Los toros se convierten en un arma arrojadiza en la arena pol¨ªtica

Cada vez que un torero sale al ruedo, se juega la vida. Pero, desde hace un tiempo, la tauromaquia afronta una encarnizada lucha que pone en riesgo su futuro. Incluso, quiz¨¢s, su supervivencia. A un lado, los diestros, los empresarios del sector, los aficionados y todo el que reivindica la lidia como una se?a identitaria y una tradici¨®n del ADN espa?ol. Precisamente, lo que abanderan los principales partidos de derechas, el PP y, m¨¢s todav¨ªa, Vox. En el otro bando, los animalistas, el p¨²blico indignado con una pr¨¢ctica que considera violenta y arcaica y formaciones de izquierdas, como Unidas Podemos. En medio, el Ministerio de Cultura y Deporte, regido por el socialista Miquel Iceta, obligado por ley a tutelar un ¨¢mbito que intent¨® apartar del Bono Cultural Joven, una ayuda de 400 euros a los ciudadanos que cumplen 18 a?os para gastar en productos y actividades art¨ªsticas: cine, m¨²sica, teatro, libros o videojuegos, pero no en toros, como hab¨ªa establecido el ministerio.

Hasta que el 7 de febrero, el Tribunal Supremo anul¨® esta exclusi¨®n al considerar d¨¦biles los argumentos de Cultura y visto que, como record¨® en su fallo, en el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol la tauromaquia est¨¢ reconocida como patrimonio cultural que debe protegerse. En 2013, con el PP en el Gobierno, se aprob¨® una ley para la regulaci¨®n de este arte y desde ese a?o el ministerio concede un premio nacional a una figura relacionada con la lidia, con una dotaci¨®n de 30.000 euros. El Supremo daba as¨ª la raz¨®n al recurso de la Fundaci¨®n Toro de Lidia, que recibe una subvenci¨®n anual estatal de 35.000 euros. Y a un sector que consider¨® la exclusi¨®n como la en¨¦sima demostraci¨®n de abandono por parte del ministerio. Cultura tuvo que recular e incluir los toros en el bono, tanto el que est¨¢ en marcha desde 2022 como su segunda edici¨®n, este a?o. Pol¨¦micas y debates, sin embargo, contin¨²an. Y, con ellas, el complicado avance de un sector que unos llevan a hombros con orgullo y al que otros intentar asestar una cornada definitiva.

El novillero sin caballo Javi Zulueta, sevillano, que este 2023 cumple la mayor¨ªa de edad, va a poder gastar la parte del bono que le corresponda en espect¨¢culos taurinos. ¡°Como el propio nombre indica, es un bono cultural y por ello no deber¨ªa haber sido excluida la tauromaquia, nos privaba de libertad¡±, dice. Este muchacho, que cursa Segundo de Bachillerato y entrena dos horas diarias en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, emplear¨¢ el dinero en el abono de la plaza de la Maestranza y, ¡°si da para m¨¢s, en alguna corrida en Madrid¡±. Igualmente, se ver¨¢ beneficiado su compa?ero en esa escuela taurina Ignacio Candela, novillero con caballo de Ronda (M¨¢laga) y estudiante de Derecho, que cumpli¨® en diciembre los 18. ¡°Vendr¨¢ bien sobre todo por los precios de las entradas¡±, apunta.

Luego est¨¢n los agraciados indirectamente, como la Asociaci¨®n Nacional de Organizadores de Espect¨¢culos Taurinos (Anoet), cuyo presidente, Sim¨®n Casas, empresario de la plaza m¨¢s importante del mundo, la de Las Ventas, en Madrid, se?ala que ¡°no era correcto, ni de justicia¡± esa discriminaci¨®n, pero descarta que esta decisi¨®n sea la que haya situado a los toros en la arena pol¨ªtica. ¡°El motivo por el que se politizan es que la izquierda radical de Podemos ha decretado por ideolog¨ªa que se deb¨ªan excluir¡±, declara tambi¨¦n por tel¨¦fono el representante de la patronal taurina. ¡°Claro que est¨¢n en su derecho de pensarlo, pero para debatirlo est¨¢ el Parlamento, que propongan que los toros no sean cultura, pero hoy por hoy, lo son¡±.

De alguna forma, en realidad, Unidas Podemos lo ha hecho. Tras el fallo del Supremo, su portavoz en la Comisi¨®n de Cultura del Congreso, Mar¨ªa del Mar Garc¨ªa Puig, present¨® una pregunta al Gobierno donde apuntaba: ¡°La concepci¨®n de la tauromaquia como cultura sigue siendo no solo un anacronismo, sino una singularidad aberrante que ni los espa?oles ni el resto de la comunidad internacional entiende. Resulta tan evidente y apremiante que incluso la ONU, en 2018 y a trav¨¦s del Comit¨¦ de los Derechos del Ni?o, inst¨® a Espa?a a prohibir el acceso y participaci¨®n de menores de edad en espect¨¢culos de tauromaquia, a fin de prevenir los efectos nocivos de esta violencia sobre la infancia y la adolescencia¡±.

