Pedro Casablanc, el secundario que lo hace todo en el cine espa?ol: ¡°Actuar es m¨¢s f¨¢cil de lo que algunos nos quieren hacer creer¡±
El actor, con una veintena de pel¨ªculas desde 2020 y ocupado por el teatro y la televisi¨®n, triunfa con la serie ¡®Querer¡¯ y aparece en peque?os papeles en ¡®La infiltrada¡¯, ¡®1992¡ä y ¡®La espera¡¯: ¡°El ¨¦xito real ser¨¢ cuando no me sigan pidiendo hacer una prueba. Con 61 a?os, y todav¨ªa me tienen que valorar¡±
Cuando Pedro Casablanc (Casablanca, Marruecos, 61 a?os) acaba la sesi¨®n de fotos en la librer¨ªa cinematogr¨¢fica Ocho y Medio, en Madrid, se?ala los p¨®steres colgados en la pared y bromea: ¡°Dec¨ªs que salgo en todas las pel¨ªculas, pero no entiendo por qu¨¦, en las de esa pared, en ninguna; aqu¨ª, solo una [1898: los ¨²ltimos de Filipinas] con un papelito, en esa [Madres paralelas] sale mi voz... es mentira que salga en todas¡±. En realidad, aunque bromee, tener dos pel¨ªculas entre menos de las dos decenas de filmes seleccionados de la historia del cine en este espacio no es mala media.
Porque los n¨²meros no mienten. Desde 2020, Casablanc cuenta con cr¨¦ditos en 23 largometrajes y 14 series, sin sumar numerosos cortos (incluyendo Extra?a forma de vida, de Pedro Almod¨®var), obras de teatro (sigue de gira con su mon¨®logo sobre Valle-Incl¨¢n) o trabajos eliminados en montaje, como en la pr¨®xima ?Es el enemigo? La pel¨ªcula de Gila. Aun as¨ª, sostiene que no trabaja tanto: ¡°Lo que pasa es que me solicitan para muy poco tiempo. En una semana se pueden hacer tres pel¨ªculas. Acepto intervenciones muy peque?as porque necesito trabajar. Son jornadas que te hinchan el curr¨ªculum, y se ve desproporcionado. Mis interpretaciones son de comer una tapa en cada bar y Luis Tosar, Javier Guti¨¦rrez y Antonio de la Torre comen en un restaurante con mesa y mantel¡±. As¨ª, ¡°picando piedra¡± ¡ªcomo describe su oficio¡ª, se ha convertido en un rostro reconocido, sobre todo en televisi¨®n. Su primer bombazo fue el personaje de El Ruso en la serie Polic¨ªas (¡°Hasta se disfrazaron en los carnavales de C¨¢diz con peluca rizada¡±), y luego le paraban por la calle por Isabel, Los hombres de Paco (¡°rod¨¦ solo tres d¨ªas¡±), Motivos personales o Los Farad.
Casablanc tiene una complexi¨®n cuadrada y una voz grave. Atributos que hacen que los cineastas sepan que con su sola presencia, todo quede dicho, incluso en segundos de metraje. ¡°Me encantar¨ªa elegir personajes, pero ven un rostro. Me da apuro hablar de m¨ª, pero soy ese tipo fuerte, de rostro duro. Como Charles Bronson¡±, dice echado para atr¨¢s en una silla, mientras toma un caf¨¦ (largo de caf¨¦).
El actor se ha vestido para las fotos con una chaqueta que, reconoce, tom¨® prestada de unos premios la noche anterior: ¡°El lujo en esta profesi¨®n es mentira. Todo falso. Voy disfrazado¡±. Habla de manera afable e ir¨®nica, como nunca har¨ªan sus personajes, habitualmente militares, polic¨ªas, hombres encorbatados y villanos. En La infiltrada, segunda pel¨ªcula espa?ola m¨¢s taquillera de 2024, es un bur¨®crata contra ETA. ¡°Creo que fue un d¨ªa de trabajo, tres escenas. Y en la serie 1992, de ?lex de la Iglesia, estuve tres d¨ªas¡±, dice este int¨¦rprete que ha recorrido todo el cine espa?ol. Incluso pas¨® por aquella maldita Manolete. Su trabajo con Arantxa Echevarr¨ªa (con quien coincidi¨® en D¨ªas mejores) le devuelve al mundo de ETA, que fue uno de sus primeros papeles en pantalla, D¨ªas contados (Imanol Uribe, 1994), donde era un presidiario, y tambi¨¦n El asesinato de Carrero Blanco (Miguel Bardem, 2011). Adem¨¢s, se asoma estos d¨ªas a Filmin como un oscuro terrateniente en La espera.
