Jordi Moll¨¤ se encierra con 65 toros de Osborne para pintarlos
El actor y pintor colabora en un proyecto que homenajea la t¨ªpica estampa en las carreteras espa?olas y celebra los 30 a?os de ¡®Jam¨®n, jam¨®n¡¯
¡°Mucha de mi familia es de Valencia, y para m¨ª el verano empezaba en el viaje en coche de Barcelona a Valencia, atisbando por la carretera las siluetas de los toros y jugando a ver qui¨¦n las descubr¨ªa antes¡±. Jordi Moll¨¤ (L¡¯Hospitalet de Llobregat, 53 a?os) evoca su infancia para ahondar en el inicio de su relaci¨®n con los toros publicitarios que la compa?¨ªa Osborne distribuy¨® durante d¨¦cadas por el paisaje espa?ol. El primero se erigi¨® en mayo de 1957 en Cabanillas de la Sierra (Madrid), en el kil¨®metro 55 de la Nacional I. Aquellos toros met¨¢licos, que crecieron hasta medir 14 metros, no se alejaron mucho de la vida del actor, que debut¨® en el cine en 1992 en Jam¨®n, jam¨®n, la radiograf¨ªa del alma ib¨¦rica realizada por Bigas Luna, que incluye en su paisaje f¨ªlmico a esos inmensos anuncios del brandy Veterano. Por eso, la Fundaci¨®n Osborne ha encargado a Moll¨¤ pintar 65 esculturas de metal, toros a escala, para recaudar fondos y celebrar as¨ª el 65? aniversario de la instalaci¨®n de la primera valla ¡ªactualmente hay 92¡ª, que coincide con las tres d¨¦cadas del estreno del filme de Bigas Luna.
Moll¨¤ presenta ahora en Madrid esa instalaci¨®n, urdida durante cuatro d¨ªas el pasado abril en una de las bodegas de la compa?¨ªa Osborne en El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz). All¨ª se encerr¨® con las 65 reproducciones a escala, aunque realizadas con la misma chapa met¨¢lica. De las 65, 21 est¨¢n en Madrid, desde el jueves 23 de junio, en la G?rna Art Gallery. Otras est¨¢n en Miami, donde reside el actor, que lleva pintando 25 a?os. ¡°Yo me aburro si encaro un solo cuadro¡±, reflexiona Moll¨¤. ¡°Por eso necesit¨¦ solo cuatro d¨ªas para el proceso. Al inicio arranqu¨¦ con cinco a la vez, y hubo un momento que estaba con 20 al mismo tiempo. Acab¨¦ haciendo familias de toros, en un proceso que fue surgiendo seg¨²n avanzaba en la obra¡±. Seg¨²n Moll¨¤, siempre ha sido igual: ¡°En cuanto me mancho con la pintura, conecto¡±.
El proyecto, bautizado como El arte de trascender / El legado del toro, est¨¢ comisariado por Eloy Mart¨ªnez de la Pera y cada silueta se adquiere en una caja donde a la obra le acompa?an una impresi¨®n en papel de todas ellas, con cada reproducci¨®n firmada y numerada por el autor; una vela olorosa como elemento sensorial y el libro Un toro negro y enorme, que en 1994 homenaje¨® a la silueta creada por el dise?ador Manolo Prieto con obras de otros artistas como Alberto Coraz¨®n, ?scar Marin¨¦, Peret, Juan Gatti, Javier Mariscal, Enric Satu¨¦, Mingote, Alfredo, M¨¢ximo, Peridis o Ralph Steadman. ¡°Esperamos que cada artbox refleje la esfera conceptual, est¨¦tica y emocional del toro de Osborne¡±, apunta Mart¨ªnez de la Pera. Las cajas cuestan cada una 20.000 euros, dinero que la Fundaci¨®n Osborne destinar¨¢ a sus dos labores: el mantenimiento de los 92 toros de chapa y a la formaci¨®n de j¨®venes con riesgo de exclusi¨®n social en proyectos gastron¨®micos y hosteleros en El Puerto de Santa Mar¨ªa.
Moll¨¤ habla de dudas de la t¨¦cnica, de la imprimaci¨®n que hubo que dar a la chapa para que agarrara el acr¨ªlico, ¡°y en ello se fue un d¨ªa entero¡±, y de la ventilaci¨®n por los gases de los sprays. ¡°Es curioso, porque yo empec¨¦ a pintar por Bigas Luna, un hombre ultrasensible, que celebraba cada d¨ªa de la existencia. En el rodaje de Jam¨®n, jam¨®n le ve¨ªa muy feliz, y acab¨¦ pregunt¨¢ndole por qu¨¦ ten¨ªa tan buena cara. Gracias a la pintura. He acabado tambi¨¦n enganchado¡±, recuerda. Ante el encierro con 65 toros de chapa, Moll¨¤ asegura que no sinti¨® ¡°ning¨²n agobio, sino responsabilidad¡±. Y se explica: ¡°Soy muy escurridizo, busco y encuentro mi libertad¡±. Los toros contienen numerosos homenajes pict¨®ricos: m¨¢s all¨¢ del obvio a Picasso, tambi¨¦n est¨¢n las referencias a T¨¤pies, a Pollock, a Chillida, a Basquiat o ¡°al arte africano¡±.
Pintar, antes que actuar
El actor reside en Miami. Cuando empez¨® la pandemia, estaba en Madrid y volvi¨® apresuradamente a su residencia en Florida, ¡°porque es m¨¢s espaciosa para pintar y m¨¢s cercana a la naturaleza¡±, y all¨ª se qued¨®. Aunque acostumbrado a pintar en el exterior, a veces tiene que ¡°luchar contra huracanes¡±, asegura. Moll¨¤ cuenta aventuras de c¨®mo logr¨® suministros art¨ªsticos para proseguir con su arte durante el confinamiento ¡°de manera clandestina¡±. Resume: ¡°A veces, cuanto menos tienes, m¨¢s te inventas¡±. Por cierto, uno de sus vecinos en Miami es Harmony Korine, y con ¨¦l ha rodado hace 10 d¨ªas ¡°un proyecto, que no s¨¦ si ser¨¢ pel¨ªcula o 1.000 NFT para subastar en Sotheby¡¯s, con unas c¨¢maras especiales, termodin¨¢micas y tridimensionales¡±.
Hablando, parece que Moll¨¤ disfruta m¨¢s pintando que actuando. ¡°Es que pintando puedo echar la siesta, que para m¨ª es crucial, y puedo decidir cu¨¢ndo conectar y cu¨¢ndo desconectar. Un actor es alguien al que llevan de un lado a otro, del descanso a la acci¨®n, sin respetar sus tiempos. Yo no quiero ser un soldadito sin m¨¢s¡±, explica. ¡°Es fundamental que el director te entienda. He tenido suerte, porque me han entendido Gerardo Vera, Bigas Luna, Peter Greenaway, Shekhar Kapur, Ted Demme... Tengo mi propia manera. Un actor es un material muy extra?o, muy sensible¡ Es que ser un actor es una cosa muy rara. Casi ninguno sabemos por qu¨¦ queremos serlo... Y yo empiezo a descubrirlo ahora¡±.
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