La villa romana de Carranque cumple 40 a?os buscando a su due?o
Los expertos creen que el conjunto palatino de la localidad toledana era un poderoso centro de poder al que llegaban los mejores materiales y cer¨¢micas del Mediterr¨¢neo
El 23 de julio de 1983, Samuel L¨®pez, un vecino de Carranque (Toledo), encontr¨® a las afueras de la localidad unas teselas sueltas de colores que el arado hab¨ªa arrancado. Con un palo comenz¨® a ara?ar el suelo y, a solo diez cent¨ªmetros de profundidad, hall¨® el espectacular mosaico de La Metamorfosis, uno de los 22 ¨Dse conservan 19¨D que cubr¨ªan los suelos de la villa de Carranque, construida en torno al 400 d. C. Este conjunto monumental, propiedad de un gran se?or o dominus, estaba formado por una casa de campo, la Casa de Materno (ocupaba unos 1.200 metros cuadrados con porche, torreones, patio ajardinado y salones de recepci¨®n), un torculario (donde se fabricaba aceite y vino), una construcci¨®n funeraria (donde fue enterrado el propietario y su familia) y un edificio de representaci¨®n de m¨¢s de 2.000 metros cuadrados que las ¨²ltimas investigaciones identifican como edificio palacial.
Se sabe ¨Das¨ª lo indica la inscripci¨®n hallada en uno de los mosaicos¨D que el due?o se llamaba Materno. ¡°Del taller de Ma..., lo pint¨® Hirinius. Que disfrutes felizmente, Maternus, este cub¨ªculo [dormitorio]¡±, se lee en el mosaico que estaba en la puerta de la estancia. Para algunos expertos, como Dimas Fern¨¢ndez Galiano, primer arque¨®logo que excav¨® el yacimiento (1986-2003), se trataba de Materno Cinegio, un poderoso c¨®nsul nombrado por Teodosio en el a?o 388, que muri¨® en Constantinopla y cuyo cuerpo fue trasladado a Hispania por su mujer Acantia. Pero para la mayor¨ªa de los especialistas, entre ellos Javier Arce (del CSIC y profesor en la Universidad de Lille hasta su jubilaci¨®n), no existe ninguna prueba de ello m¨¢s all¨¢ del hallazgo del nombre Maternus, apelativo com¨²n en la ¨¦poca, explica, por lo que hay ¡°un abismo¡± para identificarlo como el del c¨®nsul. Para evitar pol¨¦micas, la web oficial del yacimiento menciona solo a Materno, sin nomen (que indicaba el clan del que se proced¨ªa), ni cognomen (la familia). Algo as¨ª como nombrar al propietario, pero sin apellidos.
El yacimiento, cuyo nombre oficial es Santa Mar¨ªa de Abajo de Carranque, fue un centro de explotaci¨®n agr¨ªcola surgido a orillas del r¨ªo Guadarrama y de la v¨ªa 24 ¨Dimportante calzada que comunicaba las dos mesetas¨D en ¨¦poca romana altoimperial (siglos I-II d. C.) con una importante riqueza y monumentalidad en ¨¦poca tardorromana, pero tambi¨¦n fue un centro de poder de un gran territorio. Lo demuestra la existencia de las grandes edificaciones de los siglos IV y V d. C., as¨ª como la gran calidad, variedad y cantidad de los materiales empleados en la decoraci¨®n del edificio palacial, que han sido uno de los objetos prioritarios de las investigaciones de los ¨²ltimos a?os a cargo de un equipo de la UNED y que permiten afirmar que se trata de uno de los conjuntos de marmora ¨Drocas ornamentales¨D m¨¢s destacados del Occidente mediterr¨¢neo. El conjunto decay¨® a partir de mediados del siglo V, a pesar de que fue reocupado tanto en ¨¦poca visigoda como musulmana. Durante el reinado de Alfonso VII, el edificio palacial se convirti¨® en la iglesia de Santa Mar¨ªa de Batres, convertida en peque?a ermita rural desde el siglo XVI, como aparece en las Relaciones Topogr¨¢ficas de Felipe II.
La colecci¨®n de mosaicos de Carranque ¨Drealizados por tres talleres musivarios diferentes¨D la convierte en una de las m¨¢s importantes de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, con m¨¢s de 600 metros cuadrados que recrean personajes de la Il¨ªada, Neptuno y An¨¦mona, Diana y Acte¨®n, Hilas y las Ninfas, P¨ªramo y Tisbe, bustos de Minerva, Diana o H¨¦rcules.
