La tecnolog¨ªa devuelve el honor a los celtas
Un equipo internacional demuestra que el pueblo turmogo no se rindi¨® ante las legiones romanas, sino que present¨® batalla en los campos de Burgos
Roma siempre hac¨ªa la misma proposici¨®n a los pueblos de Hispania que se encontraba en su avance: rendici¨®n o muerte. As¨ª que los turmogos ¡ªun pueblo de origen c¨¦ltico que habitaba, entre otras, una ciudad fortificada (oppidum) sobre una colina del actual municipio de Olmillos de Sasam¨®n (Burgos)¡ª tuvieron que decidir. Y decidieron rendirse sin luchar, seg¨²n ha mantenido siempre la historiograf¨ªa cl¨¢sica y se ense?a en las universidades. Abandonaron pac¨ªficamente as¨ª su oppidum en el cerro Castarre?o y se establecieron en la ciudad romana de Segisamo (actual Ayuntamiento de Sasam¨®n), a unos dos kil¨®metros de distancia de su otero. Sin embargo, esta historia no es cierta.
Las nuevas tecnolog¨ªas arqueol¨®gicas ¡ªteledetecci¨®n por infrarrojos, im¨¢genes satelitales, reconstrucciones en 3D a partir de drones, radares que penetran en el terreno o el empleo del sistema LIDAR (radiograf¨ªa del terreno mediante l¨¢ser)¡ª se?alan en otra direcci¨®n: los turmogos fueron valientes y ofrecieron batalla a las tropas romanas, posiblemente a las que encabezaba el mism¨ªsimo C¨¦sar Augusto, que hab¨ªa desembarcado en la Pen¨ªnsula para acabar con las revueltas de las tribus c¨¢ntabras (29 al 19 a.C).
Y es que los romanos solo consiguieron pacificar la campi?a de Sasam¨®n, en la comarca del Odra-Pisuerga, a finales del siglo I antes de Cristo, y eso que llevaban en Hispania desde el 218, cuando arribaron a Ampurias (Girona) para combatir a los cartagineses. No obstante, su expansi¨®n por lo que hoy es el norte de la provincia de Burgos oblig¨® a los ind¨ªgenas a abandonar sus poblados fortificados y habitar forzosamente las nuevas ciudades fundadas en los llanos por los hijos de Roma.
La ciudad de Segisamo, fue una de ellas, seg¨²n recuerda el reciente El oppidum del cerro de Castarre?o, historiograf¨ªa y arqueolog¨ªa de un h¨¢bitat fortificado de la Segunda Edad del Hierro, firmado por Jes¨²s Garc¨ªa S¨¢nchez, del Instituto de Arqueolog¨ªa de M¨¦rida-CSIC y colaborador de las universidades de Leiden y ?vora, y por Jos¨¦ Manuel Costa-Garc¨ªa, de la de Santiago de Compostela.
La investigaci¨®n se ha completado con los trabajos de campo que se han llevado a cabo en la comarca (entre el 19 de agosto y el 3 de septiembre pasados) y que buscaban responder a la pregunta: ¡°?Se trat¨® de una transici¨®n pac¨ªfica como se?alan los textos cl¨¢sicos para esta ciudad celta?"
Para hallar la respuesta, arque¨®logos procedentes del Reino Unido, Rep¨²blica Checa, Alemania, Holanda, Portugal, Estados Unidos, Espa?a, Bulgaria e Italia han venido estudiando desde 2017 dos campamentos militares romanos pr¨®ximos (Carrecastro y Santa Eulalia), adem¨¢s del cerro turmogo, as¨ª como el subsuelo del actual municipio de Sasam¨®n. En este ¨²ltimo caso, los expertos usaron t¨¦cnicas de prospecci¨®n geof¨ªsica y generaron cartograf¨ªas a partir de fotograf¨ªas tomadas por drones.
Con estos datos preliminares en sus ordenadores, seg¨²n explica Costa-Garc¨ªa, los arque¨®logos decidieron abrir una trinchera en el espol¨®n septentrional del oppidum celta de 15 por 2 metros y, de esta forma, descubrieron ¡°un potente foso de 2,5 metros de profundidad¡± acompa?ado de un talud de grandes rocas. All¨ª, aparecieron ante ellos cer¨¢micas y numerosos huesos de animales dom¨¦sticos y salvajes, que han sido estudiados por el grupo de investigaci¨®n EvoAdapta, de la Universidad de Cantabria, dirigido por Ana Bel¨¦n Mar¨ªn. Pero tambi¨¦n hallaron objetos de metal turmogos y del ej¨¦rcito romano ¨Cuna punta de flecha trilobulada y diversas tachuelas de calzado-, lo que podr¨ªa indicar que ¡°el abandono del poblado no fue pac¨ªfico¡±, sino que los c¨¦lticos ofrecieron resistencia, sospecharon los expertos.
Para comprobar esta hip¨®tesis, los arque¨®logos del colectivo de investigaci¨®n Romanarmy.eu, volvieron a realizar otros dos sondeos ya en el interior del oppidum. Los ¡°resultados son concluyentes¡±: cer¨¢micas ind¨ªgenas fragmentadas, numerosos huesos animales (incluidos caballos) y las omnipresentes tachuelas de las botas de los legionarios romanos. ¡°Sin duda, restos de una lucha a muerte¡±, indica Costa-Garc¨ªa.
Igualmente, en los niveles inferiores m¨¢s profundos del yacimiento, se han encontrado restos humanos de dos individuos: un var¨®n y ni?o que conserva los dientes de leche. El equipo de antrop¨®logos que encabeza Olalla L¨®pez, de la Universidad de Santiago, ha comenzado los an¨¢lisis que permitir¨¢n conocer qu¨¦ les ocurri¨®.
En lo que se refiere a la ciudad romana de Segisamo, en la llanura, adonde fueron a instalarse los supervivientes celtas tras la lucha, los trabajos de fotograf¨ªa a¨¦rea han desvelado ¡°la impronta de sus calles y edificios. Algunos de estos espacios fueron residencias privadas al gusto mediterr¨¢neo, con viviendas dispuestas en torno a atrios y p¨®rticos columnados, "mientras que otros edificios ser¨ªan posiblemente construcciones p¨²blicas ubicadas en las partes m¨¢s altas¡±, se lee en el estudio arqueol¨®gico.
Entre el material arqueol¨®gico recuperado hasta el momento, se enumeran numerosas vasijas, restos de decoraci¨®n arquitect¨®nica ¡ªhermosos frisos, antefijas, restos de peque?as pilas de agua¡¡ª y un peque?o altar romano relacionado con el culto dom¨¦stico a los ancestros y dioses protectores del hogar. ¡°Todas estas evidencias muestran el elevado grado de refinamiento que alcanz¨® la ciudad¡±, explica Costa-Garc¨ªa.
La intervenci¨®n de campo de este verano (financiada por la Diputaci¨®n de Burgos, la Junta de Castilla y Le¨®n, y los Ayuntamientos de Sasam¨®n y Olmillos de Sasam¨®n) est¨¢ cerrada, pero se preparan futuras campa?as. A¨²n quedan por excavar sistem¨¢ticamente los campamentos romanos que sitiaron a los celtas, la ciudad donde fueron obligados a establecerse tras perder la guerra y seguir explorando el oppidum de los turmogos a los que la tecnolog¨ªa les ha devuelto el honor que nunca perdieron.
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