¡°Tenemos el derecho a ser tan turbias [en los deseos] como los hombres¡±, Maruja Torres y Clara Serra debaten sobre sexo y poder
La charla se celebr¨® dentro del ciclo ¡®Conversaciones de futuro: pensar en espa?ol¡¯, organizado por EL PA?S y la Fundaci¨®n Ortega-Mara?¨®n, que re¨²ne a pensadores y periodistas hasta el 20 de abril
¡°La musicalidad de estas tres palabras¡±, dijo la escritora Joana Bonet en el C¨ªrculo de Bellas Artes la tarde de este martes. Sexo, deseo, y ley, en ese orden. Un orden que quiz¨¢s deber¨ªa cambiar. Porque si en algo han coincidido la periodista Maruja Torres y la investigadora y expol¨ªtica Clara Serra, sentadas una a cada lado de Bonet, es que el deseo debe ir primero. Siempre debe ir primero. Han hablado de deseo m¨¢s que de cualquier otra cuesti¨®n. Pero han estado de acuerdo en todo lo dem¨¢s. Que ese deseo puede ser a veces ¡°desconocido incluso para una misma, para uno mismo¡± y a veces ¡°oscuro, con pliegues y dobleces¡±, como el sexo. Que es dif¨ªcil, y tal vez nunca sea posible, dar con la ¡°f¨®rmula exacta¡± para definirlos y acotarlos en una ley. Sobre eso, y sobre porno, violencia sexual, feminismo, masculinidad y amor rom¨¢ntico han ahondado Torres y Serra durante hora y media, moderadas por Bonet, en el segundo de los debates de una nueva edici¨®n del ciclo de conferencias llamado Conversaciones de futuro: Pensar en espa?ol, que organizan EL PA?S y la Fundaci¨®n Ortega-Mara?¨®n.
¡°Depende¡±, aclar¨® Torres. ¡°Estoy con Maruja¡±, se sum¨® Serra. Ese ¡°depende¡± se refer¨ªa a c¨®mo el deseo cambia con la edad. Y el sexo, ¡°mucho¡±. ¡°Siempre digo que con los a?os no te acuerdas tanto del sexo como de la ternura¡±, apunt¨® la periodista. ¡°?Y c¨®mo regular todo eso en una legislaci¨®n?¡±, les pregunt¨® Bonet, que se refer¨ªa a la ley del solo s¨ª es s¨ª. ¡°Legislar en el terreno de la sexualidad nos pone ante preguntas complicadas¡±, seg¨²n Serra, contraria a que se le pida al deseo de las mujeres ¡°la claridad¡± con la que han de redactarse las leyes.
¡°A veces no sabemos lo que queremos y lo que deseamos. Parece que ahora todas tenemos que conocer el deseo, y pedirlo, y contarlo, y negociarlo, y yo quer¨ªa cuestionar un poco esta exigencia de transparencia, cuestionar si esta exigencia de claridad es tan liberadora y empoderadora. ?No estar¨¢ habiendo un poco una trampa? Parece que la soluci¨®n m¨¢gica a la violencia es que lo sepamos contar y as¨ª no seremos violentadas, pero quiz¨¢s tenemos derechos a no ser violentadas sin saber muy bien cu¨¢les son nuestros deseos¡±, arguy¨® la investigadora. ¡°En los a?os 70 este debate ya se ten¨ªa, no con este vocabulario, lo reduc¨ªamos a ¡®soy una mujer, tengo el mismo derecho a sentir deseo y a expresarlo que los hombres¡¯, pero es un debate que el feminismo siempre plantea. Quiz¨¢s puede arrasar el deseo tanta comunicaci¨®n¡±, le sigui¨® la periodista. Tambi¨¦n la ¡°infantilizaci¨®n¡±, a veces, de ese deseo en las mujeres.
Las dos reivindicaban ¡°el derecho a ser tan turbias [en los deseos], como los hombres¡±, a la fantas¨ªa, a ver porno sin se?alarlo siempre como ¡°gran causante¡± de la violencia sexual cuando ¡°el machismo se aprende en la realidad del d¨ªa a d¨ªa, todos los d¨ªas¡±, y a que en la sociedad el deseo ¡°no se convierta en objeto de consumo¡±.
Tambi¨¦n que el feminismo se abra al debate sobre el que Torres ha recordado que escribi¨® Serra hace unos d¨ªas, en este diario. Ella misma ha le¨ªdo en voz alta parte del ¨²ltimo p¨¢rrafo de ese texto: ¡°Si esta sociedad va a prometer a las mujeres seguridad sexual a cambio de anular la interdependencia que comporta el sexo, si librarnos de la violencia va a implicar, como contrapartida, no poder atravesar la opacidad de nuestros deseos, ese pacto no merece la pena y debemos rechazarlo¡±.
Serra apelaba, ya al final, a ¡°ese depende¡± del que hablaba Torres al principio, a que una ley entienda ¡°la exploraci¨®n¡± que supone el sexo y que la ley ¡°entre donde hay violencia, tom¨¢ndose en serio la complejidad del terreno en el que entra¡±. Contra la violencia sexual, en cualquier caso, ¡°hay que legislar¡±, coincid¨ªan ambas. ¡°Donde hay violencia, el Estado tiene que entrar¡±.
¡°?Y el deseo rom¨¢ntico?¡±, las interpel¨® Bonet. Y contest¨® Torres: ¡°Ese s¨ª que nos ha perjudicado, eso s¨ª que es un constructo opresor. El final feliz¡±.
Los seis debates que quedan se celebrar¨¢n durante dos semanas, de lunes a jueves, hasta el 20 de abril en la Fundaci¨®n Ortega-Mara?¨®n, el Instituto Cervantes, el C¨ªrculo de Bellas Artes y el Ateneo de Madrid. En este tono de reflexi¨®n pausada y abierta, cada d¨ªa tendr¨¢ lugar un coloquio entre dos personalidades relevantes de la actualidad espa?ola, como el periodista I?aki Gabilondo, la escritora Marta Peirano, el presentador y periodista Jordi ?vole o la escritora Laura Restrepo. En las conferencias abordar¨¢n algunos temas clave del futuro que ya se tratan en el presente, como el feminismo y los cambios legales que este movimiento est¨¢ generando, la industria digital y las redes sociales o los nuevos derechos.
Todas las charlas se celebrar¨¢n de 19.00 a 20.30 y se retransmitir¨¢n en directo a trav¨¦s de la web de la Fundaci¨®n Ortega-Mara?¨®n. Las personas que deseen acudir presencialmente a los encuentros pueden reservar plaza de forma gratuita a trav¨¦s de la web.
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