Las Ventas, una nube de polvo
Decepcionante corrida de Valdefresno y digna actuaci¨®n de Uceda Leal y Roble?o en medio de una espesa polvareda
Aqu¨ª, a todo el mundo se le llena la boca con que Las Ventas es la primera plaza del mundo, pero el que tiene que regar el ruedo ha firmado su propio decreto contra la sequ¨ªa y someti¨® a los espectadores a la constante tortura de una incesante nube de polvo que oscureci¨® el ambiente, los trajes y el maquillaje. Que no es que no regaran, sino que esparcieron cuatro gotas, y la plaza entera se convirti¨® desde el primer toro en una polvareda insoportable. Y menos mal que no hizo viento, como es habitual por estos lares.
Que es una triste guasa que te inviten a un burladero del callej¨®n -o que pagues una pasta por las primeras filas de barrera- y te pongas hecho un cristo de polvo amarillo. La propia presidenta de la Comunidad, que se march¨® a la muerte del quinto toro, se ver¨ªa obligada a pasar anoche por la ducha antes de acudir a alg¨²n acto propio de su cargo. Y ojal¨¢ que a los empresarios, Rafael Garc¨ªa Garrido y Sim¨®n Casas, les haya llegado la arena a las orejas para que eviten en lo sucesivo esta imagen deprimente y sucia de la ¡°primera plaza del mundo¡±. Menos palabras huecas y m¨¢s riego.
Espeso se torn¨® el ambiente, como la corrida toda, porque los toros de Valdefresno, muy serios y con cuajo, (ayer acab¨® la Feria de Abril, y los toros sevillanos se parec¨ªan a estos como un huevo a una casta?a; lo que son las cosas) se agarraron al duro piso y mostraron una ¨¢spera mansedumbre que no facilit¨® la labor de los toreros.
Ni Uceda Leal ni Roble?o, veteranos y contrastados espadas, tuvieron una tarde de triunfo; pero no es menos cierto que ambos contaron con un toro cada uno para mostrar sus conocimientos.
Uceda, por ejemplo, se encontr¨® en primer lugar con un manso, reserv¨®n y parado en los dos primeros tercios, que se despert¨® cuando vio la muleta y embisti¨® con codicia y fiereza. La actitud del animal sorprendi¨® al torero, que tard¨® en sobreponerse, aunque asent¨® las zapatillas y traz¨® buenos redondos a la altura de la casta embravecida de su oponente. Hubo tambi¨¦n una tanda de naturales garbosos antes de marrar con la espada, lo que permiti¨® que todo se diluyera. No fue la faena que ped¨ªa el toro, pero all¨ª quedaron algunas pinceladas.
Y Roble?o sorte¨® un bravo toro cuarto, y encastado en la muleta, al que tard¨® en cogerle el aire, y dibuj¨® naturales hondos, desmayada la figura, y un par de tandas de redondos con mucho sabor. Alarg¨® innecesariamente su labor y lo que fue una meritoria faena la emborron¨® con la espada.
Y se acab¨®.
Uceda se encontr¨® despu¨¦s con un manso muy deslucido, y otro toro parado y muy bronco; y Roble?o se jug¨® el tipo con un sobrero violento y correoso de Jos¨¦ Luis Pereda, al que le rob¨® algunos naturales estimables a base de mucho exponer, y el sexto era un manso que hu¨ªa de su sombra y no par¨® hasta acularse en la puerta de chiqueros, donde tampoco quiso embestir.
En fin, despu¨¦s de la corrida, sesi¨®n de cepillado para la ropa y lavado de cabeza. Ya pod¨ªan haber incluido este servicio en el precio de las entradas. ?Qu¨¦ bochorno, por Dios, en la primera plaza del mundo¡!
Valdefresno/Uceda, Roble?o
Toros de Valdefresno, -el segundo, devuelto por inválido-, bien presentados, cornalones, serios y con cuajo; mansos en los caballos, a excepción del tercero, que acabó con los dos pitones escobillados, y cuarto, que cumplieron; nobles primeros y cuarto, y descastados y ásperos los demás. Sobrero de José Luis Pereda, grandón, manso y violento.
Uceda Leal: metisaca, pinchazo y casi entera atravesada (ovación); estocada atravesada (silencio); casi entera perpendicular y atravesada (silencio).
Fernando Robleño: dos pinchazos y estocada caída _aviso_ (silencio); pinchazo _aviso_ pinchazo y media estocada (silencio); estocada (silencio).
Plaza de Las Ventas. 2 de mayo. Tercer y último festejo de la Comunidad de Madrid. Más de tres cuartos de entrada (18.123 espectadores, según la empresa). Asistió la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, desde un burladero del callejón.
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