Autorretrato de Picasso en tres dimensiones
El museo de M¨¢laga se adentra en la escultura, la obra m¨¢s personal del artista, en una exposici¨®n de 61 piezas elegidas por Carmen Gim¨¦nez, primera directora del centro
Precoz y productivo como ning¨²n otro artista, la obra pict¨®rica de Pablo Picasso fue mundialmente celebrada muy pronto. Cuando en 1937 pint¨® el mural Guernica, ya hab¨ªa revolucionado todos los lenguajes pl¨¢sticos conocidos hasta entonces. A la vez que se enfrentaba al lienzo, ten¨ªa tiempo para experimentar nuevas formas y materiales con la escultura. No fue esta una actividad espor¨¢dica sino muy constante en su larga carrera. En la escultura volcaba sus ideas nuevas, sus primeros esfuerzos para algo que acabar¨ªa asombrando al mundo. Cumplidos los 80 a?os, en 1967, acept¨® que primero Londres y luego Par¨ªs contemplaran parte de sus personajes esculpidos. En Espa?a ha sido su museo de M¨¢laga el elegido para celebrar la primera muestra de su genio escult¨®rico. Picasso escultor. Materia y cuerpo es el t¨ªtulo de la exposici¨®n que hasta el 10 de septiembre se podr¨¢ contemplar en la ciudad natal del artista. Patrocinada por Telef¨®nica y Unicaja, ya en oto?o se trasladar¨¢ al Guggenheim de Bilbao, donde permanecer¨¢ abierta hasta el 14 de enero de 2024. La exposici¨®n es el acto m¨¢s importante de las m¨¢s de 40 muestras que recordar¨¢n en todo el mundo los 50 a?os transcurridos desde su muerte, el 8 de abril de 1973, a los 91 a?os.
Carmen Gim¨¦nez (Casablanca, Marruecos, 79 a?os) una de las mayores expertas internacionales en Picasso, ha sido la comisaria de la exposici¨®n. Gracias a sus conocimientos e influencia se pudo poner en marcha este museo despu¨¦s de abrir las puertas del Reina Sof¨ªa y el Guggenheim de Bilbao. Explica que ha trabajado m¨¢s de 10 a?os en el proyecto porque siempre es complicado lograr pr¨¦stamos de la obra de Picasso y m¨¢s en un a?o en el que la demanda para las distintas exposiciones ha sido notable. Pero, explica Gim¨¦nez, la escultura ha permanecido en manos de la familia y han sido las diferentes colecciones de origen familiar las que han nutrido la exposici¨®n.
La tesis que desarrolla en las dos plantas que componen la exposici¨®n consiste en demostrar que la escultura fue para Picasso un campo de experimentaci¨®n que despu¨¦s llevar¨ªa a la pintura. Esa emoci¨®n primigenia ante lo nuevo, explica la experta, es por la que ¨¦l necesitaba mantener la proximidad f¨ªsica con la obra. Gim¨¦nez detalla que est¨¢n catalogadas unas 700 piezas escult¨®ricas frente a 4.500 pinturas (aparte dibujos, cer¨¢micas o bocetos): ¡°Las obras que se guardaba tend¨ªan a tener un significado documental. Representaban sus primeros esbozos en busca de algo nuevo. Fuimos teniendo noticias de estas obras por las fotograf¨ªas de quienes visitaban sus casas y estudios [Cartier, Douglas Duncan, Robert Doisneau]. Todas aquellas obras que ¨¦l guardaba estaban cuidadosamente documentadas por el propio artista¡±.
Las 61 piezas que se exponen est¨¢n centradas en el cuerpo humano como tema com¨²n y fueron fechadas entre 1909 y 1964. El recorrido por estos casi sesenta a?os de esculturas de Picasso conforma toda una revisi¨®n de la historia del arte: el cubismo, la abstracci¨®n, lo primitivo y el objet trouv¨¦ (objetos de desecho encontrados en la basura). Los materiales son tan revolucionarios como las formas de cada una de las figuras. Cada nuevo material supon¨ªa un reto: madera, yeso, chapa, arcilla, cantos rodados recogidos en la playa y toda clase de objetos cuyo uso original hab¨ªa caducado.
¡°En la pintura¡±, aclara Gim¨¦nez, ¡°vemos que sus mujeres inspiran muchas de sus obras. No ocurre lo mismo con la escultura. Salvo alguna excepci¨®n [el busto de Marie-Th¨¦r¨¨se], el papel de musa corresponde a los materiales¡±.
?Fue mejor pintor o escultor? ¡°Es imposible contestar a esa pregunta¡±, responde la comisaria, aunque luego, en el recorrido, precisa que ¡°en pintura se podr¨ªan escoger diferentes obras que cambiaron el curso de la historia¡±. Se refiere a Las se?oritas de Avi?¨®n (1907). En escultura ese papel podr¨ªan jugarlo varias obras. La famosa Guitarra (1914), obra que marca el comienzo de la escultura moderna. Esta pieza no ha viajado a M¨¢laga porque para la exposici¨®n se han pedido piezas vinculadas exclusivamente con la representaci¨®n del cuerpo humano.
Los materiales que elige para crear nuevas formas, a?ade Gim¨¦nez, le permiten mostrar su fuerza para exhibir diferentes facetas, su hambre de creaci¨®n y su necesidad de reinventarse constantemente.
Ante la mara?a de alambres con las que Picasso quiso participar en el monumento funerario dedicado al poeta Guillaume Apollinaire. Gim¨¦nez cuenta que su rechazo por los convocantes del concurso para la l¨¢pida del escritor, puede ser la causa por la que Picasso decidiera no mostrar su escultura hasta el final de su vida. ¡°Se enfad¨® much¨ªsimo y nunca lo perdon¨®¡±.
Bernard Picasso, el representante de la familia en el museo, llama la atenci¨®n sobre el exterior conceptual de las esculturas de su c¨¦lebre abuelo. Por dentro, van rellenas de restos met¨¢licos de viejos muebles de la casa. Tel¨¦fono m¨®vil en mano, Bernard Picasso muestra una foto de una especie de patinete que su abuelo le hizo de cr¨ªo. ¡°Con muy poco era capaz de dibujar en el aire, de esculpir lo intangible¡±, a?ade.
Estos d¨ªas, el palacio de Buenavista, que cobija el museo desde 2003 con 233 obras donadas por Christine y Bernard Ruiz-Picasso, nuera y nieto del artista respectivamente, celebra dos d¨¦cadas de existencia. El 20? aniversario se ha visto empa?ado por las protestas de sus 89 trabajadores contra las condiciones laborales, mucho peores, argumentan, que la de otros centros espa?oles de categor¨ªa similar. Bernard opina que la tensi¨®n se acabar¨¢ resolviendo y que se llegar¨¢ a un acuerdo. ¡°Este museo es obra de todos. Es l¨®gico que haya diferencias, como en todas partes. Pero seguro habr¨¢ entendimiento¡±.
Babelia
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