Su misiva, que debe recibir respuesta antes del 15 de marzo, plantea al Ejecutivo qu¨¦ har¨¢ para ¡°excluir a los toros del ¨¢mbito cultural¡± y a Cultura c¨®mo volver¨¢ a apartarlos del bono joven. ¡°Es un sector que sin las subvenciones dif¨ªcilmente ser¨ªa sostenible. La sociedad no quiere corridas de toros y por tanto debemos avanzar hacia su desaparici¨®n y una reconversi¨®n del sector. Es lo que tiene que apoyar el Gobierno¡±, agrega Garc¨ªa Puig.

Este diario envi¨® varias preguntas al Ministerio de Cultura y Deporte, pero no ha habido contestaci¨®n. No hay forma de saber, pues, con qu¨¦ criterios se excluyeron los toros, por qu¨¦ tras la sentencia se opt¨® por incluirlos en lugar de insistir con argumentos m¨¢s s¨®lidos o qu¨¦ visi¨®n tiene el departamento de Iceta sobre el futuro de la lidia.

A falta de palabras, el ministerio publica n¨²meros. El Anuario de Estad¨ªsticas Culturales ofrece pistas para adivinar el horizonte de la tauromaquia. Los festejos han disminuido desde 2009, hasta quedar en 824 en 2021, ¨²ltimo dato disponible ¡ª279 fueron corridas¡ª. Apenas el 1,9% de la poblaci¨®n asisti¨® a uno de esos espect¨¢culos el a?o pasado, un porcentaje casi id¨¦ntico al ballet o la danza. A la vez, sin embargo, las cifras de los ¨²ltimos dos a?os est¨¢n muy influidas por las restricciones en la pandemia. En bienios anteriores, entre un 8% y un 10% sol¨ªa acudir a los toros, con un reparto bastante parecido por franjas de edad, lo que parece desmentir la idea de que las corridas solo seducen a un p¨²blico mayor. Adem¨¢s, todos los profesionales del sector (matadores, rejoneadores, novilleros, banderilleros¡­) aumentaron entre 2017 y 2021, al igual que las empresas ganaderas, con Andaluc¨ªa como principal base.

El escritor Carlos Abella, autor de una monumental historia del toreo en Espa?a y que fue director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, recuerda que este espect¨¢culo ha vivido otros arreones en el pasado: ¡°Lo prohibi¨® Carlos IV y lo restaur¨® Fernando VII¡±. Abella considera que fue la decisi¨®n de Cultura la que puso los toros en la agenda pol¨ªtica, ¡°por la negaci¨®n de un derecho, ahora se deja al menos que los j¨®venes tengan libertad para decidir¡±.

Fran?ois Zumbiehl, escritor y antrop¨®logo franc¨¦s, abunda en esta cuesti¨®n: ¡°Siempre ha habido taurinos y antitaurinos. Los toros son una fiesta que ha ido transformando el pueblo. En el siglo XVIII la monarqu¨ªa se alej¨® de ellos y fueron las clases populares las que a trav¨¦s de toreros como Pepe-Hillo y Costillares tomaron el protagonismo¡±. Y agrega: ¡°No se puede decir que los toros no son cultura, aunque est¨¦ la cuesti¨®n del trato a los animales. Hay un ritual, una belleza, una organizaci¨®n de un espect¨¢culo, la participaci¨®n del espectador... ?no es esto cultura? Es un patrimonio cultural inmaterial¡±.

En los recientes vaivenes pol¨ªticos, Casas, que preside una organizaci¨®n que agrupa al 75% de las principales plazas espa?olas, lamenta ¡°la postura ambigua del PSOE¡±. ¡°Hist¨®ricamente, ha habido aficionados emblem¨¢ticos socialistas, pero ahora, a veces, el PSOE agacha la cabeza por un motivo pol¨ªtico, poder gobernar con Podemos, que es un partido que ejerce un totalitarismo cultural¡±, declara. Para Zumbiehl, ¡°hay una alianza entre Podemos y los animalistas, que consideran que los animales y los humanos son iguales por ser seres sintientes, pero el hombre es tambi¨¦n un ser consciente. Es la nueva inquisici¨®n buenista, y es peligroso. En la historia de la izquierda no ha habido un partido en contra de la tauromaquia hasta Podemos¡±.

