Fonseca, brav¨ªsimo, por la puerta grande
El torero mexicano cort¨® dos orejas a una mansa y deslucida corrida de Cebada Gago. Adri¨¢n Torres y Rom¨¢n estuvieron muy por encima de sus p¨¦simos lotes
El joven Isaac Fonseca es un torero bravo, al que le funciona la cabeza como un reloj y aprovecha su innata condici¨®n para conectar con los p¨²blicos. Esta tarde, en Pamplona, ante un lote infumable, como toda la corrida de Cebada Gago, ha demostrado que posee valor, pundonor, entrega y decisi¨®n para hacer varios toreros. Y no le import¨® que llegara mermado de facultades f¨ªsicas, a¨²n convaleciente de la cornada que sufri¨® el pasado 18 de junio en la final de la Copa Chenel.
Pero ah¨ª estuvo, valent¨ªsimo, hecho un t¨ªo, ante dos marrajos, mansos en los caballos, que llegaron al tercio final tirando ga?afones, con medias arrancadas, con inc¨®modas asperezas y sin posibilidad de colaborar para hacer el toreo limpio y templado. Fonseca no se amilan¨®; estuvo variado con el capote en los dos (al segundo lo recibi¨® con dos largas cambiadas de rodillas en el tercio), y ambos los brind¨® a los tendidos. Se arrodill¨® en los medios en el inicio de faena al tercero y ejecut¨® un ce?ido pase cambiado por la espalda con el que llam¨® la atenci¨®n de la solanera. Aguant¨® los derrotes con escalofriante firmeza, y, aunque no hubo lucimiento, destac¨® su torera disposici¨®n en todo momento. Mat¨® mal de una estocada baja, pero en esta plaza eso no es un problema. Si el toro cae a la primera, el trofeo es casi seguro.
M¨¢s entonado, si cabe, estuvo con el sexto, otra prenda gaditana de corto viaje y comportamiento harto complicado, al que banderillearon con brillantez Juan Carlos Rey y Jes¨²s Robledo Tito. De nuevo cit¨® para dar dos ce?idos pases cambiados por la espalda ¡ªen esta ocasi¨®n de pie¡ª, antes de ofrecer toda una lecci¨®n de entrega, firmeza y valor. Se perfil¨® para matar y miedo daban los muy afilados pitones del toro; pero no le import¨®, se tir¨® encima del morrillo y consigui¨® una estocada hasta la empu?adura que le permiti¨® pasear otro trofeo y salir a hombros por la puerta grande.
Quede claro que los toros no permitieron el toreo en ninguna de sus formas, pero Isaac Fonseca, todo coraz¨®n, demostr¨® que la torer¨ªa reside, por encima de toro, en el coraz¨®n.
Sus compa?eros, Adri¨¢n de Torres y Rom¨¢n, fallaron con la espada y se fueron de vac¨ªo al hotel, pero los dos estuvieron muy por encima de sus deslucidos lotes, toreros ambos de los pies a la cabeza, valientes, pundonorosos y heroicos ante toros que embistieron siempre con la cara por las nubes, y entorpecieron cualquier atisbo de toreo.
De Torres posee un valor deslumbrante, de modo que asienta las zapatillas y no mueve un alamar; pero en su desmedido af¨¢n por triunfar alarg¨® en demas¨ªa sus dos faenas y el mal uso del estoque emborron¨® sus dos actuaciones. Es un torero, no obstante, a tener en cuenta, que trata de ejecutar un toreo cl¨¢sico y templado, y que merece m¨¢s y mejores oportunidades.
El peor lote, si cabe, se lo llev¨® Rom¨¢n, un veterano en los sanfermines, y se jug¨® el tipo de principio a fin. Muy serio en todo momento, firme, con las ideas claras y con el ¨¢nimo triunfador, lo intent¨® de todas las maneras, pero ni los toros le permitieron un respiro ni ¨¦l estuvo certero en la suerte final.
Al final, se llevaron a hombros a Fonseca, pero De Torres y Rom¨¢n merecieron un premio de consolaci¨®n por la torera gallard¨ªa que mostraron toda la tarde.
Cebada Gago / Torres, Rom¨¢n, Fonseca
Toros de Cebada Gago, bien presentados, serios y astifinos; muy mansos en los caballos, broncos, ásperos y deslucidos.
Adrián Torres: estocada perpendicular y baja -aviso-, cuatro descabellos y el toro se echa (silencio); dos pinchazos y estocada trasera -aviso- (silencio).
Román: estocada que hace guardia y un descabello (silencio); pinchazo y bajonazo (silencio).
Isaac Fonseca: estocada baja (oreja); gran estocada (oreja). Salió a hombros por la puerta grande.
Plaza de Pamplona. 9 de julio. Tercera corrida de San Fermín. Lleno.
Babelia
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