El pr¨ªncipe Enrique y el (libro) pirata
La circulaci¨®n de las memorias del duque de Sussex por grupos de WhatsApp y Telegram revela la vulnerabilidad del sector editorial en la red: el 34% de los consumidores de libros en Espa?a acceden a ellos de forma ilegal
He aqu¨ª una paradoja que quiz¨¢s no lo es tanto. Las memorias del pr¨ªncipe Enrique, publicadas en Espa?a con el t¨ªtulo En la sombra (Plaza & Jan¨¦s), uno de los libros con una estrategia de lanzamiento m¨¢s blindada de los ¨²ltimos tiempos, han sufrido uno de los peores pirateos que se recuerdan.
El libro ya es r¨¦cord Guinness de ventas en 24 horas de una obra de no ficci¨®n. Vendi¨® 1,4 millones de copias en un d¨ªa: un mill¨®n en Estados Unidos y Canad¨¢ (las memorias de Barack Obama vendieron solo 890.000) y 400.000 en el Reino Unido. En ese mismo periodo de tiempo en Espa?a se vendieron 12.000 y otras 10.000 en Am¨¦rica Latina, explican fuentes de Penguin Random House, grupo al que pertenece Plaza & Jan¨¦s.
A estas cifras de asombro se suma el bizarro recorrido de la biograf¨ªa por las redes. Desde el 10 de enero, las memorias se est¨¢n distribuyendo masivamente por grupos de WhatsApp y Telegram en archivos PDF en los distintos idiomas a los que se han traducido, entre ellos el espa?ol y el ingl¨¦s. Esto es, se consegu¨ªa una copia ilegal del libro entero de forma gratuita sin ni siquiera solicitarlo. Como dec¨ªa un tuit bromeando: ¡°He recibido tantas veces por WhatsApp el libro del pr¨ªncipe Harry que parece que si no lo reenv¨ªas diez a?os de mala suerte caer¨¢n sobre ti¡±.
Pero la pirater¨ªa es un asunto serio: en 2021 se realizaron en Espa?a 5.334 millones de accesos a productos digitales ilegales con un valor de mercado de 32.492 millones de euros y un perjuicio al sector de 2.271 millones, seg¨²n un estudio del Observatorio de Pirater¨ªa y H¨¢bitos de Consumo de Contenidos Digitales.
No obstante, la lucha contra este mercado ilegal est¨¢ dando algunos frutos y ya registra un descenso acumulado del 20% respecto a cinco a?os atr¨¢s. El cierre o bloqueo del acceso a las webs de contenidos il¨ªcitos sigue siendo la medida m¨¢s efectiva, pero en 2021 el estudio advert¨ªa de que si bien nueve de cada diez usuarios recurren a Google como modo de acceso, ¡°aumenta considerablemente el de aquellos que lo hacen v¨ªa redes sociales, como Telegram (33%) o WhatsApp (31%)¡±. Entre las motivaciones que los consumidores, adem¨¢s de las econ¨®micas, hay otra que el estudio advierte como ¡°muy preocupante¡±: la mitad de los usuarios confiesan que no saben distinguir entre las plataformas legales e ilegales.
Y hay otra cifra que marea: el 34% de los consumidores de libros en 2021 en Espa?a accedieron a ellos de manera ilegal, una tendencia que va en aumento globalmente. MUSO, una empresa internacional analista especializada en la pirater¨ªa de contenido digital, midi¨® en el primer trimestre de 2022 un total de 52.500 millones de visitas a sitios web de pirater¨ªa y certific¨® un incremento de esta pr¨¢ctica del 58,5% en el mundo editorial respecto al mismo periodo de tiempo del a?o anterior, por delante de las pel¨ªculas (42,5%), los contenidos televisivos (19,2%), la m¨²sica (13,9%) o el software (9,6%).
El pirateo de los bienes culturales es un problema de d¨¦cadas, pero hay una diferencia respecto a los productos audiovisuales que es fundamental: el producto editorial ¨Dlibros, peri¨®dicos, revista o partituras¨D ¡°pesa muy poco y es m¨¢s f¨¢cil de compartir directamente en redes sociales¡±, advierten en CEDRO, la asociaci¨®n de autores editoriales y con la que la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a (FGEE) gestiona la defensa de los derechos de autor.
Las aplicaciones no act¨²an
La lucha contra este tipo de pirater¨ªa ¡°es muy compleja y existe una falta de colaboraci¨®n de las plataformas, lo que agudiza el problema¡±, subrayan fuentes de Penguin Random House. El grupo editorial acusa a WhatsApp y Telegram ¨Dlas aplicaciones digitales de Meta, propiedad de Mark Zuckerberg¨D de ¡°no actuar¡± para impedir estos actos ilegales. Y no est¨¢n solos en esta denuncia. ¡°En la pr¨¢ctica, las plataformas de redes sociales y de servicios de mensajer¨ªa no impulsan herramientas para evitar la pirater¨ªa¡±, subraya a su vez Jorge Corrales, director general de CEDRO.
