Una delirante pel¨ªcula sobre Elvis reduce al rey del rock a un mareante ¡®souvenir¡¯
Baz Luhrmann presenta en Cannes su ¡®biopic¡¯ sobre el rey del rock mientras Ethan Coen y Brett Morgen estrenan sendos documentales sobre Jerry Lee Lewis y David Bowie
Con su mal¨¦vola chispa, Jerry Lee Lewis despacha as¨ª la relaci¨®n de Elvis Presley con su pol¨¦mico manager, el coronel Tom Parker: ¡°Elvis fue Elvis por el coronel Parker, que lo trataba como a un mono en una jaula. Quiz¨¢ me hubiese ido mejor con un coronel Parker, pero me temo que no hubiera podido conmigo¡±.
Si hace un a?o el documental de Todd Haynes sobre la Velvet Underground reconstru¨ªa de forma brillante el nacimiento de uno de los sonidos que cambi¨® la cultura contempor¨¢nea, en esta nueva edici¨®n de Cannes coinciden Elvis, el delirante biopic del australiano Baz Luhrmann sobre el rey del rock y sendos documentales de Ethan Coen y Brett Morgen sobre Jerry Lee Lewis y David Bowie respectivamente. Si Jerry Lee Lewis: Trouble in Mind destaca por su virtuoso montaje y por recordar al mundo que el ¨²ltimo pionero del rock sigue vivo (86 a?os), Moonage Daydream, de Brett Morgen, es una inmersi¨®n en uno de las figuras m¨¢s transformadoras y luminosas de la m¨²sica pop, David Bowie.
Pero el Rey es el Rey y Elvis acapara todos los focos de un festival que ha reservado a Baz Luhrmann los honores de una superproducci¨®n con Tom Hanks en la piel de Tom Parker y el joven actor Austin Butler en la del mito nacido en una barraca de Tupelo (Misisipi). Elvis es un biopic barroco y efectista confuso para quienes no conozcan la historia y cargante para los que s¨ª. La exaltaci¨®n kitsch que se monta el director de Moulin Rouge acaba siendo un delirio estomagante: la suma de Luhrmann y Graceland es sencillamente demasiado.
Pero lo peor de la pel¨ªcula no es su previsible extravagancia ni su (por otro lado, cuidad¨ªsima) est¨¦tica (ropa de Miu Miu y Prada, zapatos de Manolo Blahnik), sino c¨®mo reduce la vida del m¨²sico a la de una especie de superh¨¦roe de c¨®mic destruido por un villano con tripa y puro. La penosa infantilizaci¨®n del personaje lo denigra hasta reducirlo a un souvenir de feria. Luhrmann convierte su vida en un circo de cinco pistas para ni?os que blanquea su lado humano y por tanto oscuro. Narrada desde su lecho de muerte, Parker rememora c¨®mo se invent¨® al juguete, un mu?eco que obviamente es lo que m¨¢s le interesa al director de una pel¨ªcula que perpet¨²a la idea de aquel mono en una jaula de oro por el que sent¨ªan compasi¨®n hasta sus mayores rivales.
Nacidos los dos en el estudio Sun Records de Sam Phillips, la vida de Jerry Lee Lewis se condensa en esta pel¨ªcula dirigida por Ethan Coen gracias a un fenomenal montaje de Tricia Cooex, pareja profesional y esposa de Coen. Producido por Mick Jagger, Jerry Lee Lewis: Trouble in Mind es un documental cosido a trav¨¦s de archivos y documentos y con una ¨²nica voz, la de un hombre capaz de pegarle un tiro a uno de sus m¨²sicos, casarse siete veces ¡ªla primera a los 16 a?os y la ¨²ltima a los 73¡ª, hacerlo adem¨¢s en los a?os cincuenta con una ni?a de 13, tocar el piano de forma ¨²nica con las manos, los codos y los pies y volver a empezar cuando, hace dos a?os, despu¨¦s de un infarto, tuvo que aprender otra vez a tocarlo.
Si Luhrmann beatifica en Elvis al t¨ªtere roto, Coen da rienda suelta a un verdadero torrente donde se mezcla lo mejor y lo peor de un ser humano. Un tipo que a lo largo de intervenciones y entrevistas televisivas va desgranando, sin profundizar demasiado, pero ofreciendo suficientes claves, una vida a la altura de su apodo: The Killer. Parafraseando a Bruce Springsteen, Jerry Lee Lewis ¡°no toca rock & roll. Jerry Lee Lewis es rock & roll¡±. Un icono controvertido al que le gusta coquetear con sus demonios: ¡°En realidad soy un buen chico¡±, dice.
Entre uno y otro, Moonage Daydream, de Brett Morgen, se rinde a la inagotable figura de David Bowie. El documental es un acercamiento muy sensorial a la compleja identidad y belleza de un hombre que abraz¨® la transformaci¨®n y la vida errante. ¡°Yo soy mi principal experimento¡±, afirma el m¨²sico de las mil caras, un ¡°coleccionista de ideas y personalidades¡± que busc¨® y encontr¨® respuestas en Nietzsche, Buda y en su hermano mayor Terry. Hijo de un matrimonio anterior de su madre, fue Terry quien lo introdujo en Jack Kerouac, los beatniks y John Coltrane. ¡°Eso me cambi¨® la vida¡±, asegura Bowie. El hermano, que padec¨ªa esquizofrenia, fue, pese a sus constantes ausencias, una de las figuras m¨¢s importantes de su vida. La fr¨¢gil salud mental de Terry le hizo comprender pronto que se sent¨ªa m¨¢s c¨®modo en lo ca¨®tico y fragmentario. Tambi¨¦n que ¡°todo es basura, y la basura es maravillosa¡±.
Todas sus etapas musicales est¨¢n vinculadas a los lugares en los que vivi¨®: Brixton, Los ?ngeles, Berl¨ªn, Tokio, Jap¨®n, Australia¡ M¨²sico, pintor y actor, en Moonage Daydream se insiste en la transformaci¨®n como eje de su arte, de artista mesi¨¢nico a hombre del espacio. Un aut¨¦ntico esp¨ªritu libre cuya sensibilidad extrema le hizo blindarse contra el amor hasta que, ya en su madurez, conoci¨® a la modelo Im¨¢n. Fue entonces cuando la famosa epifan¨ªa de Heroes, uno de sus himnos m¨¢s universales, se hizo realidad por algo m¨¢s que un solo d¨ªa.
Babelia
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