Las divas que cambiaron el mundo entran en el museo
El Victoria & Albert Museum de Londres presenta una exposici¨®n que celebra la individualidad creativa de iconos de la canci¨®n. De Maria Callas a Beyonc¨¦, pasando por Elton John, Prince o Lady Gaga, todos han alterado el ¡®statu quo¡¯ de la raza, el g¨¦nero o la conciencia social
No es lo mismo ser una influencer que una diosa. No est¨¢ al alcance de todos la posibilidad de crear un universo propio que consiga adem¨¢s alterar el mundo alrededor. No es f¨¢cil ser Josephine Baker, Greta Garbo, Maria Callas, Marilyn Monroe, Cher, Tina Turner, Barbara Streisand, Liza Minnelli, Lady Gaga, Amy Winehouse, Elton John, Madonna, Freddy Mercury, Blondie, Prince o Beyonc¨¦.
El londinense Victoria & Albert Museum presenta, desde el pr¨®ximo s¨¢bado hasta el 7 de abril de 2024, la exposici¨®n DIVA. Un intento doble culminado con ¨¦xito: por un lado, la exploraci¨®n de individualidades que llegaron a lo m¨¢s alto a trav¨¦s de una creatividad y un planteamiento art¨ªstico capaces de quebrar los convencionalismos de su ¨¦poca. Por otro, personalidades que dieron la vuelta a las ideas de una generaci¨®n, e influyeron en el debate en torno a la raza, el g¨¦nero o la injusticia social. ¡°F¨ªjate en Beyonc¨¦, y en su canci¨®n Formation. La pantalla que hay detr¨¢s de nosotros muestra el v¨ªdeo¡±, dice la comisaria de la exposici¨®n, Kate Bailey, mientras conversa con EL PA?S. ¡°Es toda una declaraci¨®n en defensa del movimiento Black Lives Matter, y una muestra de activismo a favor de la igualdad. El modo en que usa su voz en defensa del feminismo es tan potente como el de las divas de otra ¨¦poca. O Rihanna, con ese modo tan abierto con el que promulga su herencia caribe?a, que ayuda a establecer nuevas plataformas de inclusi¨®n. Y Lady Gaga, que habla de tal modo a su p¨²blico que impulsa una campa?a a favor de la liberaci¨®n gay y de la comunidad LGTBQ¡±, se?ala Bailey.
Todo comenz¨® con la adoraci¨®n incondicional hacia aquellas voces prodigiosas de la ¨®pera del siglo XIX, las primeras en recibir el calificativo de ¡°diosas¡±. Jenny Lind o Adelina Patti. Mujeres capaces de adquirir una independencia y un nivel social muy alejado al del resto de las de su ¨¦poca. Seguidas poco despu¨¦s por las damas de la escena teatral victoriana, cuya arrolladora capacidad interpretativa, en un mundo dominado por los hombres, les dio suficiente poder como para que algunas de ellas lo utilizaran en causas sociales: Ellen Terry, la Reina del Drama de la ¨¦poca, otorg¨® tal potencia a los personajes shakesperianos femeninos que interpretaba como para tener una legi¨®n de seguidores, y adquirir la suficiente influencia y poder para impulsar la Liga para el Sufragio de las Actrices.
Diosas del cabaret y el music hall, como Josephine Baker, esp¨ªa y h¨¦roe de la resistencia francesa, icono original de la lucha contra el racismo; o del primer cine mudo; diosas de Hollywood, como la Garbo, Marylin o Judy Garland. Un primer recorrido de la exposici¨®n que sirve para entender el concepto de diva, hasta llegar a la estaci¨®n t¨¦rmino de ese fase inici¨¢tica: La Divina, Maria Callas. El vestido que utiliz¨® en 1952 para su gloriosa interpretaci¨®n de la Norma de Bellini y el aria Casta Diva, para la Compa?¨ªa de ?pera de Covent Garden, es un anticipo del despliegue preparado en la sala segunda de la exposici¨®n.