Pero el papel que marca su a?o es uno m¨¢s dif¨ªcil de definir, el de la serie Querer, de Alauda Ruiz de Az¨²a, que lo devuelve al banquillo de un juicio, ahora no por corrupci¨®n como en B, sino acusado por su esposa de violencia sexual. ¡°En cine todo est¨¢ sometido a tu f¨ªsico, pero muchas directoras me han sacado de ah¨ª. Como Celia Rico, en Viaje al cuarto de la madre, que me sac¨® de B¨¢rcenas, de tipos con dinero. Alguien tiene que hacerlos y son divertidos, pero en la vida trabajo lo contrario: sensibilidad, delicadeza¡ Es lo bueno de la doble mirada de Querer. Es un tipo ¨¢spero y duro, pero tiene una llaga, es sensible, est¨¢ dolido...¡±, reflexiona. ¡°Todo en el comportamiento sobre el machismo ha cambiado de la noche a la ma?ana. Y cuesta asumirlo. Por eso aparecen hombres que ven el cambio con miedo, que hablan de feminazis. Hace falta mucha educaci¨®n, pero tampoco parece interesar, porque estamos en un momento de depurar con lej¨ªa. El proceso es duro, grave y conlleva riesgos, y adem¨¢s resulta desigual. Ves elegido en Estados Unidos a un delincuente y abusador, pero, en cambio, Kevin Spacey no puede sacar la cabeza. Espero que luego venga la reeducaci¨®n¡±, analiza al entender el mundo que mira su personaje, que esta vez s¨ª lo coloca en el centro del relato.
A Casablanc le sigue sin gustar el t¨¦rmino de ¡°secundario¡±. ¡°Cuando de peque?o quer¨ªa ser actor, nunca dije quiero ser secundario, igual que ning¨²n ni?o quiere ser cr¨ªtico. Es lo que toca. Pero me gusta m¨¢s el t¨¦rmino ingl¨¦s de supporting character¡±, que se traducir¨ªa como personaje de apoyo.
¡°Ser¨ªa feliz si viviera a lo Robinson Crusoe, en una cueva, y que de vez en cuando me llamaran para una pel¨ªcula, pero solo por poder mantener la cueva. Intento no entrar en la exhibici¨®n p¨²blica, me gusta estar tranquilo y a mi bola, pintando¡±, explica este frustrado artista, que vive en ¡°el campo¡±, en Torrelodones (Comunidad de Madrid), y a quien solo le gusta la ciudad ¡°para venir un rato¡±. Desde esa desconexi¨®n aboga por que se sepa lo menos posible de los actores: ¡°Si fuera joven, me dedicar¨ªa a otra cosa; no ser¨ªa capaz de exponerme y vender mis virtudes f¨ªsicas en la playa. Un mito que se me ha ca¨ªdo es Anthony Hopkins, que desde que se ha hecho mayor baila en tiktoks y sale en todas partes haciendo el imb¨¦cil. Ahora la vida de la gente es una pel¨ªcula, como le ha pasado a Rodolfo Sancho, y yo creo que deber¨ªa conocerse muy poco. Pierden su aura¡±. De Instagram, que es la ¨²nica red social que mantiene, dice que se ha convertido en el ¡°peloteo de los famosos y defenestramiento de pobres desgraciados¡±.
Algo de ¨¦l, eso s¨ª, se sabe. Pedro Casablanc es en realidad Pedro Manuel Ortiz Dom¨ªnguez, quien vivi¨® sus primeros 17 a?os en la Casablanca reci¨¦n independizada de Francia con ¡°una educaci¨®n muy francesa¡±. ¡°En Marruecos vi mucho teatro y me empap¨¦ del cine franc¨¦s de la ¨¦poca. Mis referentes eran Belmondo y Delon. Acab¨¦ COU [curso preuniversitario] en un instituto espa?ol, hice la Selectividad y me fui a Sevilla a hacer Bellas Artes. All¨ª empec¨¦ a ver cine espa?ol¡±, recuerda. As¨ª desarroll¨® una vida volcada en la interpretaci¨®n y tambi¨¦n un mote que es hoy nombre: ¡°Como era de Casablanca, en el teatro era ¡®el Casablanc¡±. Le sigue gustando dibujar, si bien reconoce que estudi¨® la carrera por ¡°seguridad familiar¡±. ¡°Por la posibilidad de ser funcionario, y sacar oposiciones para dar clases de dibujo¡±. Pero suspender el ¨²nico examen al que se present¨® fue el pistoletazo para su carrera actoral: ¡°Fue suspender y decir: voy a cambiar mi vida¡±. Aunque las series y pel¨ªculas llegaron a los 30 a?os, ya con tute teatral.
