es el caso de Sol o Ecuaci¨®n, donde la visi¨®n var¨ªa incluso para el mismo espectador: no hay m¨¢s que recorrer dos veces la muestra para comprobar que durante el segundo recorrido surgen nuevas caras en los dibujos. ¡°Eso es lo m¨¢s sorprendente, el juego que se establece con el p¨²blico. Cada uno puede ver algo diferente. Y descubrir el personaje que hay tras cada obra¡±, dice la comisaria de la exposici¨®n, la periodista Margot Molina.
No ha sido f¨¢cil convencer al artista para exponer su trabajo, algo que ha hecho apenas un pu?ado de veces en su trayectoria. La propia Universidad de M¨¢laga se lo hab¨ªa propuesto con anterioridad, pero el artista nunca consider¨® tener obra suficiente como para mostrarla. Esta vez s¨ª, gracias a esta colecci¨®n de rostros a la que se unen dos esculturas de grandes dimensiones inspiradas en R¨ªmel y Perrito piloto. Tambi¨¦n otra peque?a colecci¨®n escult¨®rica con ocho trabajos realizados entre los a?os 1997 y 2007. Obras a base de madera, tela, corcho y cola de carpintero, material que trabaja con gubia y form¨®n como si fuese un bajorrelieve. Perversiones de la simetr¨ªa se podr¨¢ ver hasta el pr¨®ximo 30 de junio en la sala Espacio Cero, ubicada en El Contenedor Cultural de la Universidad de M¨¢laga, en el campus de Teatinos junto a la facultad de Educaci¨®n.
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