David Lagercrantz despu¨¦s de ¡®Millenium¡¯: ¡°No hay que escribir pensando en la ¨¦lite¡±
El escritor sueco, autor de las tres ¨²ltimas novelas de la saga creada por Stieg Larsson, arranca una nueva serie de libros policiacos protagonizados por un arist¨®crata y una joven detective de ascendencia chilena
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El escritor sueco David Lagercrantz (Estocolmo, 59 a?os), acompa?ado de su agente, saluda afable a las puertas de un hotel en el centro de Estocolmo, y con indisimulado entusiasmo comenta el plan previsto: paseo por el centro hasta su casa y all¨ª tomar unas copas de vino espumoso. En su apartamento, advierte, habr¨¢ cerca de 40 periodistas que su mujer ha invitado con motivo de un congreso que nada tiene que ver con ¨¦l. ¡°Pero podremos hablar¡±, asegura, divertido por la confusi¨®n, el cruce de agendas y la perspectiva de fiesta.
Hay un toque exc¨¦ntrico en la desenvoltura del extrovertido y exitoso Lagercrantz. Su biograf¨ªa del futbolista Zlatan Ibrahimovic fue el libro m¨¢s vendido en la historia de su pa¨ªs, una obra que le permiti¨® describir lo que ¨¦l llama ¡°la nueva Suecia¡±. Luego, recibi¨® el encargo de continuar la saga Millennium, de Stieg Larsson, proyecto que plasm¨® en tres novelas (Lo que no te mata te hace m¨¢s fuerte, El hombre que persegu¨ªa su sombra y La chica que vivi¨® dos veces), y del que sali¨® m¨¢s que airoso. ¡°Aquello fue una locura. Me contactaron desde la editorial y las primeras reuniones fueron secretas¡±, comenta, y recuerda al editor del sello estadounidense Knopf, el legendario Sonny Mehta, que le brind¨® su apoyo cuando recibi¨® el encargo de continuar los libros de Larsson. ¡°El primer libro de Millenium que escrib¨ª sali¨® en plena crisis de refugiados en 2015 y, sin embargo, la novela estaba en la primera p¨¢gina de los diarios. Fue muy pol¨¦mico. Larsson pertenec¨ªa a la clase trabajadora, yo no. Hubo algunas cr¨ªticas que no eran positivas, pero aquello fue un est¨ªmulo y sobreviv¨ª¡±.
Vestido con abrigo de cuadros y un traje de rayas que combinan a la perfecci¨®n, camina con paso ligero se?alando algunos de los escenarios de su nueva novela, Obscuritas (Destino lo publica el 1 de junio en espa?ol), el libro con el que Lagercrantz arranca una nueva serie detectivesca protagonizada por una curiosa pareja: la joven polic¨ªa de origen chileno Micaela Vargas y el arist¨®crata maniaco-depresivo Hans Rekke. ¡°Ella es dura, viene de un barrio complicado. ?l, sin embargo, procede del privilegio y puede permitirse mostrarse vulnerable. Para escribir tienes que verte dentro de la historia¡±, dice mientras cruza por el and¨¦n de ?stermalm, la c¨¦ntrica estaci¨®n de metro donde el personaje de Vargas salva del suicidio a Rekke.
Durante la gira de promoci¨®n de la ¨²ltima entrega de Milennium, ¡°sumido en esa fase maniaca y depresiva de hacer entrevistas todo el rato¡±, y al tener que responder a la reiterativa pregunta de qu¨¦ era lo siguiente que iba a escribir, pens¨® en reencontrarse de alguna manera con Sherlock Holmes, su ¡°primer amor literario¡±, alguien capaz de desentra?ar asuntos complejos a trav¨¦s de los detalles. ¡°No quer¨ªa ser Stieg Larsson siempre¡±, remata con una carcajada, y se?ala el distinguido edificio en la calle Grevgatan donde reside su nuevo h¨¦roe de ficci¨®n.
Con Rekke, el fr¨¢gil y brillante protagonista de Obscuritas, Lagercrantz comparte los or¨ªgenes aristocr¨¢ticos. El escritor procede de una acaudalada y conocida familia: su abuela era condesa, su padre, Olof Lagercrantz, un reverenciado poeta, escritor y cr¨ªtico, autor de una biograf¨ªa de August Strindberg, que lleg¨® a dirigir el diario Dagens Nyheter. ¡°En mi familia ten¨ªan la idea de que pod¨ªas ser muy exitoso o sufrir una enfermedad mental, algo que no era visto como un estigma, sino con respeto y cierta reverencia¡±, cuenta mientras pasea. En la novela, el personaje de Rekke dice: ¡°Esperaban de nosotros que estuvi¨¦ramos por encima de nuestro tiempo, que apunt¨¢ramos un poco m¨¢s alto que todos los dem¨¢s. Si no, se nos consideraba unos fracasados¡±.