Mientras fuma un cigarro prestado, este actor asegura que, como dec¨ªa Fernando Fern¨¢n G¨®mez, podr¨ªa vivir sin hacer nada, aunque el teatro lo sigue llamando. No es raro encontrarlo en un escenario. ¡°En teatro he hecho de todo, comedia, travestismo y ahora canto haciendo de Ram¨®n G¨®mez de la Serna¡±, en Don Ram¨®n Mar¨ªa del Valle-Incl¨¢n. Casablanc todav¨ªa anhela que lo llamen de un musical para la Gran V¨ªa, como hizo su admirado Richard Burton con Camelot. Tuvo que rechazar La jaula de las locas y se conform¨® con Explota explota en cine. ¡°Rodaba Polic¨ªas y, tras la jornada, iba a Zamora a hacer una funci¨®n. Mis grabaciones se adaptan a las funciones. El teatro me hace mantener los pies en la tierra. Nunca me he cegado con el ¨¦xito r¨¢pido, porque ni es r¨¢pido ni es ¨¦xito. Eso ser¨¢ cuando no me sigan pidiendo hacer una prueba. Con 61 a?os, y todav¨ªa me tienen que valorar¡±, se?ala, y reconoce que ha rechazado papeles por teatro, por ejemplo Los fantasmas de Goya. Ni siquiera su nominaci¨®n al premio de la Academia por B en 2016 lo desvi¨®: ¡°No me hice ilusiones de que llegaran m¨¢s papeles. Ten¨ªa ofertas con directores como Fernando Trueba y Agust¨ª Villaronga, pero no pude porque quer¨ªa seguir en [la serie] Mar de pl¨¢stico. Y tener ese trabajo es un privilegio¡±.
Se conforma con haber trabajado con Almod¨®var (¡°me hab¨ªa visto mucho en teatro y me busc¨® para Dolor y gloria¡±), Steven Soderbergh, en Che (¡°no sab¨ªa donde estaba y me enter¨¦ al final de que estaba escondido detr¨¢s de la c¨¢mara con una gorra¡±), Alejandro Amen¨¢bar, Andr¨¦s Lima, John Madden, Jean-Jacques Annaud (¡°la peor pel¨ªcula que el pobre ha hecho en su vida¡±, Su majestad minor), Jos¨¦ Luis Garci (¡°un t¨ªo culto y que crea un buen ambiente¡±) o Isabel Coixet (¡°conect¨¦ mucho¡±). Pero nunca le dir¨ªa que no a volver con David Trueba. Ha aprendido un poco de todos ellos y le gustar¨ªa dirigir cine, tras hacerlo en teatro y en cortometrajes. Reconoce, aun as¨ª, que es perezoso para lucharlo: ¡°Sacar proyectos adelante es muy dif¨ªcil y el camino es demasiado largo¡±.
En ese teatro que se refugia, Casablanc tambi¨¦n echa de menos, como en la sociedad, un poco de nivel cultural: ¡°El de teatro sol¨ªa ser un actor culto, le¨ªdo, inteligente, formado, con expresi¨®n corporal, que se conoc¨ªa a los cl¨¢sicos...¡±. Tambi¨¦n lo echa de menos en pol¨ªtica: ¡°Yo fui votante de Podemos y me defraudan en lo poco cultos que son. Volvemos al f¨²tbol, a Nadal, pero Almod¨®var gana en Venecia y est¨¢ solo¡±.
¡°Para m¨ª, este trabajo es un disfrute, y no lo entiendo sin el gozo. Tengo reservas con quien transmite el sufrimiento, como Daniel Day Lewis, no lo veo necesario¡±. Para ¨¦l, esto es un oficio: ¡°Si me llega un personaje que me afecte en lo personal, prefiero no hacerlo. Me da la impresi¨®n de que es m¨¢s f¨¢cil de lo que algunos nos quieren hacer creer. Ese mensaje de lo complicado que es suena a marketing. A m¨ª ni me agobia el resultado, conf¨ªo en el director¡±, apunta. Le llegan muchos ¡°papeles peque?os con guiones peque?os¡±, pero este cin¨¦filo empedernido de lo que realmente disfruta es del descanso: ¡°Leo mucho, voy al cine, al teatro, viajo... incluso si soy el que est¨¢ en todas las pel¨ªculas y series del mundo¡±. Y ah¨ª le seguiremos viendo: ¡°No me puedo jubilar, no puedo decir que ya no trabajo m¨¢s. Si Broncano me preguntara cu¨¢nto dinero tengo, dir¨ªa que no como para jubilarme¡±. Incluso aunque sea el actor que lo hace todo en Espa?a.
Babelia
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