La subasta de la colecci¨®n de Paul Allen, cofundador de Microsoft, pulveriza todos los r¨¦cords del mercado del arte
La primera de las dos sesiones que liquidar¨¢n 150 obras maestras supera los mil millones de d¨®lares en la sede de Christie¡¯s en Nueva York
La subasta de la colecci¨®n de pintura y escultura de Paul G. Allen, cofundador de Microsoft, ha pulverizado este mi¨¦rcoles todos los r¨¦cords del mercado del arte, al superar los mil millones de d¨®lares. La venta de la colecci¨®n privada m¨¢s importante perteneciente a un ¨²nico due?o se celebra en dos sesiones consecutivas en la sala Christie¡¯s de Nueva York, pero no hace falta esperar al remate, en la ma?ana de este jueves, para dar rienda suelta a las hip¨¦rboles: la primera sesi¨®n, por s¨ª sola, ha superado con creces el r¨¦cord anterior, de 922 millones de d¨®lares, establecido hace seis meses en Sotheby¡¯s por la colecci¨®n de Harry y Linda Macklowe, cuyo acuerdo de divorcio inclu¨ªa la liquidaci¨®n de la misma. Compuesta por 150 piezas que abarcan 500 a?os de la historia del arte, de Botticelli a Hockney, la recaudaci¨®n de la colecci¨®n Allen se destinar¨¢ ¨ªntegramente a obras ben¨¦ficas, como dej¨® escrito el empresario y fil¨¢ntropo a su muerte, en 2018. Allen fund¨® con su amigo Bill Gates la compa?¨ªa Microsoft en 1975.
En conjunto, la valoraci¨®n inicial de las 10 pinturas m¨¢s importantes del conjunto ascend¨ªa a 765 millones de d¨®lares, as¨ª que no supuso ninguna sorpresa que el golpe de maza adjudicara por un importe superior a esa cifra cinco cuadros, entre ellos La Montagne Sainte-Victoire de Paul C¨¦zanne, rematada en 138 millones, tasas incluidas; un paisaje de Arl¨¨s de Van Gogh por 117 millones y el Bosque de abedules de Gustav Klimt por 105. M¨¢s del doble de lo que cost¨® a Allen en 2006 el cuadro del austriaco, 40 millones de la ¨¦poca. La cotizaci¨®n de Klimt se ha disparado tambi¨¦n, desde los 88 millones de d¨®lares que constitu¨ªan su r¨¦cord anterior por el segundo Retrato de Adele Bloch-Bauer.
Con todo, la pieza m¨¢s cotizada de la puja ha sido un delicado cuadro del franc¨¦s Georges Seurat, una versi¨®n de 1888 de Las modelos (retrato de grupo), considerada una obra cumbre del puntillismo, que ha alcanzado los 149,24 millones de d¨®lares. Es uno de los pocos cuadros del franc¨¦s en manos privadas.
La subasta de la colecci¨®n Allen estaba llamada a ser, en definici¨®n de Christie¡¯s, ¡°la mayor y m¨¢s excepcional de la historia¡±. Si se considera exagerada la definici¨®n, s¨ª puede afirmarse, sin g¨¦nero de dudas, que es la m¨¢s cara de la historia perteneciente a un ¨²nico propietario. Un ¨¢vido coleccionista que escog¨ªa personalmente las obras, sin recurrir a asesores, y que establec¨ªa con ellas una relaci¨®n ¨ªntima, cotidiana.
Ajeno a los vaivenes de las bolsas, incluso al bache de la pandemia, el mercado del arte ha vuelto a revalidarse este mi¨¦rcoles como un refugio seguro, adem¨¢s de un valor al alza, que s¨®lo en 2021 movi¨® 65.000 millones. Varios observadores apuntaban que la subasta de Christie¡¯s pod¨ªa leerse tambi¨¦n como un test de estr¨¦s del mercado: los precios, apuntaba en v¨ªsperas de la subasta la agencia Bloomberg, eran lo suficientemente elevados como para hac¨¦rselo pensar incluso a los multimillonarios, incluidos los inversores asi¨¢ticos, el nicho de mercado m¨¢s emergente y que m¨¢s y m¨¢s sostenidamente crece. Pero a juzgar por los resultados, si se acepta el s¨ªmil financiero del test de fuerza, el mercado, o el negocio, del arte est¨¢ insultantemente sano.
La subasta de este mi¨¦rcoles se compon¨ªa de 60 piezas. La oferta era mareante: esculturas de Giacometti, cuadros de Magritte o Gauguin, de Jasper Johns o Georgia O¡¯Keeffe, por no citar al habitual de todas las subastas -por su producci¨®n ingente- Picasso, o una marina de Monet que plasma, delicuescente, el gran canal de Venecia, con un precio estimado entre 45 y 65 millones de d¨®lares. El Picasso que retrata a cuatro ba?istas de redondeces rubensianas parec¨ªa incluso una ganga, entre 600.000 y 800.000 d¨®lares iniciales, en comparaci¨®n con el resto de las obras. La fotograf¨ªa tambi¨¦n se apunt¨® a los r¨¦cords: 12 millones (cuatro veces el precio de salida) pag¨® alguien por Flatiron, el ic¨®nico edificio neoyorquino captado en 1904 por Edward Steichen.
En la colecci¨®n del empresario y fil¨¢ntropo abundan las vistas de Venecia, los paisajes (le atra¨ªan especialmente porque los consideraba ¡°una forma de mirar al exterior¡±); retratos casuales como el de dos conversadores de Hockney, un grupo de j¨®venes de Lucian Freud o la fuerza colorista de una pintura del muralista Diego Rivera; por no citar los tres estudios para un autorretrato del inquietante Francis Bacon. Bacon, Freud y Hockney como una trinidad de introspecci¨®n psicol¨®gica y est¨¦tica. Tambi¨¦n artistas mujeres, muy bien representadas en la colecci¨®n Allen: Louise Bourgeois, O¡¯Keeffe, entre otras. A trav¨¦s de los cinco siglos que recorre el gran tesoro Allen el arte avanza, se transforma subsumiendo referencias y modelos. Hoy hace de nuevo historia.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.