Un operario municipal encuentra en Asturias dos collares de oro de hace 2.500 a?os
Los arque¨®logos califican ambos torques de ¡°ventana fundamental para conocer la Edad del Hierro¡± al ser la primera vez que se hallan ¡®in situ¡¯
Sergio Narciandi, operario municipal de aguas, revisaba el 29 de agosto pasado unas canalizaciones que atravesaban una fuerte pendiente en el t¨¦rmino de Cavandi (Asturias) cuando bajo sus pies hall¨® algo que brillaba. Lo recogi¨®, llam¨® a la Guardia Civil, que le recomend¨® avisar a las autoridades. Poco despu¨¦s, Mar¨ªa Antonia Pedregal y ?ngel Villa, del Museo Arqueol¨®gico de Asturias, y el catedr¨¢tico de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, Pablo Arias Cabal, se personaron en el lugar. En una r¨¢pida inspecci¨®n, hallaron un segundo torque de oro fragmentado en seis partes. ¡°Este hallazgo es important¨ªsimo porque, por primera vez, conocemos la procedencia exacta de dos de estos valiosos objetos, s¨ªmbolo m¨¢ximo de prestigio para las comunidades prerromanas, y el contexto en que fueron depositados; lo que permitir¨¢ resolver muchos enigmas sobre los que nos faltaban datos. Es una ventana que se ha abierto a una parte de la historia hasta ahora vetada de la Edad del Hierro [siglos V al II a. C.]¡±, afirman a EL PA?S fuentes de la investigaci¨®n.
Los torques eran unos collares de prestigio, habitualmente realizados en materiales nobles, que mejor representan la idiosincrasia orfebre de los pueblos de la Edad del Hierro en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica (IX-I a. C.) y que reciben este nombre debido a su forma retorcida. Son r¨ªgidos y redondos y eran usados por los pueblos c¨¦lticos y germ¨¢nicos. ?ngel Villa, experto del Museo Arqueol¨®gico de Asturias, explica que, con la recuperaci¨®n de las piezas, su condici¨®n de valiosas no reside en su magn¨ªfica y rica elaboraci¨®n, sino en su calidad de documento hist¨®rico e instrumento ¡°para aproximarnos al conocimiento de esta ¨¦poca, de su tecnolog¨ªa, de sus costumbres, de sus ra¨ªces culturales y de su organizaci¨®n social¡±.
¡°En ambas piezas est¨¢n concentradas todas las t¨¦cnicas de la Antig¨¹edad empleadas por un orfebre de una pericia extraordinaria: el vaciado, la filigrana, el granulado y la soldadura, combinados con motivos y estilos est¨¦ticos y geom¨¦tricos, lo que permite en estos momentos profundizar en aspectos como la dispersi¨®n de otras piezas de las que no ten¨ªamos la certeza de su origen real¡±, explica.
El primero de los ejemplares, el que localiz¨® el trabajador de la empresa de aguas, es un collar r¨ªgido de superficie dorada que puede asimilarse al conjunto de torques denominados de manera gen¨¦rica como astur-galaico, caracterizado por varillas con remates y decoraciones que desarrollan motivos ornamentales geom¨¦tricos. Los expertos destacan, adem¨¢s, la actuaci¨®n del descubridor, quien dio aviso inmediato del hallazgo de las piezas, sin modificar el lugar y permitiendo as¨ª a los investigadores recuperar toda la informaci¨®n posible. ¡°Ha sido fundamental para no perder datos¡±, indican fuentes de la investigaci¨®n.
La segunda pieza, que se localiz¨® fragmentada en seis partes, ha podido ser remontada provisionalmente en el Museo Arqueol¨®gico de Asturias, y se ha comprobado que est¨¢ completa. Se trata de un collar r¨ªgido de superficie dorada con aro de secci¨®n rectangular rematada con cabezales.
Las piezas no fueron halladas acompa?adas de otros elementos arqueol¨®gicos, aunque pudieron estar dentro de una caja de madera o de una bolsa. ¡°?Cu¨¢l es el motivo que justific¨® el dep¨®sito?, ?qu¨¦ anim¨® al tipo a dejar esto en el monte? Hay que reflexionar, estudiar el contexto arqueol¨®gico, su entorno e iniciar un trabajo que tiene una parte anal¨ªtica fundamental, que se deber¨¢ desarrollar en, al menos, un a?o o a?o y medio de forma sosegada¡±, se?alan los investigadores.
Los arque¨®logos que analizan los torques actualmente destacan, de entrada, ¡°la enorme maestr¨ªa del orfebre. Espectacular¡±. ¡°Empieza ahora un trabajo de anal¨ªtica fundamental. Las piezas pueden querer representar una acumulaci¨®n de riqueza comunitaria, no de una persona. No lo sabemos. Ni siquiera si eran de hombre o de mujer¡±, aunque sol¨ªan ser usadas por los guerreros.
Para encontrar una respuesta, el equipo de expertos (entre ellos, Esperanza Mart¨ªn, Ignacio Montero, In¨¦s Sastre, Almudena Oreja, ?scar Garc¨ªa Vuelta, Alicia Perea) tienen algo m¨¢s de un a?o de plazo. ¡°No se puede entender el descubrimiento al modo en que se entend¨ªa siglos atr¨¢s, un mero tesoro para su exhibici¨®n, a pesar de su espectacularidad, sino como una ventana al conocimiento de una historia que hasta ahora nos estaba vetada¡±, reflexionan los expertos consultados. Mar¨ªa Antonia Pedregal Montes, directora del Museo Arqueol¨®gico de Asturias, concluye: ¡°Se va a crear un equipo multidisciplinar, lo m¨¢s granado en Edad del Hierro, con expertos de diversas instituciones nacionales. Los mejores¡±.
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