La prosa po¨¦tica que (posiblemente) resonaba en la mente de Camar¨®n de la Isla
El libro ¡®El sabor a sangre no se me quita de la voz¡¯, escrito por Javier Santiso e ilustrado por Lita Cabellut, trata de meterse en la piel del legendario cantaor gaditano
No se trataba de contar la biograf¨ªa de Camar¨®n de la Isla con pelos y se?ales (ya hay numerosos libros dedicados a su figura, y hasta la pel¨ªcula Camar¨®n, de Jaime Ch¨¢varri) sino de contar al propio Camar¨®n, al hombre detr¨¢s del mito, de entrar en su cabeza, de imaginar c¨®mo pensaba. Tampoco se trataba de ser exhaustivo, de dar el gran cuadro (son solo 64 intensas p¨¢ginas), sino de buscar la sutil pincelada po¨¦tica para comprender la figura de una manera m¨¢s ¨ªntima. Al menos como se la ha imaginado el autor Javier Santiso (Saint Germain-en-Laye, 53 a?os), el poeta que rebusca en la vida interior de la mayor leyenda flamenca.
Este artefacto literario es El sabor a sangre no se me quita de la voz (La Huerta Grande), cuyo t¨ªtulo est¨¢ inspirado en una frase del artista Francis Bacon, y que est¨¢ escrito en una prosa po¨¦tica torrencial, sin aliento, en un flujo literario en el que los puntos desaparecen y se deja paso a las comas del pensamiento. El mon¨®logo interior. ¡°La escritura de la primera versi¨®n del texto fue del tir¨®n, en pocos d¨ªas, es como si me hubiera metido en la cabeza de Camar¨®n, en su vida¡ y la vida no tiene muchos signos de puntuaci¨®n¡±, explica el autor. En esta po¨¦tica misi¨®n le acompa?an las ilustraciones de Lita Cabellut, cotizad¨ªsima pintora espa?ola residente en La Haya, que son m¨¢s bien las pinturas de una serie que la artista hab¨ªa realizado antes incluso de la escritura del texto.
Este a?o se cumplen tres decenios desde la muerte de Camar¨®n y su estampa no ha ca¨ªdo en el olvido, sino que tal vez se haya hecho m¨¢s grande con el paso de los a?os: los camaroneros se encuentran por doquier, diseminados por toda la geograf¨ªa, todav¨ªa emocionados por esa voz que sabe a sangre y organizando frecuentes homenajes. Homenajes como el que podr¨ªa considerarse este libro, que recrea de manera po¨¦tica algunas escenas de la peripecia vital del gaditano, escogidas aqu¨ª y all¨¢, desde las luminosas sensaciones de la infancia de Camar¨®n, en su San Fernando natal, hasta los alrededores sombr¨ªos de la muerte (¡°mientras siga cantando as¨ª, la muerte nunca podr¨¢ atraparme¡±, dice el Camar¨®n poetizado por Santiso), pasando por el descubrimiento de su inmenso talento. ¡°Muchas veces se piensa que un libro tiene una estructura predeterminada, que est¨¢ todo planeado, pero hay ocasiones en las que uno escribe por pura necesidad, porque no puedes hacerlo de otra manera¡±, dice el autor, ¡°est¨¢s completamente desbordado: se ha encendido la mecha y ha saltado toda la escritura¡±. En este libro se nota.
Pero ?qu¨¦ encendi¨® la mecha? Aunque Santiso ya conoc¨ªa sobradamente la figura del cantaor universal, la epifan¨ªa lleg¨® con un reportaje televisivo sobre su vida: aquellas im¨¢genes, sobre todo aquella voz, le pusieron a escribir. Cuando tuvo el texto se lo mand¨® a Cabellut, que es una de sus mejores amigas. ¡°Ella tiene la particularidad de que baila mientras pinta¡±, dice el escritor, ¡°y cuando mejor lo hace¡ es con m¨²sica de Camar¨®n¡±. Resulta que Cabellut (¡°Quiero pintar como canta Camar¨®n¡±, ha dicho en alguna ocasi¨®n) ya hab¨ªa pintado una serie de lienzos de gran formato inspirados en el gaditano.
