?Cu¨¢ntos toros de Osborne hay en Espa?a?
Un libro recoge la obsesi¨®n de Pau Barroso por retratar todas y cada una de las ic¨®nicas vallas publicitarias
Casi a diario se le presentaba su obsesi¨®n: encontrar el siguiente toro. El fot¨®grafo madrile?o Pau Barroso decidi¨® en el a?o 2008, por voluntad propia, localizar y capturar con su c¨¢mara todos los toros publicitarios que la marca Osborne distribuy¨® durante d¨¦cadas por el paisaje espa?ol, hasta los 90 que hay hoy en pie. ¡°Quise contextualizar, lejos de pol¨¦micas¡±, esa figura reconocible que cre¨® en 1957 el gaditano Manolo Prieto (1912-1991), dice Barroso por tel¨¦fono. ¡°Prieto era una locura de dise?ador, adem¨¢s de izquierdas¡±, a?ade, para alejarlo de prejuicios sobre su trabajo m¨¢s popular, ¡°que no puede relacionarse con el toro de lidia¡±, sostiene.
Barroso ha querido tambi¨¦n, con esta road movie de b¨²squeda de unas vallas que traspasaron los intereses comerciales para los que fueron levantadas, ¡°reivindicar la labor del fotoperiodista, una profesi¨®n infravalorada¡±, subraya. Han sido unos 90.000 kil¨®metros recorridos durante casi cuatro a?os para poder hallar los 90 toros, ¡°de los que aproximadamente la mitad est¨¢ en autov¨ªas y la otra en las antiguas carreteras nacionales¡±.
Las numerosas horas de soledad, de averiguaciones para fotografiar el mismo objetivo (¡°a todos regresaba para no repetir nunca una foto¡±), le gener¨® un desgaste en el que lleg¨® a plantearse: ¡°?Pero qu¨¦ estoy haciendo?¡±. Por suerte, tanto trajinar ha tenido su recompensa con la reciente publicaci¨®n del libro Toro, editado por la Fundaci¨®n Osborne y la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa la Real de Patrimonio Hist¨®rico, con motivo de los 60 a?os, cumplidos en 2017, de la primera valla de esta marca de bebidas alcoh¨®licas que se instal¨® en Espa?a, en Cabanillas de la Sierra (Madrid). Fue en el kil¨®metro 55 de la Nacional I, era un anuncio de madera, de cuatro metros de altura y con los cuernos blancos. Su nacimiento acompa?¨® al de los Seat 600 que empezaban a circular por las carreteras espa?olas.
En solo un a?o, hab¨ªa 15 miembros m¨¢s en la manada. En 1961, el animal creci¨® hasta los siete metros y pas¨® a fabricarse en chapa de hierro, completamente en negro. M¨¢s adelante, duplic¨® su altura, cuando la normativa oblig¨® a alejarlo a¨²n m¨¢s de las v¨ªas, lo que lo transform¨® en un emblema de 50.000 kilos de peso.
Desde entonces, cada silueta ha desarrollado su propia historia y se han usado su perfil negro como un lienzo sobre el que reproducir ¡°desde figuras del Guernica hasta esv¨¢sticas¡±, o para conmemorar los Sanfermines, as¨ª ocurre con uno en Toledo, que cada 7 de julio aparece adornado con un pa?uelico. Junto a las im¨¢genes, en el libro, con textos del historiador Jaime Nu?o, de la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa la Real, hay un mapa para localizar d¨®nde est¨¢n: Andaluc¨ªa encabeza el n¨²mero de ejemplares, con 23, seguida de Castilla-La Mancha (14). Hay toros en todas las comunidades aut¨®nomas, excepto Cantabria y la Regi¨®n de Murcia, y de Espa?a, saltaron a Dinamarca y M¨¦xico.
El fot¨®grafo ha tenido asimismo su raci¨®n de an¨¦cdotas, desde placenteras conversaciones a la sombra con pastores que no entend¨ªan muy bien lo que hac¨ªa, hasta situaciones comprometidas, como cuando se vio enca?onado por una escopeta porque para hacer su foto hab¨ªa entrado en una finca privada, o las luchas contra las avispas.
Para este trabajo, Barroso us¨® un objetivo corto y ha jugado con aspectos como la ubicaci¨®n de la valla, normalmente en altos alejados de la carretera; el tiempo meteorol¨®gico, los hay con sol, fotografiados a m¨¢s de 40 grados, o nevados, a 10 bajo cero, negro sobre blanco. Algunos est¨¢n iluminados por la luna llena y otros tienen la luz del amanecer. Tambi¨¦n el entorno, mostrados junto a se?ales de tr¨¢fico o de la red ferroviaria. En otras ocasiones, los toros de Barroso est¨¢n acompa?ados de personas que pasaban por all¨ª, o conviven con ovejas, cerdos, caballos¡ Levantados junto a cementerios y campos de golf, o sorprenden cercanos a rascacielos. Siempre con su monumental figura inm¨®vil dominando el horizonte.
El toro de hierro indultado
En 1987, el Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez decret¨® la prohibici¨®n de las vallas publicitarias en las carreteras por seguridad vial. Osborne intent¨® sortear la ley eliminando todo mensaje publicitario de la superficie del toro, que qued¨® pintado por completo de negro. Tras una multa en 1994 por mantener las c¨¦lebres siluetas, consideradas publicidad subliminal, la Junta de Andaluc¨ªa declar¨® Bien de Inter¨¦s Cultural a los toros de su territorio. En 1997, el Tribunal Supremo fall¨® a favor de la compa?¨ªa tras el recurso que hab¨ªa presentado esta por considerar que su popular publicidad se hab¨ªa ¡°integrado en el paisaje¡±, y argumentaba para su conservaci¨®n ¡°el inter¨¦s est¨¦tico¡±. As¨ª, el toro de Osborne fue indultado y en 2017 se pudieron celebrar los 60 a?os de la primera figura, levantada a las afueras de Madrid.
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