La romanizaci¨®n del pueblo vasc¨®n fue paulatina y ¡°menos brusca¡± de lo que se cre¨ªa
Los expertos identifican varias fases de desarrollo urban¨ªstico y determinan que el monte Irulegi estuvo poblado desde hace unos 3.200 a?os, hasta que fue atacado y abandonado en el siglo I a. C.
Es probable que el yacimiento arqueol¨®gico del monte Irulegi ¡ªen el Valle de Aranguren, a 10 kil¨®metros de Pamplona (Navarra)¡ª sea recordado en el futuro por ser el lugar en el que se hall¨® la conocida como Mano de Irulegi. Una pieza de bronce de hace 2.100 a?os ¡ªsiglo I a. C.¡ª que contiene la considerada como primera inscripci¨®n en vasc¨®nico, el precedente del euskera. Sin embargo, el potencial arqueol¨®gico de este poblado de la Edad del Hierro va mucho m¨¢s all¨¢. En la ¨²ltima excavaci¨®n se han encontrado indicios de que la romanizaci¨®n del conocido como pueblo vasc¨®n fue m¨¢s compleja, paulatina y menos brusca de lo que se cre¨ªa.
¡°Vemos que estos vascones ya saben sobre los romanos, est¨¢n en contacto con ellos, han visto el Mediterr¨¢neo y lo est¨¢n intentando traer aqu¨ª. Est¨¢n intentando adaptarse a lo que va a ser luego el Imperio romano, pero sin perder sus peculiaridades¡±, detalla Mattin Aiestaran, arque¨®logo de Sociedad de Ciencias Aranzadi y director de la excavaci¨®n desde 2018. De hecho, a?ade, se observa c¨®mo los vascones intentaron ¡°imitar t¨¦cnicas constructivas romanas, pero no lo hacen adecuadamente, les falta la metodolog¨ªa¡±. El equipo de arqueolog¨ªa ha identificado varias fases de desarrollo urban¨ªstico y ha determinado que el monte estuvo poblado durante m¨¢s de un milenio, desde hace unos 3.200 a?os hasta el siglo I a. C., cuando fue atacado y abandonado.
Son algunas de las conclusiones principales de esta campa?a arqueol¨®gica que acaba de terminar. Ha sido la m¨¢s extensa desde que en 2007 comenzaran los trabajos en la zona. Se ha debido al incremento de los fondos, se?ala el alcalde del Valle de Aranguren, Manolo Romero: ¡°Siempre ven¨ªamos haciendo mes y medio y este a?o hemos podido hacer tres meses con la financiaci¨®n que hemos tenido, sobre todo, del Estado¡±. No es para menos. El hallazgo de la Mano de Irulegi, extra¨ªda en 2021, ha generado revuelo e inter¨¦s en todo el pa¨ªs por su significaci¨®n cultural, pero tambi¨¦n pol¨ªtica. De hecho, el yacimiento se ha convertido en un atractivo tur¨ªstico: este verano m¨¢s de 2.000 personas han contratado visitas guiadas a la zona, adem¨¢s de quienes han ido por su cuenta.
Los resultados obtenidos en esta ¨²ltima excavaci¨®n han sido m¨¢s que satisfactorios y se espera que arrojen luz sobre un periodo de la historia muy desconocido todav¨ªa. Hasta ahora, explica el arque¨®logo Aiestaran, se hab¨ªa excavado parte de la calle principal que articulaba el poblado y dos de las viviendas ubicadas al oeste de la v¨ªa, de 70 y 73 metros cuadrados ¡ªen una de ellas se hall¨® la Mano¡ª. El objetivo principal de esta campa?a era explorar hacia el este. A principios de junio se repitieron las prospecciones geof¨ªsicas realizadas en 2010 y 2018 en una campa de 2,2 hect¨¢reas, situada bajo el castillo de Irulegi ¡ªposterior en el tiempo¡ª. Estos estudios constataron que hay varios edificios enterrados y ¡°en los cantiles, en los perfiles de excavaci¨®n, ya afloran¡± los muros de algunos de esos inmuebles. Adem¨¢s, en las prospecciones se observ¨® que en estas construcciones hab¨ªa signos de combusti¨®n menos evidentes, lo que plante¨® la pregunta de si el poblado fue abandonado tras el ataque sufrido en el siglo I a.C. ¡ªcomo se cre¨ªa¡ª, o si hubo quienes continuaron habit¨¢ndolo. ¡°Hemos podido ver que esta zona que estaba al este tambi¨¦n fue incendiada, aunque el fuego se comport¨® de otra forma. Pero tenemos constancia total de que el h¨¢bitat no super¨® m¨¢s all¨¢ de la d¨¦cada de los setenta de las guerras sertorianas. Hoy en d¨ªa tenemos m¨¢s fiabilidad para asegurar que Irulegi, en toda su ¨¢rea, fue atacado y, a la vez, abandonado¡±.
