Centenares de diarios estadounidenses cancelan la tira c¨®mica ¡®Dilbert¡¯ por los comentarios racistas de su autor
Scott Adams, creador en 1989 de la historieta, que lleg¨® a imprimirse en dos mil cabeceras, dijo en YouTube que la comunidad negra forma ¡°un grupo de odio¡± y que los blancos mejor har¨ªan en ¡°alejarse de ellos¡±
Los lectores de la, por lo dem¨¢s, un tanto anacr¨®nica, secci¨®n de tiras c¨®micas de The Washington Post echar¨¢n en falta a partir de este domingo dos de sus presencias m¨¢s familiares: la del perplejo oficinista Dilbert y su perro. El diario ha decidido cancelar el contrato que manten¨ªa con su creador, el dibujante Scott Adams, por unos comentarios retransmitidos en directo por YouTube el mi¨¦rcoles pasado, en los que Adams dec¨ªa que la comunidad negra en Estados Unidos forma ¡°un grupo de odio¡± y que los blancos mejor har¨ªan en ¡°alejarse de ellos¡±.
The Washington Post no est¨¢ solo en su decisi¨®n. Tambi¨¦n la han adoptado cientos de otros diarios en la que publicaban Dilbert, desde Los Angeles Times hasta el Cleveland Plain Dealer, adem¨¢s de los peri¨®dicos, unos 200, que a¨²n forman parte del grupo de comunicaci¨®n Garnett, editora del USA Today y de cabeceras peque?as y medianas de todo el pa¨ªs. La lista incluye medios como el Cincinnati Enquirer, el Detroit Free Press, el Indianapolis Star, el Austin American-Statesman o el Milwaukee Journal Sentinel.
Adams, de 65 a?os, cre¨® en 1989 la tira, ambientada en una oficina indeterminada, escenario dist¨®pico de las tribulaciones ideol¨®gicas de eso que llaman la Am¨¦rica Corporativa.
En el video, el dibujante dec¨ªa: ¡°Si casi la mitad de todos los negros no est¨¢n de acuerdo con los blancos¡ eso los convierte en un grupo de odio. No quiero tener nada que ver con ellos. Y dir¨ªa, visto c¨®mo van las cosas actualmente, el mejor consejo que le dar¨ªa a los blancos es que se alejen de los negros¡ porque no hay soluci¨®n posible¡±. ¡°Tambi¨¦n estoy harto de ver v¨ªdeos de estadounidenses negros golpeando a ciudadanos que no son negros¡±, a?ad¨ªa.
El vi?etista fue aparentemente consciente de las consecuencias que pod¨ªan acarrearle sus palabras. Los reporteros del Post que se encargaron de la noticia de su despido le preguntaron el s¨¢bado en cu¨¢ntos peri¨®dicos publicaba Dilbert, a lo que Adams contest¨®. ¡°Para cuando llegue el lunes [por ma?ana], m¨¢s o menos cero¡±. En los buenos tiempos, la respuesta a esa pregunta habr¨ªa sido: ¡°Unas dos mil cabeceras¡±.
En otra transmisi¨®n en directo del s¨¢bado, Adams augur¨® que ¡°la mayor parte¡± de sus ingresos se ¡°habr¨¢n esfumado la pr¨®xima semana¡±. ¡°Mi reputaci¨®n por el resto de mi vida est¨¢ destruida. No puedes volver de esto, ?verdad? No hay forma de que puedas regresar despu¨¦s de algo as¨ª¡±.
¡°Con Dilbert, Adams elev¨® al nerd de manual a la categor¨ªa de protagonista absoluto de la alienaci¨®n que define el cub¨ªculo de una inmensa oficina¡±, explic¨® este domingo el profesor de la Universidad de Valencia ?lvaro Pons, uno de los grandes expertos en c¨®mic en Espa?a, pa¨ªs en el que la tira se difundi¨® en los a?os noventa en algunos medios locales. ¡°Una d¨¦cada antes de [la serie] The office, Dilbert se convirti¨® en un fen¨®meno que aprovechaba las nacientes posibilidades de internet, de aquellas pioneras Usenet news que antecedieron a las redes sociales, para ir mucho m¨¢s all¨¢ del impacto en prensa y convertirse en el referente del naciente colectivo de profesionales de las nuevas tecnolog¨ªas. ?l y su megal¨®mano perro Dogbert llenaron las pizarras de los empleados por una acertada iron¨ªa que se desinfl¨® muy r¨¢pido, reconvertida en una engrasada m¨¢quina de hacer dinero por merchandising¡±.
La decisi¨®n de prescindir de los servicios del creador la tom¨® el diario de Washington el s¨¢bado, y la justific¨® un portavoz de la empresa, propiedad de Jeff Bezos, fundador de Amazon, ¡°a la luz de las recientes declaraciones que promueven la segregaci¨®n¡±. La orden era inmediata, lo que no evit¨® que en algunos ejemplares de la edici¨®n impresa del domingo se colara un ¨²ltimo, hasta nuevo aviso, Dilbert. En la p¨¢gina web del Post, el oficinista cascarrabias ha desaparecido por completo.
En Los Angeles Times, que public¨® un comunicado en el que revelaba que en los ¨²ltimos nueve meses le hab¨ªan devuelto a Adams en cuatro ocasiones una tira controvertida porque no cumpl¨ªa los ¡°est¨¢ndares¡±, la capacidad de reacci¨®n no ser¨¢ tan s¨²bita: ¡°Se suspender¨¢ a partir del lunes en la mayor¨ªa de las ediciones. Pero debido a que [la edici¨®n del domingo de la secci¨®n] Sunday Comics se imprime con anticipaci¨®n, Dilbert aparecer¨¢ por ¨²ltima vez en el peri¨®dico del 12 de marzo¡±.
No es la primera vez que el dibujante se ve en una de estas. El a?o pasado, The San Francisco Chronicle y otros 76 peri¨®dicos publicados por Lee Enterprises eliminaron la tira de Dilbert cuando Adams introdujo su primer personaje negro, porque consideraron que lo hac¨ªa para burlarse de la ¡°cultura woke¡±.
True or false: The media created a surge in racial division and then canceled me for pointing out the obvious impact of their evil work.
— Scott Adams (@ScottAdamsSays) February 26, 2023
En su Twitter, Adams public¨® el domingo una encuesta con el siguiente mensaje: ¡°Verdadero o falso: los medios han alentado un resurgir de las divisiones raciales y despu¨¦s me han cancelado por se?alar el impacto obvio de su malvado trabajo¡±.
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