El ¡®collage¡¯ o volver a trabajar con las manos contra el tsunami de las IA

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¡°Volver a trabajar con las manos contra el tsunami de la inteligencia artificial¡±. Este es el mantra que atraviesa Capas en el tiempo. Lo que cuentan los collages de Emilio Gil. El libro re¨²ne 32 collages seleccionados por Gil, uno de los dise?adores gr¨¢ficos m¨¢s importantes de Espa?a. Son composiciones de fragmentos que recorren una parte de la historia del dise?o y que al revisarlos cobran un nuevo significado. ?l lo llama ¡°el aura¡±, parafraseando a Walter Benjamin. ¡°El fil¨®sofo dec¨ªa que la obra de arte hab¨ªa perdido el aura por los medios de reproducci¨®n mec¨¢nica¡±, me explica. ¡°El collage es el camino de vuelta. Cuando uso fragmentos de una revista de los a?os sesenta son eso, recortes de una revista, pero cuando los incluyo en una obra, recuperan el aura¡±.

Todos los domingos, Emilio Gil ¡ªalguna de las campa?as gr¨¢ficas del Museo del Prado son de su empresa, Tau Dise?o¡ª compraba en un quiosco de prensa de la Puerta de Alcal¨¢ de Madrid el peri¨®dico brit¨¢nico Independent on Sunday. En su casa hac¨ªa una selecci¨®n: cortaba los titulares, los logos, los bloques tipogr¨¢ficos o las composiciones que le parec¨ªan de mayor inter¨¦s y los guardaba en un caj¨®n de sastre. De ah¨ª salieron sus collages, que pegaba sobre cartulinas.

Emilio Gil no es el ¨²nico creador que actualmente reclama y defiende una t¨¦cnica centenaria que ya usaron Picasso y Braque. Hay un resurgir del collage sobre todo en los medios de comunicaci¨®n. Patricia Bolinches y Sr. Garc¨ªa, dos artistas cuyas obras ilustran a menudo art¨ªculos y reportajes de EL PA?S, confirman esta tendencia. ¡°En los ¨²ltimos a?os, se ha experimentado un resurgimiento en popularidad, no solo en prensa, tambi¨¦n en publicidad y videoclips ¨Dexplica Bolinches¨D. ¡°Es una t¨¦cnica muy vers¨¢til. Se puede usar en una gran variedad de estilos y temas, desde lo abstracto hasta lo figurativo, por lo que da mucho juego y lo convierte en una t¨¦cnica muy atractiva para artistas y espectadores por igual¡±. Sr. Garc¨ªa reconoce que hasta ¡°los propios equipos de dise?o de los medios empiezan a manejar la t¨¦cnica a nivel interno¡±.

El collage, coinciden los tres dise?adores, ha vuelto despu¨¦s de una clara hegemon¨ªa de la ilustraci¨®n, a la que posteriormente desbanc¨® la fotograf¨ªa, en el sentido m¨¢s estrictamente editorial. Patricia Bolinches echa la vista atr¨¢s y en un breve repaso hist¨®rico recuerda a otros pioneros como el movimiento dada¨ªsta, que ¡°utiliz¨® el collage como una forma de subvertir y desafiar la cultura y la sociedad de la ¨¦poca, Kurt Schwitters y Hannah H?ch son unos grandes referentes¡±. Tambi¨¦n menciona la Bauhaus y posteriormente el Pop Art.

Emilio Gil recuerda la portada de Sargent Peppers de The Beatles, firmada por el artista brit¨¢nico Peter Blake, como uno de los collages m¨¢s ic¨®nicos. Y repite un nombre: el del pintor David Hockney, del que ha tomado prestado una de sus citas para titular su libro. ¡°Considera el collage como una gran invenci¨®n del siglo XX de profundo significado: ¡®Consiste en colocar una capa del tiempo sobre otra¡±. Esas capas aparecen tambi¨¦n en el trabajo de Sr. Garc¨ªa. Hay que pararse un rato no solo a leer un art¨ªculo de EL PA?S, sino los significados de sus obras y as¨ª descubrir ¡°ciertas dosis de iron¨ªa¡±. Bolinches asegura sentirse ¡°m¨¢s c¨®moda con im¨¢genes conceptuales, claras y directas para captar la atenci¨®n del espectador y dejar mascado el mensaje¡±, pero reconoce que ¡°hacer ilustraciones con muchos detalles es como contar una historia y el espectador va descubriendo en cada detalle¡±. O cada capa.