Hay evidencias claras del asalto. Entre ellas, las 75 puntas de flecha incendiarias encontradas en el lugar. ¡°Es un n¨²mero muy inusual. Son estas flechas las que incendiaron, como vemos ahora, casi la totalidad del poblado¡±, apunta el arque¨®logo. La destrucci¨®n de las viviendas es tambi¨¦n visible en sus bases, donde se aprecian restos de los ladrillos de adobe con las que fueron construidas. Precisamente, el derrumbe de las estructuras de madera, los tejados de paja y las paredes de adobe son la llave al pasado, pues los escombros del poblado sepultaron y permitieron conservar los objetos que hoy en d¨ªa se analizan y que se han hallado en las viviendas y en la propia calle principal.
Este verano se ha excavado la tercera casa. Se cree que era una de las m¨¢s importantes del poblado. Ten¨ªa un tama?o similar a las ya estudiadas, de unos 70 metros cuadrados, pero una singularidad: las escaleras de entrada. ¡°Hasta ahora no las hemos hallado en las dem¨¢s viviendas y tampoco en ning¨²n poblado del entorno circunpirenaico. Directamente desde la calle, son siete pelda?os perfectamente conservados que dan a la entrada de este edificio¡±. Es una muestra, se?ala el arque¨®logo, de un urbanismo muy desarrollado, con varias fases superpuestas y una ampliaci¨®n que ¡°casi llega a doblar la extensi¨®n¡± de la fase anterior.
Se han encontrado m¨¢s de 2.000 objetos. Entre ellos, restos de cer¨¢mica, abalorios de piedra o pasta v¨ªtrea. Y un hallazgo muy relevante: molinos particulares. ¡°Tenemos la constancia de que cada vivienda ten¨ªa su propio molino. Esto nos habla, sobre todo, del peso que ten¨ªa la familia en la econom¨ªa porque no se ha encontrado, de momento al menos, ning¨²n edificio que se utilizara para moler, para hacer harina, sino que cada familia lo hace en su propia casa¡±. Este hecho, ampl¨ªa, tendr¨ªa tambi¨¦n su importancia en otras cuestiones como el reparto de la tierra. Hay otros elementos que demuestran el car¨¢cter agrario de esta sociedad de la Edad del Hierro, como arreos de caballo, y, c¨®mo no, su car¨¢cter b¨¦lico ¡ªlanzas o cuchillos¡ª.
Son elementos que apuntalan la idea de que el poblado de Irulegi, que estaba situado estrat¨¦gicamente, funcion¨® como nexo de uni¨®n y punto de control de las rutas que se dirig¨ªan hacia el Ebro ¡ªsur¡ª, el Cant¨¢brico ¡ªnorte¡ª o Aquitania y la Galia ¡ªeste¡ª. Las investigaciones de los ¨²ltimos a?os ya permit¨ªan intuir la enorme relevancia que adquiri¨® el poblado como eje vertebrador de la zona. Ahora, se han hallado objetos de importaci¨®n que permiten asegurar que el poblado recibi¨® influjos de Aquitania, del norte, del valle del Ebro o incluso de zonas de la costa mediterr¨¢nea y adri¨¢tica. Por ejemplo, se ha descubierto un ¨¢nfora adri¨¢tica que conten¨ªa aceite de esa zona y otras dos cer¨¢micas que se cree que tra¨ªan vino desde Etruria. ¡°Vino que consum¨ªan tambi¨¦n en cer¨¢micas campanienses, como los romanos. Es decir, est¨¢n trayendo vino desde Italia y consumiendo en recipientes en los que beben los romanos. Estamos hablando de un mestizaje cultural muy importante que nos est¨¢ desvelando la pieza de un puzle que hasta ahora desconoc¨ªamos, tanto cronol¨®gicamente como geogr¨¢ficamente, aqu¨ª en el coraz¨®n del territorio vasc¨®n¡±, agrega Aiestaran. Los objetos de importaci¨®n permiten intuir el elevado nivel adquisitivo que ten¨ªan, tambi¨¦n constatado con el hallazgo de un ostentoso tahal¨ª ¡ªpara unir la daga o vaina al cintur¨®n¡ª o la punta de un b¨¢culo.
Esta excavaci¨®n que ahora termina ha permitido abrir varias l¨ªneas de investigaci¨®n en la que hay que seguir avanzando, insiste el arque¨®logo. Por delante, quedan varios meses de trabajo para analizar lo encontrado, pero, por ahora, el experto tiene una certeza clara: ¡°Tan solo hemos comenzado a saber algo sobre el poblado de Irulegui¡±.
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