¡®Pinocho¡¯: revisi¨®n innecesaria y oportunista de Disney

Pinocho es un personaje tan largo como su mentirosa nariz. A la reciente versi¨®n del italiano Matteo Garrone con Roberto Benigni en la piel del bueno de Gepetto le sucede ahora la del estadounidense Robert Zemeckis con Tom Hanks dando vida al pobre carpintero y, a final de a?o, est¨¢ prevista la del mexicano Guillermo del Toro para Netflix. Si Garrone pretend¨ªa ser fiel a la fuente original, el oscuro relato de Carlo Collodi Las aventuras de Pinocho, Zemeckis se ha embarcado en un remake del cl¨¢sico de 1940 de Disney, una revisi¨®n tan innecesaria como oportunista.

Ni la pirotecnia digital ni el tir¨®n de un Gepetto interpretado por una estrella como Tom Hanks son suficientes. El nuevo Pinocho es una relectura f¨¢cil y perezosa que explota la iconograf¨ªa del viejo Disney, pero con pinceladas metidas con calzador de cara a la galer¨ªa del algoritmo de la inclusi¨®n. A la marioneta de Pinocho le sale de la manga otra marioneta femenina y racializada cuyos hilos los mueve una joven discapacitada. Adem¨¢s, al nuevo personaje se suma al hada madrina, tambi¨¦n racializada.

Zemeckis, uno de los directores de cabecera de Tom Hanks gracias a pel¨ªculas tan populares como Forrest Gump o N¨¢ufrago, activa con evidente desgana el motor del live action que han puesto en marcha los ejecutivos de Disney desde hace tiempo para actualizar (o mejor dicho, revender) su famoso cat¨¢logo. Pinocho no es cualquier cosa en la historia de la compa?¨ªa. Fue el segundo largometraje de animaci¨®n de Walt Disney despu¨¦s de Blancanieves y es sin duda uno de los mejores y m¨¢s emblem¨¢ticos. En su adaptaci¨®n del sombr¨ªo relato de Goldoni, la pel¨ªcula de 1940 fue un trabajo arduo que requiri¨® de infinidad de maquetas y pruebas y que finalmente introdujo importantes novedades. El gato F¨ªgaro y el pez Cleo eran dos buenos inventos para el p¨²blico infantil, pero en la diana dieron con Pepito Grillo, despachado por Goldoni con un seco martillazo en el arranque del libro y que en la pel¨ªcula ten¨ªa mucho m¨¢s protagonismo con su cara de viejo, sus antenas y su frac.

Visto este remake es una pena que en las oficinas de Disney no tengan a su propio Pepito Grillo que les recuerde que no todo vale. Quiz¨¢ as¨ª la voz de su ?conciencia? evitar¨ªa tanta negligencia creativa. Como si todo diese igual en este Pinocho de laboratorio woke hecho sin imaginaci¨®n alguna.