Dar¨ªo Argento, maestro del cine de terror: ¡°La atm¨®sfera en Italia es oscura¡±
El realizador estrena ¡®Occhiali neri¡¯ a los 82 a?os, despu¨¦s de una d¨¦cada alejado de la direcci¨®n
Sentado en una silla en un lateral del jard¨ªn del hotel en el que habita el festival de Sitges, Dar¨ªo Argento (Roma, 82 a?os) sonr¨ªe pl¨¢cidamente y reh¨²ye el ingl¨¦s para hacer las entrevistas en italiano. El maestro del cine de terror europeo, el popularizador del giallo (el g¨¦nero italiano de terror y suspense con elementos a veces sobrenaturales), ha vuelto a dirigir. Hace una d¨¦cada estren¨® un Dr¨¢cula 3D que parec¨ªa una pobre despedida para el autor de Rojo oscuro, Suspiria, Trauma, Phenomena o El p¨¢jaro de las plumas de cristal. Por eso, que estrene Occhiali neri y que insista en que tiene proyectos en marcha ha alegrado el coraz¨®n de sus fans y de los cert¨¢menes que le adoran: en Sitges, donde desde 1999 ya ha recibido todos los homenajes posibles, se han inventado un Premio de Oro de Honor para aumentar y honrar a la leyenda.
Y la leyenda se ha beneficiado del impulso de su hija, la actriz y directora Asia Argento. Occhiali neri la escribieron Dar¨ªo Argento y Franco Ferrini en 2002, tras el ¨¦xito de Insomnio. Pero la productora quebr¨® (¡±Un d¨ªa me despert¨¦ y me enter¨¦ de que su responsable estaba en la c¨¢rcel¡±, recuerda el cineasta) y el libreto acab¨® en un caj¨®n. Hasta que al ayudarle con los materiales para su biograf¨ªa, Asia insisti¨® en buscarlo. Y la rueda gir¨® de nuevo. ¡°Aprovech¨¦ el confinamiento para actualizarlo¡±, desgrana el cineasta. Curiosamente, un filme protagonizado por una mujer que se queda ciega al huir de un asesino en serie el d¨ªa en que un eclipse oscurece las calles de Roma, es decir, una reflexi¨®n sobre la oscuridad, acerca al espectador a los tiempos pol¨ªticos actuales italianos, marcados por el triunfo del fascismo, hecho doloroso para Argento, en el otro extremo del espectro ideol¨®gico. ¡°Cuando yo empec¨¦ a dirigir¡±, recuerda alguien que ha pasado por todos los escalafones de un equipo de rodaje, ¡°el terrorismo masacraba. Respir¨¢bamos una atm¨®sfera de violencia. Hoy la atm¨®sfera es oscura, cierto. Los cineastas somos profetas¡±.
Argento nunca hab¨ªa estado tanto tiempo sin ponerse detr¨¢s de las c¨¢maras. ¡°En estos a?os he escrito libros, entre ellos mi autobiograf¨ªa, he actuado para Gaspar No¨¦ en Vortex, no me he quedado parado¡±, explica. ¡°Pero llegu¨¦ al rodaje y descubr¨ª que no hab¨ªa pasado el tiempo. Me siento c¨®modo ah¨ª¡±. Vortex hablaba sobre el advenimiento de la enfermedad y de la muerte en una pareja de ancianos. Para Argento, encarar la muerte como actor, adem¨¢s de ser un creador que ha asesinado tanto en pantalla, ?le hizo pensar en su propia mortalidad? ¡°Pues la verdad es que no. Nunca he reflexionado demasiado sobre ello. Primero, porque Vortex es mi primera y ¨²ltima aparici¨®n como actor. No¨¦ vino a Roma y me convenci¨® porque me dijo que rodar¨ªamos sin guion. Y yo, que soy hijo del neorrealismo, me emocion¨¦. Ese personaje del cr¨ªtico se parece a m¨ª solo en que escrib¨ªa un libro sobre el cine y los sue?os, algo que yo tambi¨¦n he hecho estos a?os. Y segundo, porque en mis pel¨ªculas la muerte forma parte del espect¨¢culo¡±.
En mis pel¨ªculas la muerte forma parte del espect¨¢culo¡±
John Carpenter se dedica a los conciertos. George A. Romero, Wes Craven y Tobe Hopper han muerto, como casi todos los compa?eros de viaje de Argento en la renovaci¨®n hace d¨¦cadas del cine de terror. Cuando le califican de viejo maestro, ?qu¨¦ piensa? ¡°Bah, no siento nada, poco importa. Me considero un tipo solitario, no necesito muchos halagos¡±.
Pero lo cierto es que la huella del arte del italiano ha impregnado a generaciones posteriores. ¡°Hace poco estuve en Nueva York en una larga retrospectiva en el Lincoln Center, y vi que muchos j¨®venes iban a ver mis pel¨ªculas. Me he hecho de culto¡±, explica. En 2017, un emocionado Guillermo del Toro present¨® en Sitges la versi¨®n restaurada de Suspiria, y se sent¨® junto a Argento a ver la proyecci¨®n, en lo que el mexicano calific¨® como uno de sus sue?os infantiles cumplidos. El italiano corresponde asegurando que ahora el cine que le interesa es ¡°el mexicano, el coreano y el japon¨¦s¡±. Y desarrolla la respuesta: ¡°El cine refleja el esp¨ªritu del mundo, es como un mar con olas que suben y bajan, con modas cambiantes. Ahora me atraen esas cinematograf¨ªas. En Italia el momento es malo, solo se ruedan comedias¡±.
En el nacimiento del movimiento #MeToo, su hija Asia Argento tuvo un papel fundamental confesando que el productor Harvey Weinstein la hab¨ªa violado en Cannes. Poco despu¨¦s, la misma Argento fue devorada por el maremoto cuando el actor Jimmy Bennet le acus¨® de haber abusado de ¨¦l cuando era menor de edad. ?C¨®mo ve el #MeToo el cineasta, que ha estado d¨¦cadas reflexionando sobre la mujer en el cine de terror, mostr¨¢ndolas como vengadoras, ejecutoras o v¨ªctimas? ¡°Por suerte, ha acabado con los posibles juegos er¨®ticos de los productores. Las mujeres no son tratadas como mu?ecas, pero en general ha habido pocos avances¡±.
Argento asegura que ve mucho cine, que sigue yendo a las salas, ¡°porque este arte se cre¨® para que se viera en grandes pantallas¡±. Y apostilla: ¡°El cine no est¨¢ en crisis, nunca lo ha estado; las salas s¨ª, y las plataformas est¨¢n ocupando ese sitio¡±. Sobre su futuro, apunta: ¡°Tengo una oferta francesa y otra inglesa, y una de ellas la rodar¨¦ en primavera. Me ofrecieron tambi¨¦n una serie de televisi¨®n, pero no cuaj¨®. Hago lo que me marca el coraz¨®n¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.