Rom¨¢n, decisi¨®n y entrega

Rom¨¢n regresaba a Las Ventas despu¨¦s de aquel cornal¨®n que le infiri¨® un toro de Baltasar Ib¨¢n en junio de 2019 en esta misma plaza. Y lo ha hecho como si todo estuviera olvidado, con la sensaci¨®n de que ha superado los fantasmas y vuelve a ser el animoso y bravo torero de siempre. Acab¨® de nuevo en la enfermer¨ªa, pero la herida en el gemelo de la pierna derecha es de menor entidad y ojal¨¢ no le impida hacer el pase¨ªllo el 5 de junio ante los toros de Victorino Mart¨ªn.

Lo ha dado todo, ha sido un ejemplo de decisi¨®n y entrega y as¨ª lo ha captado el p¨²blico, que le ha concedido una oreja en su primero, y le ha obligado a dar la vuelta al ruedo en el otro. Rom¨¢n no tiene fondo art¨ªstico, pero s¨ª le adornan un valor estoico y un arrojo y pundonor muy meritorios. Y eso fue lo que coloc¨® sobre la mesa, y los tendidos le reconocieron su sinceridad y ejemplar actitud.

Le toc¨® el mejor toro de la tarde, el primero, bravo en el caballo, perseguidor en banderillas y exigente, encastado y noble en el tercio final. Rom¨¢n tuvo la gallard¨ªa de tomar la muleta y, sin probatura alguna, lo cit¨® a larga distancia. El toro, de bella estampa y de muy serio trap¨ªo, lo escudri?aba desde lejos, pero acudi¨® presto y humillado al enga?o para que el torero trazara muletazos por ambas manos muy meritorios en tandas largas y ligadas. Falt¨®, quiz¨¢, ese punto de ardor que brota cuando toro y torero se funden en el misterio de la emoci¨®n, y quiz¨¢ pueda afirmarse que la prontitud y la fijeza del toro merecieron un trato m¨¢s hondo, pero fue innegable la disposici¨®n del torero.

La misma que mostr¨® ante el cuarto, un mansurr¨®n complicado, incierto, que embest¨ªa a media altura y que no ofreci¨® facilidades. Rom¨¢n aguant¨® la complejidad de su oponente sin perderle la cara, y aunque su labor tuvo altibajos, prevaleci¨® la firmeza y la seguridad del torero. Cuando intentaba pasarlo con la mano derecha, el toro le infiri¨® una instant¨¢nea y certera cornada en la pierna derecha, que no le impidi¨® acabar la faena. Le pidieron la oreja y dio la vuelta al ruedo, que es lo que se gan¨®; y lo mejor, que demostr¨® que el cornal¨®n del toro de Ib¨¢n parece olvidado.

Otro que tambi¨¦n se llev¨® lo suyo en 2019 fue Gonzalo Caballero la tarde del 12 de octubre. Este era su segundo pase¨ªllo en la feria, y nada m¨¢s abrirse de capa en su primero se llev¨® un susto de esos que te dejan descolocado. Intentaba Caballero meter al toro en el capote cuando se le vino materialmente encima, lo desequilibr¨® pegado a tablas, y, una vez en el suelo, lo levant¨® por los aires, se lo pas¨® de pit¨®n a pit¨®n y a punto estuvo de lanzarlo al callej¨®n. No ten¨ªa cornada aparente, pero el torero acab¨® muy dolorido y se quejaba de la rodilla derecha.

Ese primer toro, distra¨ªdo, sin fijeza, soso y de corta embestida, no le permiti¨® m¨¢s que mostrarse firme y robarle algunos muletazos estimables; tampoco brill¨® ante el quinto, m¨¢s noble, con mejor son, que mereci¨® mucho m¨¢s de lo que le ofreci¨® Caballero. Necesitar¨¢ obviamente recuperar el sitio y la confianza, pero la imagen que ofreci¨® el torero ¡ªt¨¦ngase en cuenta la paliza¡ª no era la m¨¢s halag¨¹e?a para el futuro.

Y a David de Miranda, mal colocado en San Isidro despu¨¦s de su Puerta Grande en 2019, se le vio trist¨®n; decidido y animoso, tambi¨¦n, pero trist¨®n, con escasos recursos para solventar los muchos problemas del peor lote de la tarde. Particip¨® en quites, y se mostr¨® valiente al igual que incapaz de conectar con los tendidos. Comenz¨® con ce?idos estatuarios la faena a su primero, pero sus muletazos ante el blando animal no tuvieron eco, y alarg¨® innecesariamente su trasteo en el sexto, muy soso y con aspecto de birrioso. Sea como fuere, se le ech¨® de menos una actitud m¨¢s rompedora.