Tupac Shakur: c¨®mo se descongel¨® casi 30 a?os despu¨¦s uno de los mayores cr¨ªmenes en la m¨²sica

A primera vista, el cruce de las calles Flamingo y Kovac en Las Vegas no tiene nada especial. Es una zona con muy poco tr¨¢nsito peatonal. Se encuentra a unos 800 metros del Strip, la zona m¨¢s popular de la capital del vicio y las apuestas de Estados Unidos. Quienes caminan por estas esquinas son turistas perdidos que han abandonado la avenida principal o trabajadores de los casinos, acostumbrados a transitar los escenarios tras bambalinas en la ciudad del espect¨¢culo. Un alt¨ªsimo poste de luz destaca en el paisaje urbano. Si uno se acerca puede leer en ¨¦l cientos de palabras escritas. Son mensajes de despedida a Tupac Shakur, la leyenda del rap que encontr¨® la muerte en 1996 en este anodino espacio vial.

El sitio luce desolado. ¡°No es un memorial oficial ni en forma, pero lo hizo la gente¡±, dice Isaiah, un guardia de seguridad que vigila una construcci¨®n frente al poste. En su base solo hay colillas de cigarro y basura, pero Isaiah afirma que los seguidores dejan ofrendas en ese lugar cada 13 de septiembre, la fecha en la que el rapero muri¨® en un hospital de Las Vegas, seis d¨ªas despu¨¦s de haber sido tiroteado desde un Cadillac blanco mientras esperaba en el sem¨¢foro. El memorial estaba desolada incluso d¨ªas despu¨¦s de que, a finales de septiembre, la polic¨ªa de Las Vegas hiciera el primer y ¨²nico arresto de un sospechoso involucrado en el homicidio de la estrella en ascenso del rap, casi tres d¨¦cadas despu¨¦s del crimen.

Duane Keefe D Davis, de 60 a?os, fue detenido la ma?ana del pasado 29 de septiembre cuando caminaba en su barrio en Henderson, una tranquila zona a las afueras del ca¨®tico Strip de Las Vegas. Las im¨¢genes, publicadas por el Departamento de Polic¨ªa, muestran que el sospechoso no puso ninguna resistencia. Davis, quien fue hace a?os l¨ªder de la pandilla de los Crips en el sur de Compton (en la zona metropolitana de Los ?ngeles), llevaba solo su tel¨¦fono y una botella de agua cuando fue interceptado por los agentes. Minutos m¨¢s tarde, cuando esperaba dentro de la patrulla frente al edificio de la Polic¨ªa Metropolitana, un oficial le pregunt¨® por qu¨¦ lo hab¨ªan detenido. ¡°Por el caso m¨¢s grande en la historia de Las Vegas¡±, dijo desde el asiento trasero el presunto implicado en el homicidio.

El nombre de Davis estuvo m¨¢s de dos d¨¦cadas en la lista de los sujetos de inter¨¦s del caso, por usar la jerga de las autoridades policiales en Estados Unidos. Fue necesaria la llegada de un nuevo sheriff a la ciudad, Kevin McMahill, para que la investigaci¨®n comenzara a moverse. La presunta resoluci¨®n de uno de los misterios m¨¢s famosos del rap tambi¨¦n estuvo vinculada a una novedad editorial. Davis public¨® en 2019 un libro de memorias llamado Compton Street Legend, donde quiso elevar su perfil como soldado callejero de las pandillas de Los ?ngeles y el papel de estas en el auge de la disquera Death Row y el choque de las corrientes entre el Este y Oeste que se cobraron las vidas de Notorious BIG y Tupac. Ahora Davis enfrenta una acusaci¨®n de homicidio con la agravante de haber prestado el arma que mat¨® a la estrella del rap y protagonista de la pel¨ªcula Justicia Po¨¦tica (1993), dirigida por John Singelton (Boyz n¡¯ the Hood). El libro fue determinante para que la polic¨ªa revisara su caso.

Davis, el menor de 12 hijos, describe en el libro c¨®mo su familia se estableci¨® en Compton a mediados de los a?os sesenta comprando una casa despu¨¦s de que su padre tuviera un golpe de suerte en un casino de Tijuana. Entonces eran la ¨²nica familia negra del barrio, que vio c¨®mo los blancos comenzaron a irse. Entre sus amigos de infancia se encontraba Marion Suge Knight, quien en el futuro se convertir¨ªa en el fundador de Death Row y cuyo nombre estar¨ªa atado al suyo por la tr¨¢gica noche de septiembre de 1996. Davis se involucr¨® con los Crips en 1971, para quienes vend¨ªa droga, como hac¨ªan otros muchachos del vecindario, de donde salieron raperos como Eazy E, Dr. Dre y Coolio. El tr¨¢fico de drogas llev¨® a Davis a prisi¨®n a mediados de los ochenta. La c¨¢rcel lo ayud¨® a endurecerse como criminal, seg¨²n relata.

