¡®Holy Spider¡¯: asesinando putas en nombre de la moral

Esta pel¨ªcula la dirige un se?or iran¨ª llamado Ali Abbasi. Vive en Dinamarca. La producci¨®n tambi¨¦n es de all¨ª. Se ha rodado en Jordania. Ser¨ªa una utop¨ªa que los ayatol¨¢s le hubieran permitido rodarla en Ir¨¢n. Tampoco se pueden encontrar referencias po¨¦ticas, costumbristas y sociales que caracterizan al cine que se realiza en este pa¨ªs. Tiene vocaci¨®n de thriller. Europeo o estadounidense. Su estilo narrativo entretiene y lo que cuenta es tremebundo. Sobre todo, porque no es una ficci¨®n. Lo que cuenta ocurri¨® realmente. En 2001 y en la ciudad santa de Mashhdad, s¨ªmbolo de la religiosidad suprema. En ella, un tipo que se desplazaba en moto se carg¨® a 16 mujeres, estrangul¨¢ndolas con los pa?uelos que llevaban estas, sin que hubiera violaci¨®n ni rituales especialmente macabros. Las mataba por ser putas y drogotas, muy tiradas todas ellas, busc¨¢ndose la supervivencia en los rincones m¨¢s oscuros y s¨®rdidos de la ciudad. Este asesino contumaz y selectivo no ten¨ªa sentido de culpa. Se consideraba un justiciero, un exterminador del mal, representado por las fornicadoras imp¨ªas. Asesinaba en nombre de la moral, de la religi¨®n, con la intenci¨®n de acabar con el pecado. Qu¨¦ miedo las religiones.

A diferencia de tantas pel¨ªculas memorables, incluidas Seven y Zodiac, dos obras maestras firmadas por David Fincher, aqu¨ª nos muestran el rostro del matarife desde el principio, no se demora el misterio de su identidad. El pavo no tiene nada de fascinante. Es un marido y padre mod¨¦lico, salvo alg¨²n peque?o arrebato que demuestra que algo funciona muy mal en su perturbada cabeza. Lo m¨¢s terrible es que la opini¨®n popular justifica o exalta sus cr¨ªmenes, el Jack el destripador persa es entronizado en las calles como el necesario y anhelado redentor social. Y el gobierno, la polic¨ªa y la justicia hechos un l¨ªo sobre c¨®mo actuar con ¨¦l. Ser¨¢ una periodista muy inc¨®moda, que pide respeto para su oficio y su peligrosa condici¨®n de mujer, la que se empe?e en cazar a ese popular sic¨®pata que asesina pensando en el Alt¨ªsimo.

Holy Spider ofrece im¨¢genes in¨¦ditas en los argumentos del cine que habla de la vida en Ir¨¢n. Cosas tan naturales como que la gente se viste y se desnuda, algunas mujeres maquillan sus ojos y sus labios. Incluso aparece una pareja follando. Tengo claro que esta pel¨ªcula no podr¨¢ ser exhibida all¨ª. La visi¨®n que ofrece de ese pa¨ªs es consecuentemente sombr¨ªa. Y los que se opongan al fanatismo lo tienen muy crudo. Con peligro no ya de que les enchironen, sino que les pueden condenar a muerte por razones esp¨²reas. Y las mujeres lo tienen muy chungo. Ellas encabezan protestas en las que se juegan la existencia. A una dama la mataron en una comisar¨ªa. Su delito terrorista, y de ah¨ª el fulminante castigo, consist¨ªa en que llevaba mal puesto el hiyab. Es alucinante que pueda ocurrir semejante barbarie. Y hay que tener mucho valor para seguir reclamando derechos cuando la factura por ello es tan salvaje.

La actriz Zar Amir-Ebrahimi, que protagoniza Holy Spider, y que se llev¨® el premio a la mejor interpretaci¨®n en el festival de Cannes, es uno de los reclamos publicitarios de esta pel¨ªcula. No es una actuaci¨®n deslumbrante, pero s¨ª resulta veraz. Lo m¨¢s inquietante de esta aceptable pel¨ªcula es que no obedece a la calenturienta imaginaci¨®n de un guionista, sino que lo que narra fue real.