Yasmina Khadra: ¡°Tengo lectores hasta en J¨²piter¡±
El autor argelino que usa un seud¨®nimo de mujer vive parte del a?o en Espa?a: ¡°Es el ¨²nico pa¨ªs donde me siento feliz¡±
Yasmina Khadra no es solo uno de los autores m¨¢s apreciados del mundo, sino adem¨¢s miembro del escaso club de hombres que adoptaron seud¨®nimo de mujer. Mientras enormes escritoras se sintieron obligadas a esconderse bajo nombres masculinos como George Sand, George Eliot o Fern¨¢n Caballero para poder publicar y verse aceptadas, el militar argelino Mohammed Moulessehoul hizo el proceso inverso: eligi¨® el nombre de su esposa para escribir en libertad. A sus 66 a?os, el autor exiliado en Francia publica en Espa?a La sal de todos los olvidos (Alianza), una de las estrellas del reciente festival Valencia Negra, donde nos encontramos.
Pregunta. Usted busc¨® un seud¨®nimo para escribir en libertad. ?Por qu¨¦ un nombre de mujer?
Respuesta. En el Ej¨¦rcito empec¨¦ escribiendo con mi verdadero nombre, pero el mando militar quer¨ªa controlar mis textos y decid¨ª pasar a la clandestinidad. Estuve 11 a?os escribiendo en la clandestinidad. ?Por qu¨¦ mi mujer? Hicimos un trato: yo escribo la novela y ella cobra. Con ello reconozco adem¨¢s todo lo que ha hecho por m¨ª. Sin ella, yo no habr¨ªa conseguido nada en la vida. Es una forma de rendirle homenaje de forma constante.
P. ?Y qu¨¦ ha hecho?
R. Todo. Me apoy¨® durante la guerra terrorista [contra el islamismo, en los noventa]. Ha sido mi raz¨®n para sobrevivir a esta guerra. Se desplaz¨® por todas partes conmigo, a cualquier pueblo perdido del Sahara, ha sido n¨®mada conmigo y ha recorrido toda Argelia conmigo. Me ha dado tres hijos maravillosos y me ha amado tanto como yo la amo. Incluso ha aceptado exiliarse conmigo. Podr¨ªa escribir una novela sobre el valor que ha mostrado mi mujer.
P. ?Se considera un exiliado, entonces?
R. Todos los escritores lo somos al crear un mundo que solo nos pertenece a nosotros. La ¨²nica patria en que nos sentimos en casa, a gusto, es en las palabras, los textos. Para m¨ª escribir es una manera de vengarme de todo lo que la realidad me tira a la cara.
P. Entr¨® en el Ej¨¦rcito con nueve a?os. ?Por qu¨¦?
R. Mi padre, que era oficial del Ej¨¦rcito, me meti¨® interno en una instituci¨®n militar, una escuela de cadetes. Jam¨¢s lo eleg¨ª, pero acept¨¦ mi destino porque soy un hombre del Sahara y desde ni?os nos han ense?ado que nunca sabremos lo que nos deparar¨¢ el futuro. He seguido mi destino. Al principio fue un tanto extra?o, pero gracias a los problemas, a los da?os e inconvenientes que he sufrido en la vida me he convertido en el hombre que soy hoy.
P. ?Y sus padres han sabido que abandon¨® el Ej¨¦rcito?
R. S¨ª, pero ya hab¨ªa terminado mi carrera militar y solo ten¨ªa una elecci¨®n: o me hac¨ªa general o escritor. Ten¨ªa claro que quer¨ªa ser escritor. Ni mi padre ni mi madre estaban de acuerdo con que dejara el Ej¨¦rcito porque no cre¨ªan en la literatura. Mi madre no sab¨ªa lo que significaba y para mi padre era una p¨¦rdida de tiempo. Pero bueno, cuando vio el ¨¦xito que he tenido en todo el mundo ya pens¨® que tal vez estaba equivocado.
A mi madre la torturaron y perdi¨® un pecho por las descargas el¨¦ctricas, pero no odia a nadie¡±
P. He le¨ªdo que su madre era analfabeta y a la vez una maga de las palabras.
R. No aprendes poes¨ªa en la universidad. La poes¨ªa est¨¢ en el esp¨ªritu o en el coraz¨®n. Y no saber escribir o leer no significa no saber hablar. Yo he encontrado muchos m¨¢s poetas entre analfabetos que entre universitarios.
P. ?Qu¨¦ le ense?¨® su madre?
R. Me ense?¨® a insuflar alma a cualquier cosa. Sab¨ªa decir cosas con una gran sensibilidad y para ella todo era m¨²sica. Es una mujer que ha sufrido atrozmente, primero, porque su marido hizo la guerra de la independencia y ella fue perseguida por ello durante a?os. La torturaron y perdi¨® un pecho por culpa de las descargas el¨¦ctricas y, a pesar de todo, nunca ha experimentado odio hacia nadie. Sab¨ªa que el odio no serv¨ªa para nada, porque te destruye a ti antes que a los dem¨¢s.
Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs del mundo donde me siento feliz
P. ?Guarda rencor a Francia?
R. Eso es historia y no porque Francia haya colonizado Argelia voy a odiar a los franceses. Vivo en Par¨ªs con mi mujer y mis tres hijos y mis lectores m¨¢s numerosos est¨¢n en Francia, son cinco millones.
P. Pero en ocasiones ha criticado que no se le haya reconocido en Francia.
R. No quiero hablar de eso. Tengo un problema con ciertos medios literarios que no me han aceptado, no aceptan que el escritor en franc¨¦s m¨¢s traducido del mundo sea Yasmina Khadra. Pero tengo amigos por todas partes, en Espa?a, en Portugal, en la luna y tengo lectores hasta en J¨²piter. Me leen all¨ª, tsiu tsiu tsiu ?he visto a los marcianitos de J¨²piter! (r¨ªe).
P. Vive parte del a?o en Espa?a. ?Cu¨¢l es su relaci¨®n sentimental con este pa¨ªs?
R. Es el ¨²nico pa¨ªs del mundo donde me siento feliz. Ni siquiera en Argelia me siento tan feliz. No s¨¦ por qu¨¦ es, pero hay algo¡ quiz¨¢s el andaluz que todav¨ªa est¨¢ ah¨ª. Y no es el clima, que es el mismo que en Argelia. Tal vez es que la gente est¨¢ menos estresada que en otras partes del mundo, son m¨¢s espont¨¢neos, no te juzgan, si no quieren hablar contigo no lo hacen, pero no por desprecio. La madurez espa?ola es muy evidente.
Se fue de Argelia ¡°porque quer¨ªa ser un escritor libre¡±, dice. Pero su nuevo libro es un regreso a Argelia. Exiliado en Francia, con un pie en Espa?a y otro en su pa¨ªs, se puede decir que ha conseguido la libertad.
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