Esta asociaci¨®n lucha contra la pirater¨ªa rastreando la red 24 horas al d¨ªa a trav¨¦s de metadatos y de huellas digitales que permiten identificar productos editoriales en circulaci¨®n ilegal. Una vez identificados, los contactan y les piden que retiren el producto y lo desindexen. ¡±Tenemos cierto grado de ¨¦xito en este proceso¡±, afirman en la asociaci¨®n. Si no es as¨ª, acuden a la Comisi¨®n de Propiedad Intelectual del Ministerio de Cultura y Deporte, y en los casos m¨¢s graves, a los tribunales de justicia. Estas acciones van dando sus frutos: el a?o pasado consiguieron desindexar 1.834.860 enlaces a copias piratas, e impulsaron el cierre de 1.303 grupos en redes sociales y canales de mensajer¨ªa y 11 webs donde se compart¨ªan copias ilegales de productos editoriales.
Pero no es suficiente. En breve, CEDRO va a desarrollar un proyecto mediante la tecnolog¨ªa blockchain para la certificaci¨®n de autenticidad asociado a cada archivo, usando las propiedades de los NFT (Non Fungible Token).
Por su parte, en 2016 en Penguin Random House crearon un portal antipirater¨ªa donde autores y agentes literarios pueden denunciar cualquier contenido ilegal que encuentren. A su vez, tambi¨¦n disponen de herramientas de rastreo y localizaci¨®n y consiguen dar con m¨¢s de 150.000 enlaces ilegales mensuales. Pero no pueden con todo. ¡°Necesitar¨ªamos una mayor colaboraci¨®n de las Administraciones p¨²blicas y una implicaci¨®n de todas estas plataformas para poder proteger la propiedad intelectual de nuestros autores¡±, explican en el grupo. Una demanda que secunda la Federaci¨®n del Gremio de Editores de Espa?a, que reclama mayores recursos especializados en propiedad intelectual y tecnolog¨ªa.
Sin embargo, la cuesti¨®n va m¨¢s all¨¢ de vigilar y castigar. El pirateo se combate con tecnolog¨ªa pero se previene con sensibilizaci¨®n y formaci¨®n, educando en el respeto a la propiedad intelectual y los derechos de autor, insisten en CEDRO. En esto, como en tantas cosas, la actitud personal y la actitud ciudadana es fundamental, porque ¡°la pirater¨ªa cultural es un problema de todos¡±, reflexiona Corrales, de CEDRO.
Tanto el Gremio de Editores como Penguin Ramdon House subrayan que es importante que aquellas personas a las que llegan estos archivos piratas y los abren sean conscientes de que un libro de origen desconocido puede contener virus, robar datos, introducir publicidad no deseada y dem¨¢s riesgos digitales.
El dinero y la furia
Pese a los piratas, de momento las ventas con En la sombra, publicado apenas cuatro meses despu¨¦s del fallecimiento de la Reina Isabel II, van viento en popa. El grupo editorial ha realizado varias reimpresiones en los distintos mercados de habla hispana ¨Dsolo en Espa?a ya llevan tres¨D, lo que suma una edici¨®n de 200.000 ejemplares.
En el Reino Unido y en Estados Unidos tambi¨¦n van como un rayo las ventas de Spare, el t¨ªtulo original del libro, y tambi¨¦n est¨¢ en proceso de reimpresi¨®n. Como dijo Larry Finlay, director de la editorial Transworld, que forma parte del grupo Penguin Random House, editor del libro en su edici¨®n brit¨¢nica: ¡°Por lo que sabemos, los ¨²nicos libros que han vendido m¨¢s ejemplares en el d¨ªa de su publicaci¨®n son los protagonizados por el otro Harry: Harry Potter¡¯. Spare tambi¨¦n se puede comprar en formato audiolibro, narrado por la voz del mismo pr¨ªncipe Harry.
Quiz¨¢s estamos ante el primer cap¨ªtulo de esta historia de dolor y el despecho del hijo peque?o de la princesa Diana de Gales, que ten¨ªa 13 a?os cuando su madre falleci¨® en un brutal accidente de coche huyendo de los paparazzi. Seg¨²n revel¨® el tabloide Daily Mail en verano de 2021, el pr¨ªncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, han firmado un contrato con Penguin Random House de un arco que va de 21 a 23 millones de euros por cuatro libros. En las memorias del pr¨ªncipe Harry hay una frase casi shakesperiana referida a su deteriorada relaci¨®n con el primog¨¦nito Guillermo, pr¨ªncipe de Gales. Una frase que tal vez es fruto de la imaginaci¨®n del periodista y escritor J. R. Moehringer, autor en la sombra del libro, especialista en retratar hombres heridos en la infancia o la adolescencia, como el tenista Andr¨¦ Agassi en el libro Open, o ¨¦l mismo en El bar de las grandes esperanzas. La frase dice: ¡°Mi querido hermano, mi archienemigo: ?c¨®mo hemos podido llegar hasta aqu¨ª?¡±.
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