¡®El tel¨¦fono del se?or Harrigan¡¯: el iPhone sat¨¢nico da m¨¢s pena que miedo

Hace unos meses, Black Phone, de Scott Derrickson, apuntaba algunas ideas sobre el terror paranormal a trav¨¦s de un objeto tan obsoleto como el tel¨¦fono de pared, s¨ªmbolo de c¨®mo lo desconocido siempre acecha la vida dom¨¦stica y lo cotidiano. El tel¨¦fono del se?or Harrigan, adaptaci¨®n de uno de los relatos que Stephen King incluy¨® en su libro If It Bleeds (2020), es una pel¨ªcula sobre la amistad entre un adolescente retra¨ªdo, un anciano millonario y un tel¨¦fono¡­ inteligente. Concretamente, un iPhone de primera generaci¨®n.

La pel¨ªcula est¨¢ planteada sobre una narraci¨®n en off en la que el joven protagonista recuerda unos acontecimientos supuestamente terribles. En un principio, la expectaci¨®n no est¨¢ mal: un viejo solitario con aires a Mr. Scrooge atrae a su vida y a su mansi¨®n a un chico solitario de clase media para que le lea varias veces por semana grandes cl¨¢sicos de la literatura. As¨ª, entre Conrad y Dostoievski, el misterioso se?or Harrigan se abrir¨¢ paso en la vida del aplicado estudiante.

No basta el aura demoniaca de un actor como Donald Sutherland ¡ªcapaz de soportar a sus 87 a?os el peso de cualquier cosa, y esta pel¨ªcula es eso, cualquier cosa¡ª para sostener un filme que promete ser algo en su primera mitad para quedarse en nada pasada la hora. Una falsa promesa de terror que nunca llega.

Producida por Ryan Murphy (American Horror Story) y uno de los sellos especialistas en el g¨¦nero, Blumhouse, el filme dirigido por John Lee Hancock se desvanece por el camino. El resultado es un relato de fantasmas que se traslada a la pantalla de la forma m¨¢s plana posible. El recurso del narrador en off quiz¨¢ valga para evocar el tono nost¨¢lgico del relato de King, pero aqu¨ª su desmedido uso solo demuestra una falta total de recursos narrativos. El narrador omnisciente (King) que regresa a un rinc¨®n de su adolescencia ya lo us¨® con sobrado talento Rob Reiner en los ochenta con la maravillosa Cuenta conmigo. Pero El tel¨¦fono del se?or Harrigan no persigue nada, tampoco ninguna originalidad. Ni siquiera saca partido de su historia de superaci¨®n adolescente a trav¨¦s de los secretos de amistad con un adulto mis¨¢ntropo. Una de las pel¨ªculas menos relevantes de Gus Van Sant, Descubriendo a Forrester, es a su lado una obra maestra dentro de este subg¨¦nero de los mentores clandestinos.

Sin ritmo ni suspense, El tel¨¦fono del se?or Harrigan se pierde en una reflexi¨®n llena de lugares comunes e ideas previsibles en torno al smartphone como un ente sat¨¢nico, una especie de neotabla ouija que deber¨ªa darnos aut¨¦ntico terror, pero que aqu¨ª da m¨¢s pena que miedo.