Muere a los 91 a?os Miguel B¨¢ez, ¡®El Litri¡¯, pieza clave de una dinast¨ªa torera

A la edad de 91 a?os, despu¨¦s de que llevaba largo tiempo retirado de toda actividad social, ha fallecido este mi¨¦rcoles el popular diestro Miguel B¨¢ez Espuny, Litri, una figura indiscutible de los a?os cincuenta del pasado siglo. Naci¨® el 5 de octubre de 1930 en la localidad valenciana de Gand¨ªa, pero su familia se traslad¨® pronto a Huelva, donde se erigi¨® un monumento en su honor. Sus restos mortales est¨¢n siendo velados en el madrile?o tanatorio de San Isidro.

Su padre tuvo un primer hijo que tambi¨¦n fue torero, pero padeci¨® la mala fortuna de caer mortalmente herido en la plaza de M¨¢laga en 1926. Curiosamente, el padre se casa con la novia de su hijo y de esa uni¨®n naci¨® en 1930 Miguel B¨¢ez.

A pesar de que el padre hab¨ªa encargado a su mujer que alejara a su hijo del mundo de los toros, el joven Miguel sinti¨® muy pronto la llamada de la sangre, y entre sus genes toreros y el empuje de la afici¨®n de Huelva, que quer¨ªa ver a otro Litri en los ruedos, Miguel se escapaba muchas tardes del colegio para iniciarse en la profesi¨®n que le llevar¨ªa a la gloria.

Desde el primer momento, El Litri se descubri¨® como un joven muy avispado y con la cabeza muy bien amueblada, a pesar de ese aire triste y taciturno que se le vislumbra en la cara.

Miguel comenz¨® su carrera taurina, y Huelva entera torea con ¨¦l y disfruta con sus triunfos. Sus paisanos conocen al momento el resultado de los festejos en los que participa, pues cada tarde tiraban tantos cohetes como orejas cortaba el torero. Era la red social del momento y el mensaje era tan efectivo como ruidoso.

El Litri se consagr¨® como un torerazo y, sin ser un artista, consigui¨® el reconocimiento un¨¢nime de la afici¨®n a base de un enorme valor, un sorprendente sentido del riesgo y una t¨¦cnica envidiable, que encandilaron a los p¨²blicos y lo convirtieron en un torero de masas, en un verdadero ¨ªdolo de multitudes. Era un hombre t¨ªmido, con una gran fuerza como comunicador en el ruedo que estremec¨ªa a los espectadores.

Esa fuerza tremendamente emocional de hacer viva la presencia del riesgo es lo que situ¨® a Litri en un puesto de excepci¨®n. Fue un torero de una gran personalidad, rompedor, el primer torero tremendista de la historia del toreo, al que, curiosamente, gustaban los toreros de arte, y ¨¦l mismo as¨ª lo reconoc¨ªa: ¡°Ese es el toreo que yo no pude hacer porque lo m¨ªo era el valor¡±.

Fue asimismo el creador del litrazo, que consist¨ªa en citar al toro de lejos con la muleta escondida tras el cuerpo, y cuando el animal estaba a punto de llev¨¢rselo por delante, le ense?aba la muleta y desviaba la trayectoria del toro mientras el p¨²blico se pon¨ªa en pie y lo aclamaba como un aut¨¦ntico h¨¦roe. Sol¨ªa torear mirando al tendido, le gustaba muletear de rodillas y la tarde de la alternativa de Antonio Ord¨®?ez en Madrid (28 de junio de 1951) lleg¨® a tumbarse delante del toro.

Fue un torero de gran pundonor y muy competitivo. Supo administrar muy bien sus fuerzas y su carrera, lo que le permiti¨® retirarse en varias ocasiones y volver con la misma fuerza a los ruedos.

Hab¨ªa tomado la alternativa en Valencia el 12 de octubre de 1950. Su primera retirada fue en 1952 y volvi¨® en 1955. Volvi¨® a apartarse en 1959 para protagonizar la pel¨ªcula El Litri y su sombra, que es un emocionado homenaje a la dinast¨ªa de los Litri y su uni¨®n estrecha a Huelva.

De nuevo vuelve en 1964 y se retira en el 65 por una cogida, pero volvi¨® en 1966. Se cas¨® al a?o siguiente y abandon¨® otra vez los ruedos. El torero reapareci¨® en 1968 para inaugurar la nueva plaza de Huelva. La ¨²ltima vez que visti¨® de luces fue el 26 de septiembre de 1987 para dar la alternativa a su hijo, Miguel B¨¢ez Spinola, en Nimes (Francia).

En cada una de sus reapariciones nunca rehuy¨® las plazas de responsabilidad, como Sevilla y Madrid, y fue capaz de mantener y reavivar el calor del p¨²blico, de modo que sali¨® siete veces por la Puerta Grande de Madrid.

Litri pose¨ªa la Medalla al M¨¦rito de las Bellas Artes y la Medalla de Andaluc¨ªa. Los que le conocieron han se?alado siempre que si como torero fue una primera figura, tambi¨¦n fue un humano excepcional. Un hombre sencillo, llano, bondadoso. Una buena persona, a quien le ha gustado siempre estar rodeado de sus amigos.

Aficionado a los fogones, era un excelente cocinero de la paella (no se olvide que naci¨® en Gand¨ªa) y de las papas de choco, un plato t¨ªpicamente onubense.