Bj?rk deslumbra en Madrid con su espect¨¢culo Cornucopia
La islandesa dio este lunes su ¨²nico concierto en Espa?a de 2023
Cuando se habla de los conciertos de Bj?rk (Islandia, 57 a?os) hay que intentar evitar las referencias a hadas o extraterrestres, que de tanto usarse se han convertido en t¨®picos manidos, pero resulta complicado. Porque un espect¨¢culo tan inclasificable como el que este lunes present¨® en Madrid hace que uno piense en, maldita sea, hadas y extraterrestres. Fueron exactamente 92 minutos sorprendentes. A estas alturas no se sabe muy bien si lo que hace es convertir el caos en belleza o la belleza en caos. Lo que est¨¢ claro es que la ligereza hace tiempo que no le interesa y ayer en alg¨²n momento en el que tan solo sonaba su voz, un arpa y percusi¨®n parec¨ªa que est¨¢bamos ante un nuevo tipo de hardcore. Bj?rk es capaz de crear una tormenta s¨®nica indescriptible y al segundo siguiente ser delicada como un pa?uelo de seda. Sea lo que sea lo que hace, eso no es pop. ?O s¨ª? Es tan dif¨ªcil afirmarlo como negarlo.
Cornucopia, el espect¨¢culo que empez¨® a mover hace tres a?os por el mundo, es elegante y es exquisito. Es distinto pero no dif¨ªcil. Es ¨²nico de principio a fin. Todo se sale de lo est¨¢ndar. Para empezar la elecci¨®n de la banda: un septeto de flautas vestido como, all¨¢ vamos, hadas del bosque, arpa, teclados y percusi¨®n. ?Puede eso ser pop? Tambi¨¦n se sale de lo habitual su vestido de Stina Randestad, su tocado dorado y la elaborada m¨¢scara que por momentos le cubr¨ªa la cara. O la escenograf¨ªa, basada en majestuosas proyecciones en tres dimensiones sobre un tel¨®n trasl¨²cido que tapa el frontal del escenario. Es algo as¨ª como El sue?o de una noche de verano creado por un alien. ?Ven? Ya estamos otra vez con las hadas y los extraterrestres.
Cornucopia fue dise?ado en 2019 para la inauguraci¨®n de The Shed, un nuevo centro cultural de Nueva York. Dos a?os antes, Bj?rk hab¨ªa publicado Utopia, un disco futurista producido por ella con colaboradores como la artista electr¨®nica venezolana Arca. Despu¨¦s lleg¨® la pandemia y aquello qued¨® en barbecho. Bj?rk, que llevaba muchos a?os viviendo en Brooklyn, volvi¨® a Islandia. All¨ª concibi¨® y grab¨® Fossora, su ¨²ltimo disco, un ¨¢lbum publicado en 2022. Es distinto a Utopia, pero comparten la misma visi¨®n del mundo. Bj?rk se ha convertido en una activista medioambiental y eso impregna su trabajo. De su militancia da cuenta que en los conciertos incluye un discurso de Greta Thunberg y su propio manifiesto que aparece en r¨®tulos sobre el tel¨®n. Comienza diciendo: ¡°Es una emergencia. Para sobrevivir como especie necesitamos definir nuestra utop¨ªa¡±.
En 2023 retom¨® Cornucopia. La parte europea de la gira comenz¨® en Lisboa el d¨ªa 1 y el lunes recal¨® en Espa?a, solo una noche. Era la primera vez que actuaba en Madrid desde 2007. En esta etapa del tour ya ha incluido en el repertorio temas de Fossora, aunque Utopia sigue siendo el ¨¢lbum clave. No hay concesiones. Las escasas revisiones de las canciones m¨¢s conocidas de su carrera son casi irreconocibles. Sobre todo Venus As A Boy, convertida en un duelo entre ella y un flautista. Pagan Poetry, la m¨¢s cercana a la original, se transforma de repente en Loss, un tema de Utopia. Porque, esa es otra, pocas canciones suenan enteras, fusiona dos o tres en una especie de suites que demuestran que su personalidad es lo que une todas sus composiciones. Esa voz llena de matices que lo llena todo, esa forma de cantar que puede ser caricaturizada, pero que nadie ha conseguido imitar. Si Bj?rk se ha convertido en referencia de decenas de artistas 25 a?os m¨¢s j¨®venes, de Rosal¨ªa a Grimes, es porque es inimitable hasta el punto de que cuando se intenta hacerlo sale otra cosa.
Lo curioso de Bj?rk es que por mucho que arriesgue, por lejos que vaya, nunca parece que lo haga por fardar, no es un ¡°Mira mam¨¢, sin manos¡±, todo tiene sentido. Las percusiones acu¨¢ticas de Blissing Me, con el m¨²sico austriaco Manu Delago dejando caer agua en una pecera, son de una sutileza m¨¢gica. Lleva una c¨¢mara de reverberaci¨®n en la que se mete a cantar a capela y encaja. Sigue teniendo una potencia vocal ¨²nica.
Se ha dicho muchas veces que los directos de Bj?rk son m¨¢quinas de generar seguidores. Seguro que la mayor¨ªa de los 8.500 espectadores que fueron ayer a verla al Wizink Center lo eran antes de entrar (las car¨ªsimas entradas no animaban precisamente a correr riesgos). Seguro que entre los que fueron que no la conoc¨ªan, alguno pens¨® que aquello era histri¨®nico. Pero puedo tambi¨¦n asegurar, porque lo vi, que de all¨ª salieron nuevos devotos de esa, perd¨®nenme por el t¨®pico, hada llegada del espacio exterior.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.