Davis afirma en su texto haber estado de copiloto del Cadillac blanco de donde salieron las balas que hirieron de muerte a Tupac. Aquella noche del 7 de septiembre la tensi¨®n en Las Vegas estaba al m¨¢ximo. La ciudad, capital del boxeo, estaba llena de pandilleros que hab¨ªan ido a ver pelear a Mike Tyson. Este noque¨® a Bruce Seldon en el primer asalto y todos los turistas quedaron con ganas de m¨¢s. En el lobby del casino MGM Grand hubo una pelea en la que participaron Suge Knight y sus acompa?antes, que pertenec¨ªan al grupo Mob Piru, una pandilla vinculada a los Bloods, los ac¨¦rrimos rivales de los Crips. Orlando Baby Lane Anderson, sobrino de Davis, fue golpeado en ese combate. Keefe D y los suyos prometieron venganza.

Las calles de Las Vegas les dieron una oportunidad dos horas y medias despu¨¦s de aquello en un sem¨¢foro en rojo. Davis, Anderson, Terrence Bubble Up Brown y DeAndre Big Dre Smith, todos en el Cadillac, se toparon con el BMW negro de Tupac y Suge Knight. ¡°Los siguientes segundos pasaron muy r¨¢pido¡±, escribe Davis. ¡°Tupac hizo un movimiento err¨¢tico y comenz¨® a buscar algo debajo de su asiento... y all¨ª fue cuando comenzaron los fuegos artificiales. Uno de mis chicos, en la parte trasera, tom¨® una Glock y comenz¨® a disparar de vuelta¡±, afirma. Davis asegura que vio c¨®mo las balas hirieron al ejecutivo de Death Row, pero se agach¨® para que no lo matara una bala. Shakur recibi¨® varios impactos en el pecho y muri¨® una semana m¨¢s tarde.

Omisiones de la polic¨ªa

El homicidio provoc¨® ondas expansivas a lo largo de toda la costa Oeste, uno de los polos m¨¢s importante del llamado gangsta rap. El Departamento de Polic¨ªa de Compton comenz¨® a recibir d¨ªas despu¨¦s llamadas de informantes que afirmaban haber visto a Orlando Baby Lane Anderson en las calles con una Glock semiautom¨¢tica, el mismo modelo del arma homicida. El crimen desencaden¨® 10 d¨ªas de violencia en Compton, donde la retaliaci¨®n entre Crips y Bloods dej¨® tres muertos y una decena de heridos.

Un grupo de detectives de Compton encargado de combatir a las pandillas comunic¨® los hallazgos a la polic¨ªa de Las Vegas. ¡°Le dijimos que pens¨¢bamos que Crips del sur eran los responsables del asesinato y que Orlando fue el tirador¡±, dijo Bobby Ladd, uno de estos detectives, a Los Angeles Times en 2002. Los agentes de Nevada no dieron demasiada importancia a las novedades, lo que provoc¨® frustraci¨®n a los investigadores de California.

Los agentes de Compton conoc¨ªan bien la dificultad que presenta la investigaci¨®n de delitos cometidos por pandilleros. Las leyes de la calle exigen silencio sepulcral a los ej¨¦rcitos callejeros, donde no hay nada peor que ser un sopl¨®n. La investigaci¨®n en Las Vegas, sin embargo, era criticada porque quienes la dirig¨ªan se hab¨ªan negado a seguir las l¨ªneas m¨¢s obvias. Una de estas la pelea en el MGM. ¡°Los investigadores no tienen ninguna raz¨®n para creer que ese altercado tiene una conexi¨®n directa con el tiroteo¡±, dijo en 1996 el comisionado a cargo de Homicidios, Kevin Manning.

La polic¨ªa de California fue quien identific¨®, despu¨¦s de revisar los v¨ªdeos de las c¨¢maras de seguridad del casino, que el tipo al que hab¨ªan golpeado los guardaespaldas de Knight era Orlando Anderson. Las im¨¢genes mostraron que este tuvo un breve intercambio de palabras con Tupac. Los agentes de Las Vegas no pidieron v¨ªdeos que siguieran los pasos de Anderson tras la golpiza por el Strip, una zona con numerosos aparatos de vigilancia. El material de aquella noche se borr¨® siete d¨ªas despu¨¦s. Tampoco siguieron la pista del Cadillac blanco, que hab¨ªa sido rentado.

Anderson muri¨® en 1998 en un tiroteo en Compton. En vida siempre neg¨® haber sido el asesino. Los otros pasajeros del coche tambi¨¦n han fallecido. Big Dre en 2004 y Bubble Up en un tiroteo, tambi¨¦n en Compton, en 2015. As¨ª que quedaron solo Davis y sus palabras sobre aquella noche. Estas le han tra¨ªdo los problemas legales que podr¨ªan poner fin a sus d¨ªas en libertad si es hallado culpable. ¡°Solo hay una cosa segura en la vida del g¨¢nster¡±, asegur¨® en su libro. ¡°Sabes que lo que has hecho vendr¨¢ a por ti; no sabes cu¨¢ndo, pero no hay duda alguna que volver¨¢¡±.