Preguntados si la tauromaquia est¨¢ adherida a alguna ideolog¨ªa, Casas se pone de ejemplo para negarlo: ¡°En mi juventud fui trotskista, ?qui¨¦n puede decir que los toros son de derechas o izquierdas? El toro ha tenido un papel mitol¨®gico en las civilizaciones y el hombre ha querido medirse con ¨¦l. Me atrevo a decir que culturalmente podr¨ªa ser m¨¢s de izquierdas porque es un arte transgresivo, que nos enfrenta a la muerte, la del toro y, quiz¨¢s, la del torero¡±. El joven Zulueta cree que es un mundo que ¡°no ha estado relacionado con ninguna ideolog¨ªa, aunque haya partidos que quieren vincularse o desvincularse de ello¡±. Y, al menos aqu¨ª su opini¨®n no dista demasiado de la de Garc¨ªa Puig, de Unidas Podemos: ¡°Creo que no es tanto un conflicto de izquierdas y derechas como de defensores de los derechos de los animales. El propio PSOE nunca se ha mostrado contundente en este sentido. Hay que sacar el foco de lo identitario y llevarlo al plano de los derechos¡±.

Zumbiehl, que fue consejero cultural en la Embajada de Francia en Madrid, considera ¡°un planteamiento cerrado¡± vincular la tauromaquia con una doctrina pol¨ªtica y cita lo que sucede en su pa¨ªs: ¡°Pol¨ªticos de derechas y de izquierdas la defienden, el que haya una barrera en este asunto es absurdo. En cambio, hoy en Espa?a la pol¨ªtica los utiliza a favor o en contra, algo que no pas¨® en la Transici¨®n. Y no es bueno que un partido se apodere de una expresi¨®n cultural, ya sea a favor o en contra¡±.

Abella sostiene que ¡°los toros han sido siempre un espect¨¢culo plural, aunque ahora se intente asociar a una determinada ideolog¨ªa y a un partido¡±. ¡°Si la izquierda espa?ola niega los toros, se est¨¢ negando a s¨ª misma¡±, apunta el autor de biograf¨ªas de matadores como Luis Miguel Domingu¨ªn y Jos¨¦ Tom¨¢s. ¡°Jorge Sempr¨²n, que fue ministro de Cultura con Felipe Gonz¨¢lez, era af¨ªn; toreros como Anto?ete [fallecido en 2011] eran de izquierdas, al igual que ha habido artistas y escritores aficionados: Alberti, Picasso, Lorca¡­¡±. El novillero Candela reconoce que los partidos de derecha ¡°son los que est¨¢n hoy con los toros¡±, pero recuerda que el fallecido vicepresidente y ministro de gobiernos socialistas Alfredo P¨¦rez Rubalcaba ¡°apoyaba a los toreros¡±.

Siguiendo con la pol¨ªtica, si hay una autonom¨ªa en la que los toros son m¨¢s que un asunto de calado econ¨®mico y cultural es Madrid. A su alrededor se ha cavado una trinchera que permite confrontar al gobierno del PP con la oposici¨®n de izquierdas, y a la presidenta regional, Isabel D¨ªaz Ayuso, con el jefe del Ejecutivo, Pedro S¨¢nchez. Solo hay que ver la reacci¨®n a la inclusi¨®n de la tauromaquia en el bono: ¡°Se pone fin a la visi¨®n de un gobierno profundamente sectario en estas materias¡±, ret¨® su consejero de Presidencia, Enrique L¨®pez.

En conversaci¨®n telef¨®nica, L¨®pez describe un antes y un despu¨¦s en la pol¨ªtica regional a favor del toro: la salida de Ciudadanos del Gobierno regional, en marzo de 2021. Las dudas en esta materia de aquel partido, seg¨²n el consejero, fueron sustituidas por una apuesta inversora del PP.

En 2022 Madrid compens¨® las p¨¦rdidas millonarias por los cierres durante la pandemia en el coso madrile?o e invirti¨® 1,4 millones en ayudar a organizar cert¨¢menes en la regi¨®n. Ayuso, habitual de Las Ventas, arranc¨® 2023 amadrinando una corrida de toros a beneficio de la Fundaci¨®n de Bancos de Alimentos en Navalcarnero. Y el proyecto de presupuestos de este a?o, que no ha sido aprobado, duplica la inversi¨®n en asuntos taurinos. Si el PP sigue gobernando tras las elecciones municipales del 28 de mayo, emplear¨¢ unos 20 millones hasta 2024 en la plaza de la capital, seg¨²n un portavoz gubernamental. De momento, en el ¨²ltimo consejo de gobierno, celebrado el jueves, se aprob¨® un acuerdo para poner en marcha la Fiesta del Toro de la Comunidad de Madrid, para la que se autoriza un gasto de 1.400.000 euros entre 2023 y 2024.

