Setenta a?os del hallazgo de la espectacular estatua del dios Mitra en una huerta de Cabra

Francisco Castro y sus dos hijos Antonio y Francisco, de 14 y 11 a?os respectivamente, estaban en 1952 trabajando en una huerta, a unos dos kil¨®metros de Cabra (C¨®rdoba), la antigua Igabrum romana, cuando el escardillo con el que abr¨ªan la tierra choc¨® contra una piedra blanca. ¡°No era de la zona¡±, se dijeron. Empezaron a limpiarla y ante sus ojos apareci¨® entonces una impresionante escultura romana, de casi un metro de altura, esculpida en m¨¢rmol blanco del dios Mitra ¨Dla tercera que se ha conserva en el mundo junto a las que se exhiben en los museos Vaticanos y Brit¨¢nico¨D, que provoc¨® la admiraci¨®n de expertos nacionales e internacionales.

Pero el dios con gorro frigio que hunde su daga en el cuello del buey, no fue lo ¨²nico con lo que se toparon en los meses siguientes los tres egabrenses. Encontraron tambi¨¦n el resto del conjunto escult¨®rico de una villa romana del siglo III: una figura marm¨®rea del dios Dioniso, otra de Eros Dormido y una tercera de un ni?o abrazando una liebre. El pasado 17 de noviembre la escultura del dios Mitra volvi¨® a Cabra, con motivo del 70? aniversario de su descubrimiento, para su exposici¨®n temporal durante dos meses. Esta es su historia.

Mitra era el dios de la luz solar, de origen persa, que fue adoptado por la religi¨®n romana. La escultura de Cabra representa a la deidad mientras sacrifica a un toro con un pu?al, un perro lame la sangre del b¨®vido herido, un escorpi¨®n aguijonea sus genitales y una serpiente le muerde. La familia Castro, tras desenterrar la espectacular escultura, decidi¨® meterla volteada bajo una higuera pr¨®xima. Pasaron los meses hasta que tuvieron un problema con otro vecino por las lindes de la huerta. El abogado municipal Rafael Moreno les ayud¨® y, entonces, Francisco Castro le hizo un inesperado regalo: el dios que hab¨ªan ocultado bajo el ¨¢rbol. Moreno entreg¨® la obra de arte milenaria al Museo Arqueol¨®gico de C¨®rdoba, donde hoy en d¨ªa se expone.

Antonio Castro Rosa, uno de los hijos de Francisco, sigui¨® con sus labores agr¨ªcolas y, a la vez, hallando nuevas y ¨²nicas piezas arqueol¨®gicas. As¨ª desenterr¨®, en lo que era el estanque de la villa, una representaci¨®n del dios Baco, otra de Eros y una tercera de un ni?o con una liebre. El Eros dormido es un trasunto de la divinidad del amor y la felicidad, el Baco o Dionisos es una impresionante figura del dios del vino que se guarda en el Museo Arqueol¨®gico de Cabra y el ni?o corresponde a una escultura que incluye un hueco, ya que hac¨ªa las veces de surtidor de una fuente. Cuando esta ¨²ltima pieza fue hallada, la familia Castro se la regal¨® al entonces ministro franquista y secretario del Movimiento, Jos¨¦ Sol¨ªs, nacido en Cabra, que se la llev¨® directamente a su casa. Cuando falleci¨® en 1990, la escultura fue heredada por su hija Sierra Sol¨ªs Sedano, que la sac¨® a subasta en 2016 por 40.000 euros, pero la puja fue paralizada por las autoridades. A pesar de ello, se la vendi¨® al coleccionista cordob¨¦s Francisco Cabello, al que el Ayuntamiento de Cabra se la compr¨® por 30.000 euros en 2016. La figura, de 41 cent¨ªmetros, se expone en el museo de la localidad.