Lagercrantz arranc¨® su carrera escribiendo sobre cr¨ªmenes y sucesos en un peque?o diario fuera de Estocolmo. ¡°La fama de mi padre hizo que fuera visto con muchos prejuicios, pero yo nunca me sent¨ª un intelectual, ten¨ªa que encontrar mi camino¡±, explica, sentado en un balc¨®n de su apabullante apartamento y sosteniendo la prometida copa de espumoso. ¡°El libro que escrib¨ª sobre Ibrahimovic cambi¨® mi vida. Tuvo un enorme impacto y dio esperanza a muchos j¨®venes. Comprend¨ª que no hay que escribir pensando en la ¨¦lite¡±.
Obscuritas se centra en la investigaci¨®n del crimen de un refugiado afgano en Estocolmo despu¨¦s de que arbitrara un partido de f¨²tbol de chavales en 2003. Las c¨¢rceles secretas de la CIA, Guant¨¢namo y el uso de la tortura son temas muy presentes en esta historia. ¡°Necesitas cierta perspectiva temporal para entender, y por eso ech¨¦ la vista atr¨¢s a lo que se desencaden¨® tras el 11-S, a las dos guerras que emprendi¨® Estados Unidos¡±, explica. La m¨²sica tambi¨¦n juega un papel fundamental en la trama. ¡°Para el r¨¦gimen talib¨¢n es una amenaza, igual que el rostro descubierto de una mujer. ?Por qu¨¦? Porque ambas cosas inspiran deseo¡±.
Aunque los personajes de Vargas y Rekke tienen or¨ªgenes y visiones del mundo muy distintas, les une m¨¢s de lo que podr¨ªa parecer a simple vista. Tienen claras tensiones con sus respectivos hermanos y conocen de cerca el problema de las adicciones, en el caso de Rekke en primera persona. Vargas es, seg¨²n su autor, ¡°una joven que trata de encontrar su identidad y rebelarse¡±, que aprieta los dientes ante los comentarios machistas de sus colegas en la comisar¨ªa, es alguien que sabe luchar y no se permite la debilidad. ¡°Quise ahondar en la relaci¨®n de dos personas que vienen de mundos tan distintos y se encuentran, quer¨ªa que a trav¨¦s de ellos se viera la injusticia que permea la sociedad¡±, explica el autor, y propone visitar a la ma?ana siguiente Husby, el barrio de inmigrantes donde creci¨® su personaje Micaela.
¡°Los que residi?an en Husby¡±, escribe Lagercrantz en su novela, ten¨ªan ¡°restos de granadas y metralla, fragmentos de aquello que se habi?a roto lejos de alli?¡±. Por eso, el hermano de Vargas dice: ¡°No necesito leer los perio?dicos para enterarme de lo que ha sucedido en el mundo, lo veo en mis vecinos¡±.
A escasos 10 minutos en metro desde el centro de la ciudad, los edificios sesenteros con balcones y fachadas pintadas de suaves colores, las cuidadas zonas verdes que los separan, los campos de f¨²tbol donde juegan unos ni?os bien equipados y la biblioteca que conserva en sus archivos los testimonios de los inmigrantes que viven en este barrio desde hace d¨¦cadas no hacen pensar en Husby como un foco de miseria y violencia, sino m¨¢s bien en la materializaci¨®n del Estado del bienestar n¨®rdico. No hay grafitis, ni papeles en el suelo, el barrio es peatonal, con carriles para bicicletas. ¡°Hace unos meses hab¨ªa polic¨ªa en cada esquina por los tiroteos entre bandas¡±, comenta recordando las revueltas y los tiroteos que mantienen a los suecos en vilo, aunque esta ma?ana de finales de abril en Husby no hay ni rastro de los agentes. ¡°La inmigraci¨®n aqu¨ª ahora es m¨¢s isl¨¢mica que latinoamericana, y la crisis de refugiados de 2015 ha provocado un cambio dr¨¢stico y el auge de la extrema derecha¡±, se?ala Lagercrantz. A?ade que se propone escribir cuatro libros m¨¢s sobre Vargas y Rekke; ya trabaja en el siguiente.
?Hay algo en Suecia que pueda explicar la querencia de sus escritores por el crimen y el noir? ¡°Hay una tradici¨®n moral y pol¨ªtica, los anglosajones buscan en esas novelas m¨¢s el entretenimiento¡±, sopesa. ¡°Aqu¨ª hay un sentimiento de seguridad, una cierta confianza en el Estado que te hace caer en la tentaci¨®n de pensar que quiz¨¢ las instituciones no sean tan fiables¡±, reflexiona. ¡°El gran misterio de Suecia es la muerte de Olof Palme y ese sigue sin resolverse. Quiz¨¢ estas novelas que escribimos sean un extra?o spin-off de esa herida¡±, concluye justo antes de despedirse.
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