La ¨®pera de Rossini que sufri¨® censuras por tratar la infidelidad (y encima con humor)
El Teatro Real presenta ¡®Il turco in Italia¡¯, una nueva producci¨®n con direcci¨®n de escena de Laurent Pelly y con la soprano Lisette Oropesa en el papel protagonista
Toca Rossini. Con sus enredos, su buena dosis de humor y bien de m¨²sica pegadiza. Tambi¨¦n su poquito de osad¨ªa porque el compositor trata con humor en esta ¨®pera un tema espinoso: la infidelidad. Toca Il turco in Italia, una nueva producci¨®n del Teatro Real, coproducida con la Opera de Lyon y el New National Theatre Tokyo, que presenta el mi¨¦rcoles 31 de mayo con una puesta en escena de Laurent Pelly y un reparto encabezado por Lisette Oropesa y Alex Esposito.
Hay en Il turco in Italia dos tramas. La de un poeta del siglo XIX que ve que los tiempos est¨¢n cambiando. Que el romanticismo le impone dejar atr¨¢s la mitolog¨ªa, la ¨¦pica y buscar historias con personajes reales. Y los encuentra, adelanta el director art¨ªstico del Real, Joan Matabosch: ¡°Da con ellos, pero tiene un concepto anacr¨®nico del teatro y cuando quiere ajustarlos a la dramaturgia tradicional se encuentra que, al ser personajes reales, cada uno hace lo que quiere¡±. Y este poeta desesperado acaba al final formando parte de la segunda de las tramas, la de sus propios personajes. Y aqu¨ª aparece Fiorilla, una mujer atrapada en su matrimonio que a¨²n espera de la vida m¨¢s que ser una ama de casa al servicio de su marido.
¡°La historia suena muy actual: una mujer infeliz e insatisfecha con su pareja que anhela ser libre¡±, resume Pelly, que en 2021 se encarg¨® de la escenograf¨ªa de Viva la Mamma. Para la propuesta esc¨¦nica, el director franc¨¦s ha querido que Fiorilla busque refugio a su monoton¨ªa en las fotonovelas. ¡°Es lo que le hace so?ar. Como recurso funciona muy bien. Este formato de la novela ilustrada es tan melodram¨¢tico que resulta c¨®mico, igual que mucho de lo que ocurre en esta ¨®pera¡±, cuenta. Y, como si fuera un personaje de una de esas fotonovelas, llega de pronto a Italia un turco que pone su mundo patas arriba.
¡°El turco es un poco el reflejo de la vida que ella quiere tener. ?l tiene un har¨¦n y ella quisiera tener un har¨¦n de hombres. Se encuentran, se enamoran... Esto trae problemas, celos... La ¨²nica diferencia entre ella y el turco es el g¨¦nero y lo que la sociedad permite o no hacer a una mujer o a un hombre. El argumento nos hace re¨ªr, pero tambi¨¦n nos hace reflexionar sobre el matrimonio¡±, explica, divertida, la soprano Lisette Oropesa, que interpreta a Fiorilla. A cargo de la direcci¨®n musical est¨¢ Giacomo Sagripanti, que explica que lo interesante de esta ¨®pera es la mezcla entre comedia y drama: ¡°Es una especie de ensayo general de lo que luego ser¨ªa La gazza ladra, una obra que empieza siendo c¨®mica y acaba siendo seria. Aqu¨ª tenemos algo parecido reflejado en Fiorilla, hay un cambio muy importante en su personaje¡±.
Rossini no lo tuvo f¨¢cil con esta obra, que fue sometida a muchas censuras. ¡°Hay una infidelidad expl¨ªcita, algo que no fue bien acogido en la ¨¦poca, y encima est¨¢ tomada con sentido del humor, lo cual ya result¨® inaceptable. En Mil¨¢n col¨® m¨¢s o menos, pero en Roma lo cambiaron todo: el amante, por ejemplo, se convierte en el criado de ella. Y en N¨¢poles el marido se convierte en el tutor. Lo m¨¢s gracioso es que el libreto se public¨® con modificaciones para que se viera que no era una ¨®pera tan inmoral, para calmar un poco al p¨²blico, pero sobre el escenario no se cambi¨® nada¡±, cuenta Matabosch.
?Y c¨®mo termina el embrollo? Rossini lo remat¨® con un final moralista que no convence a Pelly: ¡°Nosotros lo hemos subvertido. No puede volver todo a su lugar porque la histor¨ªa volver¨ªa a repetirse una y otra vez. No podemos encerrar a Fiorilla en esa situaci¨®n¡±.
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