Asentamiento rural de ¨¦poca romana

En los a?os 1972, 1973 y 1981 se llevaron a cabo tres excavaciones en la parte urbana de la villa. Las villas romanas eran grandes explotaciones agrarias con una zona construida (pars urbana) que inclu¨ªa el gran edificio donde resid¨ªa el propietario. Las otras zonas se denominaban pars rustica (donde viv¨ªan los esclavos), fructuaria (almacenamiento) y espiritual. Las excavaciones de aquellos a?os se centraron, ¨²nicamente, en la pars urbana.

Esta villa, seg¨²n Antonio Moreno, arque¨®logo y director del Museo de Cabra, es ¡°un ejemplo paradigm¨¢tico de la evoluci¨®n de un asentamiento rural de ¨¦poca romana del siglo I hasta el VII, ya en periodo visigodo¡±. De hecho, recuerda, las investigaciones han desenterrado elementos de diversos periodos. ¡°El conjunto escult¨®rico encontrado por los Castro tiene un car¨¢cter excepcional desde el punto de vista arqueol¨®gico y art¨ªstico. La escultura del dios Mitra es uno de los escasos ejemplos conocidos que muestran la tauroctonia [sacrificio de un toro], y tambi¨¦n son de una gran calidad la escultura de Dioniso, la de Eros y la del Ni?o. Igual ocurre con los cinco pavimentos de mosaicos localizados durante las primeras excavaciones y que actualmente est¨¢n expuestos en el Museo Arqueol¨®gico de Cabra, entre los que destaca un gran mosaico en cuyo centro aparece la representaci¨®n del Triunfo de Baco¡±.

El yacimiento lleva d¨¦cadas siendo un aut¨¦ntico tesoro para los arque¨®logos. Aunque los expertos de los a?os setenta no dejaron una memoria detallada de lo encontrado, ¡°se sabe de forma certera de la aparici¨®n de una inscripci¨®n funeraria en la zona de tumbas y, sobre todo, est¨¢ atestiguada la aparici¨®n de un sarc¨®fago de plomo¡±, a?ade Moreno.

Las investigaciones de los setenta tuvieron como objetivo encontrar el spelaeum, la habitaci¨®n m¨¢s importante de las que compon¨ªan el mitraeum o lugar donde se daba culto, pero no tuvieron ¨¦xito. Por el contrario, lo que se hall¨® fue un amplio patio interior porticado, con un estanque grande y otro menor, y algunas habitaciones de una gran casa romana. La alberca mayor, seg¨²n los investigadores, se abastec¨ªa a trav¨¦s de una tuber¨ªa de plomo procedente de alg¨²n manantial cercano.

La villa se alzaba con una sola planta. Se ha documentado que el edificio fue abandonado antes de su derrumbe final y que se llevaron posteriores actuaciones de saqueo. As¨ª se rompieron y desperdigaron por las estancias los diversos elementos del estanque, los z¨®calos de m¨¢rmol de las paredes fueron arrancados y las estatuas fueron ¡°removidas o abatidas¡±. Despu¨¦s de este expolio, se produjo un incendio, accidental o provocado, y el techo calcinado se derrumb¨®.

¡°El conjunto escult¨®rico que se localiz¨® dentro del estanque central y, en sus inmediaciones, es verdaderamente excepcional. Probablemente, como ocurre en otras villas de estas caracter¨ªsticas, las esculturas fueron ocultadas en su interior cuando el edificio fue saqueado¡±, explica Moreno.

Las excavaciones en la huerta de Fuente de las Piedras siguen a d¨ªa de hoy con el objetivo de completar la consolidaci¨®n y restauraci¨®n de sus estructuras y hacer posible la visita a un yacimiento que se conoce como Casa de Mitra. Quedan, recuerdan los arque¨®logos, estancias por excavar, encontrar la entrada a la hacienda ¨Dposiblemente una puerta con torre¨D y completar la investigaci¨®n de las termas, porque las villas, propiedad de un gran se?or, contaban con todos los lujos posibles, incluso con estatuas de m¨¢rmol para decorar sus diversos estanques.