La importancia de caer de pie
Roca Rey, ¨ªdolo de Pamplona, sali¨® a hombros junto Perera, con dos orejas cada uno, y Ure?a pase¨® un trofeo ante una encastada corrida de Victoriano del R¨ªo
En esta plaza de Pamplona es imprescindible caer de pie y que las pe?as te adopten como hijo. Roca Rey hace tiempo que es un consentido de esta afici¨®n, y es verdad que ¨¦l se lo ha ganado a pulso con un valor desmedido, una disposici¨®n extraordinaria y una llamativa hambre de triunfo.
Ha vuelto a salir a hombros por el apoyo constante de los tendidos de sol, pero tambi¨¦n porque ¨¦l lo ha buscado con tes¨®n de principio a fin, con una mezcla de toreo profundo y bullidor a un tiempo, pendiente siempre de captar la atenci¨®n del p¨²blico, preocupado por vender bien su mercanc¨ªa, pero sin perder nunca la cara de sus oponentes.
Su primero era un ¡®t¨ªo¡¯ que cumpli¨® en varas, acudi¨® largo en banderillas y lleg¨® a la muleta con fiereza y codicia, con esa movilidad que tanto gusta en esta plaza. Roca inici¨® la faena de muleta con tres pases cambiados por la espalda en el centro del ruedo, y, a partir de ese momento, todas las miradas estuvieron centradas en su figura. El toro, exigente, agresivo y con prontitud en la embestida, reclamaba un torero poderoso y ah¨ª encontr¨® en saz¨®n a Roca Rey, en una labor acelerada y desordenada a veces, pero plena de mando. Hubo m¨¢s valor y poder que profundidad, pero convenci¨® a su oponente y a la plaza de su desbordante capacidad torera. Fall¨® con la espada, tan fundamental aqu¨ª, pero pase¨® una oreja porque para eso es un pamplonica m¨¢s. Y al toro de Victoriano se le concedi¨® el honor de la vuelta al ruedo por su aceptable juego en los tres tercios.
Roca sali¨® en el sexto convencido de que su ¨²nica salida era por la puerta grande; veronique¨® con temple, -se luci¨® Antonio Chac¨®n en banderillas-, brind¨® al respetable, y su labor muleteril fue tan entregada como de detalles sueltos ante otro noble animal con el que no acab¨® de estar en su salsa. Casi sufre una voltereta en un descuido, y ese fue motivo suficiente para que las pe?as dejaran de cantar y se aplicaran a la labor de su torero. Otra vez mat¨® mal, pero pase¨® otra oreja y sali¨® a hombros.
Y en esa salida lo acompa?¨® Miguel ?ngel Perera, que se le vio muy empe?ado en triunfar en la feria; quiz¨¢ por ello no olvid¨® brindar sus dos toros, requisito fundamental. Pero es que, adem¨¢s, tore¨® muy bien, especialmente a su primero, noble y con mucha clase. Inici¨® su labor de muleta de rodillas y la tanda de derechazos, con el toro humillado, fue sencillamente extraordinaria; mucho mejor que las cinco siguientes que traz¨® de pie. Se luci¨® mejor con la mano izquierda, pero su toreo no alcanz¨® el eco esperado en los tendidos, quiz¨¢ porque esta afici¨®n aprecia m¨¢s la fiereza del toro que la nobleza, y el arrebato m¨¢s que la hondura del torero.
A buen nivel se mostr¨® tambi¨¦n ante el cuarto, otro toro encastado y con clase, y las manoletinas finales y la estocada lo empujaron hacia la puerta grande.
Menos suerte tuvo Ure?a con su lote. Al tercero le falt¨® vida en el ¨²ltimo tercio, y, aunque dibuj¨® buenos muletazos, sobre todo dos tandas de hondos naturales, resultaron tan limpios como fr¨ªos; y, adem¨¢s, se empecin¨® en pinchar y el silencio final fue atronador. Tampoco le ofreci¨® muchas opciones el quinto, quiz¨¢ el m¨¢s descastado del conjunto, pero lo premiaron con un trofeo por su entrega y el acierto a la hora de matar.
Del R¨ªo/Perera, Ure?a, Roca
Toros de Victoriano del Río, bien presentados, astifinos, desiguales en varas, encastados y nobles. Destacaron el primero y el tercero, al que se le dio la vuelta al ruedo.
Miguel Ángel Perera: estocada caída -aviso- (oreja); estocada (oreja). Salió a hombros.
Paco Ureña: cuatro pinchazos y estocada baja -aviso- (silencio); estocada caída (oreja).
Roca Rey: pinchazo y estocada baja (oreja); pinchazo y estocada baja (oreja). Salió a hombros,
Plaza de Pamplona. 13 de julio. Séptima corrida de la feria de San Fermín. Lleno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.