El yacimiento, abierto al p¨²blico y gestionado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, muestra el edificio palacial, lugar de representaci¨®n donde el dominus recib¨ªa a sus clientes, invitados, amigos. Fue construido en granito, piedra caliza y ladrillo (paramentos de opus mixtum con piedra y latericio) con columnas de m¨¢rmol tra¨ªdas de Turqu¨ªa, T¨²nez y Grecia, c¨²pulas de ladrillos ¨Dalguna revestida con mosaicos de teselas de pan de oro¨D, paredes y suelos decorados con m¨¢s de 39 variedades de marmora procedentes de las principales canteras del arco mediterr¨¢neo creando composiciones de opus sectile (m¨¢rmoles recortados haciendo motivos geom¨¦tricos). Todo ello, sin contar los elementos pertenecientes a la vajilla y el mobiliario, que los expertos califican de ¡°aut¨¦nticamente excepcionales¡±, como recipientes y partes de una mesa fabricada en p¨®rfido rojo egipcio ¨Del material lap¨ªdeo m¨¢s preciado de la Antig¨¹edad¨D cuyas canteras eran propiedad imperial, o la cubierta de un sarc¨®fago con iconograf¨ªa relativa al profeta Jon¨¢s, expuesto en el Museo de los Concilios, en Toledo, y elaborada en m¨¢rmol de Estremoz (?vora, Portugal).
La Casa de Materno, por su parte, estaba dotada de todas las comodidades de la ¨¦poca. Adem¨¢s de su lujosa decoraci¨®n musivaria, las paredes de esta vivienda estaban pintadas con motivos arquitect¨®nicos y florales. El mausoleo, por el contrario, era un peque?o edificio funerario, de planta cuadrada y ¨¢bside semicircular en su cabecera. En su interior, seguramente, se colocaron los sarc¨®fagos de m¨¢rmol ¨Dde los que hay constancia a trav¨¦s de numerosos fragmentos¨D que acogieron los restos del propietario y su familia. Al sur de la Casa de Materno se halla el torculario, la zona productiva de la villa, donde las ¨²ltimas investigaciones han demostrado que se elaboraba el aceite y vino. Las villas romanas eran, en realidad, enormes conjuntos agropecuarios en los que resid¨ªan su propietario, su amplia familia y los trabajadores, lo que conformaba, a su vez, un complejo que pod¨ªa ser de grandes dimensiones. De momento, los edificios de la servidumbre, establos, graneros, talleres y posiblemente unas termas a¨²n no han sido excavados.
La mayor parte de los restos hoy visitables se corresponden mayoritariamente a un conjunto de edificios de ¨¦poca teodosiana. Teodosio I el Grande (347-395) fue el ¨²ltimo gran emperador romano, a partir de ¨¦l el Imperio se dividi¨® entre Occidente y Oriente.
Samuel L¨®pez, el descubridor de la villa, se queja de la falta de excavaciones arqueol¨®gicas recientes. Las ¨²ltimas son de 2016, pero tambi¨¦n las hubo entre 2005 y 2011, dirigidas por la directora cient¨ªfica de Carranque y profesora de Arqueolog¨ªa de la UNED, Virginia Garc¨ªa-Entero, que adem¨¢s ha realizado una gran prospecci¨®n del entorno del yacimiento. ¡°He encontrado un muro de unos 20 metros de largo y unos 80 cent¨ªmetros de grosor y he pedido varias veces que se investigue, pero no lo he conseguido. Debe de ser de un gran edificio¡±, asevera. L¨®pez, igualmente, recuerda que el yacimiento lleg¨® a tener 70.000 visitas anuales, principalmente escolares y j¨®venes, pero tras la covid nunca ha recuperado estos n¨²meros y m¨¢s cuando est¨¢ cerrado los lunes, martes y mi¨¦rcoles. No tiene ning¨²n sentido¡±.
Virginia Garc¨ªa-Entero explica que actualmente los trabajos de investigaci¨®n se centran en analizar el voluminoso material recuperado durante la primera fase de las excavaciones (1985 y 2003) que permanec¨ªa sin estudiar. ¡°Las labores de laboratorio son important¨ªsimas, fundamentales. Actualmente, y a la espera de poder reanudar los trabajos de excavaci¨®n, nos centramos en el estudio de todos los elementos de la cultura material recuperados [cer¨¢mica, m¨¢rmoles, estructuras...], a los que aplicamos un amplio y riguroso protocolo de an¨¢lisis en colaboraci¨®n con diversas instituciones espa?olas y europeas y que incluye an¨¢lisis arqueobiol¨®gicos, de ADN, de carbono 14, de procedencia de rocas, de composici¨®n de morteros y pastas cer¨¢micas o de residuos org¨¢nicos. As¨ª, los materiales analizados nos hablan de que Carranque fue a finales del siglo IV e inicios del V d. C. un destacad¨ªsimo centro de poder al que llegaba lo mejor del Imperio en cer¨¢mica, m¨¢rmoles, marfiles o aceites... Un lugar muy especial. Lo mejor de lo mejor¡±. Aunque no se sepa qui¨¦n era su due?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.