El vestuario de una diva
Solo una diosa en permanente combusti¨®n puede llevar algo como el Vestido Flam¨ªgero (Flame Dress), la s¨ªntesis perfecta de glamour, brillo y brevedad para que Tina Turner incendiara el escenario. Dise?o de Bob Mackie, uno de los estilistas m¨¢s celebrados y cotizados entre cantantes y actrices estadounidenses, su originalidad ha hecho que otras divas, como Beyonc¨¦ o RuPaul, no se hayan resistido a copiarlo. ¡°Tina, Tina... salvaje, divertida, con un inmenso talento y una enorme compenetraci¨®n con el p¨²blico. Su espect¨¢culo era m¨¢gico¡±, recuerda para EL PA?S Mackie, que ha viajado hasta Londres para la inauguraci¨®n de la exposici¨®n.
Sus vestidos para Cher, con ese toque de inimitable exceso exportado de Las Vegas al resto del mundo, ocupan el centro de una sala que se extiende en todas direcciones para presentar la m¨²sica, la imagen y el vestuario de otras diosas coronadas en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Ya no basta con celebrar a la mujer, sino una feminidad que trasciende el g¨¦nero. Elton John y el vestido inspirado en Luis XIV, peluca incluida, que dise?¨® Sandy Powell para el cantante en su 50? cumplea?os; los zapatos de Prince y su universal s¨ªmbolo andr¨®gino a modo de broche de cremallera, con los que se mov¨ªa un m¨²sico excepcional que rompi¨® los l¨ªmites y fronteras de la sexualidad; o la reivindicaci¨®n extrema del universo femenino que han incorporado drag queens como RuPaul.
¡°Porque no existe, con el mismo significado, un ¡®divo¡¯. La diva tiene que abrazar la fluidez, debe tener la consideraci¨®n necesaria hacia otros g¨¦neros¡±, explica Bailey. ¡°Los temas, los motivos que abrazan las divas surgen en actuaciones hist¨®ricas como las de Freddie Mercury, o el Elton John vestido de Luis XIV. Es todo un espect¨¢culo en el que se expresa la identidad a trav¨¦s del vestuario y de la extravagancia¡±.
El vestido acortado de Amy Winehouse, pero tambi¨¦n el negro y min¨²sculo con el que se identifica a Edith Piaf; las fascinantes creaciones de Balenciaga para Rihanna o el vestido de Casa Valentino con el que Lady Gaga deslumbr¨® en los Globos de Oro de 2019. O la est¨¦tica punk que Debbie Harry Blondie y el dise?ador Stephen Sprouse crearon para su gira europea de 1979. Una especie de pijama de tela el¨¢stica sint¨¦tica y naranjas y amarillos imposibles. ¡°La moda debe ser siempre un poco peligrosa¡±, la cantante que supo definir un nuevo modo de ser elegante.
Divas sin glamour, pero con personalidad arrolladora, como Joan Baez. Diosas capaz de llevar a las calles un terremoto social, como Nina Simone. Mujeres due?as de su trabajo y su creaci¨®n que han perdurado d¨¦cadas en primera l¨ªnea, independientes en una industria controlada por hombres, como Barbara Streisand, Liza Minnelli ¡ªdiva hija de diva¡ª o Dolly Parton. El Victoria & Albert Museum ha concentrado en una exposici¨®n irrepetible la arrolladora influencia de mujeres excepcionales que han utilizado el arte para mejorar el mundo que les ha tocado.
¨D¡°Falta Rosal¨ªa¡±, no puede evitar comentar el periodista.
¨D¡±Lo sab¨ªa¡±, r¨ªe la comisaria de la exposici¨®n. ¡°Te odio, te odio. Sab¨ªa que saldr¨ªa la pregunta. En estas exposiciones, que llevan tanto tiempo de trabajo, llega un momento en el que debes trazar una l¨ªnea. Pero estoy convencida de que ya tiene un hueco en el mundo de las divas¡±, asegura Bailey.
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