¡°Cuando le envi¨¦ el texto tard¨® en contestarme, pensaba que no le hab¨ªa gustado, pero la realidad es que estaba muy emocionada, dado lo que Camar¨®n significa para ella¡±, explica el autor. De modo que, dada una casualidad que parec¨ªa inevitable, esas im¨¢genes acabaron ilustrando el libro: todo encajaba. El objetivo: ¡°Entender qu¨¦ puede hacer que alguien cante de esa manera¡±, dice el poeta, ¡°esa voz te va recto al coraz¨®n, te tumba, te mata y te resucita¡±.
Santiso, que naci¨® cerca de Par¨ªs, hijo de espa?oles, en la que fuera casa del escritor Michel Tournier, y que es biling¨¹e en franc¨¦s y espa?ol, de gustos literarios afrancesados y con doble nacionalidad, asegura atesorar una treintena de libros in¨¦ditos en el caj¨®n (entre libros de relatos, novelas o poemarios), que no habr¨ªa empezado a publicar sino hubiera sido por la intervenci¨®n del fallecido poeta Joan Margarit. Fue quien le inst¨® a abrir ese caj¨®n y dejar fluir su literatura por las mentes de los lectores.
Su anterior novela publicada, Vivir con el coraz¨®n (La Huerta Grande), tambi¨¦n se fijaba en una gran figura de la historia de la cultura: el pintor Vincent van Gogh, figura a la cual el texto se acerca a trav¨¦s de aquellos que le rodearon y que no pasaron a la posteridad. ¡°Son ocho vidas min¨²sculas que, al estilo de Pierre Michon, ayudan a construir la vida may¨²scula de Van Gogh¡±, puntualiza el autor. Adem¨¢s, Santiso es el creador de la editorial La Cama Sol, originada con el fin de traducir al espa?ol la obra del escritor franc¨¦s Christian Bobin o sacar libros como Una mujer mayor, que combina la poes¨ªa de Margarit y el arte de la portuguesa Paula Rego, recientemente fallecida. Uno de los intereses de la peque?a editorial es, precisamente, editar cuidadosamente libros donde se mezcle el arte pl¨¢stico y la poes¨ªa. Ejemplos: el poeta Eug¨¦nio de Andrade y el escultor Tadanori Yamaguchi. El poeta Luis Alberto de Cuenca y el artista C¨¦sar Galicia. El poeta Pere Gimferrer y el artista Antoni T¨¤pies. Etc¨¦tera. Una curiosidad: hace libros intensos, de esos que en los que hay que cortar los pliegos con un abrecartas, no aptos para gente con prisas o para caracteres demasiado perfeccionistas. En Gallimard, la c¨¦lebre editorial francesa, Santiso publica novela en marzo. ¡°Escrita directamente en franc¨¦s, no traducida¡±, aclara.
Javier Santiso tiene la particularidad de vivir para la poes¨ªa, pero vivir de una ocupaci¨®n que en el imaginario compartido puede parecer diametralmente opuesta. Es economista, educado en Par¨ªs, Oxford y Boston, y fundador y CEO del fondo de venture capital Mundi Ventures, que maneja 500 millones de euros, adem¨¢s de miembro del consejo de administraci¨®n de PRISA (editora de EL PA?S). Hay algunas cosas po¨¦ticas en su fondo de inversi¨®n, eso s¨ª. Por ejemplo, unas palabras del poeta T. S. Eliot en su web: ¡°Solo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir lo lejos que pueden llegar¡±. Y el hecho de que invierta en unicornios tecnol¨®gicos (empresas start-up que alcanzan un valor de 1.000 millones de d¨®lares sin salir a Bolsa). Para el que entienda de negocios esto tendr¨¢ su sentido, pero para el profano lo de los unicornios suena a pura enso?aci¨®n. ¡°No creo que esta dualidad m¨ªa tenga nada de especial¡±, dice Santiso, ¡°cada uno tiene que hacer algo para vivir. Margarit era arquitecto. Fernando Pessoa, contable¡±.
Babelia
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