Los cuadernillos de vacaciones o c¨®mo guardar los recuerdos estivales en un libro
Editoras y creadoras explican c¨®mo han evolucionado con el tiempo estos materiales de repaso del curso escolar que han marcado los veranos de varias generaciones
Hay recuerdos que van asociados a olores y a comidas y otros, por extra?o que parezca, van de la mano de operaciones aritm¨¦ticas y ejercicios gramaticales. Al otro lado del clich¨¦ que dicta que los ni?os aborrecen los libros de texto y se aburren leyendo y resolviendo problemas, varias generaciones de espa?oles coindicen en profesar su amor incondicional por los cuadernos de vacaciones. Es mentarlos y todo el mundo saca a relucir sus impagables recuerdos de la infancia. Los d¨ªas de sol en la playa, las trastadas con los amigos del pueblo o incluso los ratos de descanso en la propia casa, indisolublemente asociados a aquellas p¨¢ginas que repasaban, de una manera m¨¢s amable, lo que se hab¨ªa ido aprendiendo a lo largo del curso. Editoriales como Santillana, Everest, SM, Bru?o, Anaya¡ llevan d¨¦cadas trabajando con este formato, que ofrece tanto t¨ªtulos de repaso general como otros concentrados en materias concretas. Y su ¨¦xito no se qued¨® estancado en los a?os ochenta y noventa, aquellos a?os en los que estos libros se anunciaban por la tele con melod¨ªas pegajosas (que luego se recuperaron como nost¨¢lgico reclamo publicitario). Quiz¨¢ por el efecto del legado de padres a hijos, a principios de este mes de julio, la mitad del top ten de los libros m¨¢s vendidos de Amazon estaba copada por estos t¨ªtulos, destinados a estudiantes de primaria y la ESO. Y, aunque parezca mentira, los ni?os los siguen usando en papel.
?C¨®mo y cu¨¢ndo surgieron los cuadernos de vacaciones? Lola N¨²?ez, editora de Santillana, trabaja con ellos desde la d¨¦cada de noventa. ¡°Pero los primeros salieron en los setenta, coincidiendo con una reforma educativa¡±, recuerda la editora, que en la actualidad sigue volcada tanto este formato como en los libros de texto convencionales. Esta es su explicaci¨®n de por qu¨¦ surgi¨® este tipo de materiales: ¡°A partir de esa ¨¦poca, las familias toman conciencia de la importancia de la educaci¨®n de sus hijos y las mujeres adquieren un papel m¨¢s protagonista; quieren implicarse m¨¢s, y hay un mayor poder adquisitivo. Se da un contexto de deseo de mejorar la formaci¨®n de los hijos, y las familias le conceden gran importancia a la lectura¡±.
?Qui¨¦nes son los profesionales que est¨¢n detr¨¢s de estos libros? Aqu¨ª, cada editorial parece tener su propio m¨¦todo. Lola N¨²?ez explica que, en Santillana, ella coordina a un equipo de colaboradores que suelen durar a?os: ¡°Unos son m¨¢s vers¨¢tiles y otros, especializados¡±. En total, abunda, participan en cada proyecto en torno a medio centenar de personas entre autores, dise?adores, editores, gestores de marketing, ilustradores¡. En Everest, la profesora Carmen Calvo elabor¨® todos los contenidos de sus cuadernos de vacaciones desde 1985 hasta los primeros 2000. ¡°Soy coautora: somos un equipo de tres, y siempre hemos sido las mismas¡±, matiza. ¡°Estos proyectos educativos infantiles sal¨ªan de nuestra experiencia en las aulas, donde constat¨¢bamos la felicidad que daba a los ni?os la realizaci¨®n de las actividades¡±. Como escritora de literatura infantil, Elvira Men¨¦ndez lleg¨® a los libros vacacionales en los a?os noventa por encargo de la editorial SM, para escribir textos de lectura. ¡°Me pill¨® en una etapa en la que ten¨ªa mucho trabajo, porque estaba haciendo los guiones del programa [de TVE] That¡¯s English¡±, recuerda la polifac¨¦tica Men¨¦ndez, que tambi¨¦n fue actriz en programas como Cometa Blanca, Barrio S¨¦samo y La Bola de Cristal y escribe literatura para adultos (su ¨²ltimo libro, una biograf¨ªa de la actriz del siglo XVII La Calderona se llama Vida de una actriz, y en total tiene m¨¢s de 200 t¨ªtulos registrados en el ISBN). ¡°Pero hacer cosas para ni?os es siempre refrescante. Y hace especial ilusi¨®n¡±.
?Por qu¨¦ tuvieron ¡ªy siguen teniendo¡ª tanto ¨¦xito estos cuadernillos? Aqu¨ª hay qu¨®rum: porque siempre se puso por delante el aspecto l¨²dico. Que para algo estamos de vacaciones. ¡°Partimos de la idea de que hay ni?os que necesitan repasar m¨¢s mientras que otros necesitan materiales de juegos¡±, ilustra N¨²?ez. ¡°Y siempre buscamos la complicidad de los ni?os y fomentamos que puedan trabajar de forma aut¨®noma¡±. Con el curr¨ªculum escolar en la mano, los equipos de trabajo van desgranando los puntos b¨¢sicos que todo alumno debe conocer. Y a partir de ah¨ª se van construyendo las actividades. ¡°El principal objetivo es que sean atractivos, agradables y f¨¢ciles: no introducimos nuevos aprendizajes. Son libros para recordar y pasar un rato feliz¡±, agrega Calvo, cuyos libros han sido traducidos a todas las lenguas oficiales del Estado. Con sus historias, eso es lo que siempre busc¨® Elvira Men¨¦ndez: ¡°A veces me ped¨ªan que escribiera en torno a un tema, por ejemplo, los reptiles, y en otros me daban libertad¡±, cuenta. ¡°Pero yo siempre intentaba que fueran historias divertidas¡±.
?C¨®mo han cambiado estos libros a lo largo de las d¨¦cadas? A pesar de lo que podr¨ªa pensarse, no demasiado. Lo que m¨¢s, el dise?o gr¨¢fico, fundamental para atraer la atenci¨®n de los ni?os. De hecho, mucho de lo que se empez¨® haciendo en los cuadernos de vacaciones ha saltado a los libros de texto convencionales. ¡°Han evolucionado much¨ªsimo, y la l¨ªnea de vacaciones abri¨® una v¨ªa de la que han bebido muchos materiales did¨¢cticos¡±, certifica N¨²?ez. En la era de internet, estos libros son unos supervivientes del papel, aunque tambi¨¦n se ofrecen actividades vinculadas a lo digital como juegos, concursos, retos¡ ¡°Estamos analizando cu¨¢les los soportes id¨®neos para este tipo de materiales, pero todav¨ªa estamos en ello¡±, agrega la editora de Santillana, que presume de la ¡°satisfacci¨®n¡± de verse reconocida por su trabajo. ¡°Cuando me presento en p¨²blico en alg¨²n curso u otro tipo de evento, me suelo encontrar con personas que me saludan y me dicen ¡®?Qu¨¦ bien! ?C¨®mo me gustaban esos cuadernos!¡±, cuenta. ¡°La verdad es que la gente lo recuerda con mucho cari?o¡±.
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