¡®La manzana de oro¡¯: retrato burlesco del patetismo, los egos y las envidias en los c¨ªrculos po¨¦ticos
Jaime Ch¨¢varri vuelve a las salas 18 a?os despu¨¦s de ¡®Camar¨®n¡¯ con una comedia que empieza mal y a la que le cuesta encontrar el tono
¡ªMe gustar¨ªa matarte.
¡ª?Por qu¨¦?
¡ªEres el mejor poeta de nuestra generaci¨®n.
¡ª?Y me vas a matar por esa gilipollez?
El presente di¨¢logo de La manzana de oro, regreso al cine del veterano Jaime Ch¨¢varri despu¨¦s de 18 a?os, pronunciado completamente en serio aunque su esencia tonal sea la de una farsa, escenifica bien c¨®mo se las deben gastar en determinados c¨ªrculos de la literatura espa?ola. Sobre todo, porque proviene de uno de los suyos: de Fernando Aramburu, que algo debe saber de esto, y de su novela ?vidas pretensiones, premio Biblioteca Breve en 2014, en la que se basa la pel¨ªcula, ambientada en un fin de semana en una casa rural sita en un convento de monjas donde se re¨²ne un variopinto grupo de poetas para otorgar(se) un premio.
Ese ¡°se¡± reflexivo entre par¨¦ntesis tambi¨¦n dice mucho del funesto y c¨®mico retrato que Aramburu primero, y Ch¨¢varri y su guionista Jos¨¦ ?ngel Esteban m¨¢s tarde, hacen del estado actual no tanto de la poes¨ªa en s¨ª como de sus muy distintas personalidades. La pena es que en la pel¨ªcula la diatriba se queda en curiosidad y la pretendida comicidad de las relaciones, los odios, el retrato de egos y envidias de los poetas da para poco m¨¢s que para una caricatura, para un qui¨¦n es qui¨¦n del que re¨ªrse, pero no con el que re¨ªrse.
El alcoh¨®lico brillante con tendencia a la depresi¨®n amorosa; el anciano poeta antifranquista que ahora duerme la siesta hasta por las ma?anas, al que todos veneran pero al que pocos hacen caso; el dandy ¡°cursi¡± ataviado con pa?uelo al cuello, que domina qui¨¦n entra y qui¨¦n sale en las antolog¨ªas; el rapero poeta que utiliza ¡°puto¡± como prefijo intensificador a la menor oportunidad; la exitosa joven con millones de seguidores en redes, obsesionada por colgar cada verso con una foto y a la que todos los dem¨¢s desprecian; el cocain¨®mano machirulo de moto y chaqueta de cuero; el provinciano adulador con fama de opusino, capaz de cualquier cosa con tal de estar con sus ¨ªdolos. El retrato de conjunto es pat¨¦tico (acentuado por un reparto en el que hay hasta razonables parecidos f¨ªsicos), pero en La manzana de oro (mal t¨ªtulo; tampoco ?vidas pretensiones hubiera sido mucho mejor) funciona mejor como entretenimiento para entendidos que como comedia popular para todos los p¨²blicos. O incluso para quemar todos tus libros de poes¨ªa contempor¨¢nea al volver a casa despu¨¦s del cine.
La pel¨ªcula empieza mal y le cuesta encontrar el tono, entre otras cosas porque la m¨²sica a veces pretende subrayar la comedia, pero en otras muchas suena mel¨®dica y melanc¨®lica en secuencias que ni siquiera parecen necesitar la banda sonora. Ch¨¢varri maneja con solvencia el ritmo de la narraci¨®n, pero introduce un pu?ado de innecesarios y feos flashbacks en blanco y negro, y el tono, cerca de la astracanada, chirr¨ªa en demasiados momentos de enredo.
El director madrile?o, que en dos de sus ¨²ltimas pel¨ªculas antes del par¨®n de casi dos d¨¦cadas, ambas de encargo y estupendas ¡ªla luminosa Besos para todos (2000) y el notable biopic de Camar¨®n (2005) ¡ª, hab¨ªa demostrado ese toque elegante para hacer suyas las historias de otros y narrarlas con solidez, no lo logra en La manzana de oro. Esta, como Tierno verano de lujurias y azoteas, Gran Slalom y El a?o del diluvio, no es de las buenas. Pero sus insignes El desencanto y Las bicicletas son para el verano, junto con otras tan loables como Las cosas del querer y Sus ojos se cerraron, seguir¨¢n siendo parte de la historia del cine espa?ol.
LA MANZANA DE ORO
Dirección: Jaime Chávarri.
Intérpretes: Marta Nieto, Sergi López, Adrián Lastra, Vicky Peña.
Género: comedia. España, 2022.
Duración: 100 minutos.
Estreno: 1 de septiembre.
Babelia
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