Una visi¨®n que contrasta con la de M¨¢s Madrid, que lidera la oposici¨®n en la regi¨®n. ¡°Los toros han recibido m¨¢s ayudas de Ayuso que los videojuegos, un sector puntero, que genera empleos cualificados y que en su momento el PP critic¨® se incluyera en el bono¡±, lamenta la diputada Jazm¨ªn Beirak. ¡°Y lo hace porque le sirve como un pretexto para hacerle oposici¨®n a S¨¢nchez. Ni le importa el sector taurino, ni la necesaria reconversi¨®n de los trabajadores que lo integran¡±.

En Catalu?a, en cambio, las corridas de toros son historia desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. La ¨²ltima se celebr¨® en septiembre de 2011 y no se ha vuelto a programar ninguna. El Parlament aprob¨® en 2010 la modificaci¨®n de la Ley de la Protecci¨®n Animal para prohibir las corridas en un enconado y ajustado debate ¡ªla divisi¨®n se agudiz¨® en el seno de los grandes partidos¡ª que ganaron los animalistas. En 2016, el Tribunal Constitucional acept¨® el recurso del PP y tumb¨® la norma al sostener que la ley catalana hab¨ªa invadido competencias estatales. Es decir, que se podr¨ªan celebrar, pero no se programan por falta de afici¨®n.

Catalu?a cuenta con dos plazas h¨¢biles: la Monumental, en Barcelona, y una en Olot (Girona). En la capital catalana, la de Las Arenas se ha convertido en un centro comercial y la de Tarragona en un complejo que alberga todo tipo de espect¨¢culos, desde recitales al concurso de castells. En el sur de Tarragona, sin embargo, siguen teniendo mucho arraigo los correbous, similares a las vaquillas. Partidos como la CUP y los comunes promovieron una modificaci¨®n de la ley para evitar las modalidades m¨¢s degradantes para los animales.

A la derecha del PP, ?por qu¨¦ se asocia a veces ser aficionado con el partido ultra Vox? Casas y Abella coinciden: cuando un partido deja un hueco en un asunto, lo ocupa otro. Para el primero, ¡°la izquierda ha abandonado ese espacio, y la derecha, PP y Vox, no es que quieran politizarlo, sino que lo han cogido¡±. Zumbiehl reflexiona que esa relaci¨®n con Vox ¡°quiz¨¢s se deba al peso del franquismo¡±. ¡°Franco no era aficionado, pero lo utilizaba como propaganda¡±.

Esa defensa de los toros ha sido una de las se?as de identidad de Vox. Ya en las 100 medidas para Espa?a, que lanz¨® en 2018 como carta de presentaci¨®n, incluy¨® una ¡°ley de la protecci¨®n de la tauromaquia¡±. Los toros no solo se identifican con la imagen de Espa?a que quieren proyectar, inspirada en la visi¨®n m¨ªtica e imperial del franquismo, sino que les sirven de campo de batalla contra la Generalitat catalana y la izquierda animalista.

El l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, presume de su amistad con el torero Morante de la Puebla, con quien rod¨® un v¨ªdeo a caballo para la campa?a de las elecciones andaluzas de 2018, y ha fichado a diestros para sus listas electorales, como Seraf¨ªn Mar¨ªn o el banderillero Pablo Cipr¨¦s. En su fiesta anual, el partido incluye un simulacro infantil de encierro taurino. Pero m¨¢s all¨¢ de lo simb¨®lico, el toro supone un importante caladero de votos. Su objetivo es contraponer una izquierda urbanita y ecologista a un campo abandonado y conservacionista. En esta l¨ªnea, Zumbiehl sostiene que ¡°la fiesta de los toros es la emergencia del mundo rural en el mundo urbano, pero esa relaci¨®n se ha ido alejando, y lo preocupante ser¨ªa que se rompiese¡±.

Sobre si tendr¨¢ ¨¦xito la inclusi¨®n de los espect¨¢culos taurinos en el bono, Casas admite que hace a?os ¡°hubo un alejamiento de la juventud hacia los toros, pero ahora hay una din¨¢mica inversa, se ven cada vez m¨¢s j¨®venes en Las Ventas¡±. ¡°El motivo es que ven al torero como un superh¨¦roe que se juega la vida y la juventud sue?a con h¨¦roes, como se ve en expresiones art¨ªsticas como el cine¡±, a?ade. El novillero Zulueta tercia: ¡°Hay partidos pol¨ªticos y medios de comunicaci¨®n que quieren hacer ver que los j¨®venes no quieren la tauromaquia, pero yo, que estoy dentro, aseguro que cada vez hay m¨¢s novilleros y m¨¢s j¨®venes en los tendidos¡±. De momento, los que cumplan 18 a?os tambi¨¦n podr¨¢n ir gracias al dinero p¨²blico. Dif¨ªcil, sin embargo, prever mucho m¨¢s all¨¢: el futuro de los toros est¨¢ en plena faena.