Protestas en Ferraz: empanada de frases ultras

Algunos de los participantes en las manifestaciones ultras de estos d¨ªas, muchas de ellas ante la sede central del PSOE en la calle madrile?a de Ferraz, han mostrado un cierto cacao mental al proferir determinadas consignas o enarbolar ciertas banderas. En algunas de sus frases se puede adivinar tambi¨¦n la habilidad manipuladora de quienes los dirigen.

Veamos un reducido diccionario de ese amplio cat¨¢logo.

¨¢guilas bic¨¦falas. Numerosos participantes llevaban banderas espa?olas con el ¨¢guila bic¨¦fala. En un v¨ªdeo, dos ultraderechistas ¡ªpreguntados al respecto por quien los graba¡ª responden sobre ese s¨ªmbolo. Uno dice que viene de los Reyes Cat¨®licos y que es el ¨¢guila de san Juan (sin saber que ¨¦sa, la usada en el franquismo, tiene una sola cabeza), pero la portadora de la ense?a defiende que se trata del ¨¢guila de los Habsburgo, si bien parece que alguien se lo sopla. En realidad, el ¨¢guila bic¨¦fala surca la her¨¢ldica europea y una parte de la americana desde hace siglos. Y en efecto, fue emblema de la casa de Habsburgo o Casa de Austria, precisamente la opci¨®n defendida para el trono espa?ol por los catalanes (aunque no todos) en la Guerra de Sucesi¨®n (siglo XVIII) frente a la Casa de los Borbones (Francia), que se lo acab¨® quedando. O sea, era un s¨ªmbolo del bando con el que se identifican ahora los independentistas, en una sensacional pirueta hist¨®rica. Tambi¨¦n se plant¨® ese s¨ªmbolo en la bandera actual de Rusia, y en otras muchas ense?as. Esta ¨¢guila ya sobrevuela, pues, todas las ideolog¨ªas.

dictador, dictadura. Gritaban los congregados: ¡°S¨¢nchez dictador¡±. La idea ha sido expresada tambi¨¦n por Isabel D¨ªaz Ayuso, presidenta de Madrid, a pesar de que uno de los requisitos para ser dictador consiste en no permitir que a uno lo llamen dictador. La definici¨®n acad¨¦mica de ¡°dictadura¡± describe un r¨¦gimen pol¨ªtico que, por la fuerza o la violencia, concentra todo el poder en una persona o una organizaci¨®n, y que reprime los derechos humanos y las libertades individuales. Quienes mueven los hilos de esas manifestaciones saben eso perfectamente, pero con tal palabra alientan un mensaje de fondo, subliminal y manipulador: ¡°Esto es una dictadura: la dictadura de S¨¢nchez. Si a ustedes, querido pueblo, no les importa la dictadura de S¨¢nchez, tampoco les importar¨¢ la nuestra¡±.

golpe de Estado. Llama la atenci¨®n que quienes reprochan al Gobierno haber dado un golpe de Estado sean precisamente quienes exhiben los s¨ªmbolos de Francisco Franco, que lleg¨® al poder¡­ gracias a un golpe de Estado. Esta expresi¨®n ha sido utilizada tambi¨¦n por Santiago Abascal, presidente de Vox. El significado de ¡°golpe de Estado¡± implica una actuaci¨®n violenta a cargo de fuerzas militares o rebeldes destinada a desplazar del poder a la autoridad que en ese momento lo tiene. Aqu¨ª se produce la misma artima?a que se urde con ¡°dictador¡±: ¡°Si conseguimos hacerles creer que esto es un golpe de Estado de S¨¢nchez y eso no les importa, tampoco les importar¨¢ el nuestro¡±.

lechera. ¡°?Esas lecheras, a la frontera!¡±. Esperanza Aguirre dec¨ªa en un programa de Cuatro que acababa de enterarse de que a las furgonetas policiales se las llamaba ¡°lecheras¡±. Pocas manifestaciones de riesgo debe de tener en su curr¨ªculo la expresidenta madrile?a. La denominaci¨®n viene de los a?os setenta, cuando la polic¨ªa todav¨ªa franquista empleaba unas furgonetas blancas muy parecidas a las que entonces se usaban para el reparto de leche. Y como ¡°leche¡± significa tambi¨¦n ¡°golpe¡± (¡°me di una leche con la farola¡±), todo encajaba. Se repart¨ªan leches en los dos casos. Lo gracioso es que los ultras de hoy hayan asumido la inteligente sorna de quienes eran perseguidos por los ultras de entonces.

mas¨®n. Gritaban los congregados: ¡°?S¨¢nchez, mas¨®n, defiende tu naci¨®n!¡±. El franquismo la tom¨® contra la masoner¨ªa, no se sabe bien por qu¨¦. ¡°Mas¨®n¡± viene del franc¨¦s ma?on, ¡°alba?il¡± (el que trabaja con la masa), lo cual no parece en principio muy sospechoso. Los masones se re¨²nen en logias, palabra de origen italiano emparentada con ¡°lonja¡±, un lugar como otro cualquiera. La masoner¨ªa se origin¨® en los gremios medievales de obreros de la construcci¨®n, de ah¨ª la relaci¨®n con los alba?iles. Y creci¨® en Inglaterra durante el siglo XVIII, ya con el manto de la Ilustraci¨®n. Sus integrantes celebraban reuniones secretas con rituales llamativos (pero sin sacrificar animales ni nada de eso), y se dedicaban a debatir sobre filosof¨ªa en cordial fraternidad. Espa?a re¨²ne a unos 3.000 masones, seg¨²n datos de 2018. Para integrarse en una logia hace falta el apoyo de otros miembros, gozar de buena reputaci¨®n y de ¡°adecuadas condiciones morales¡±, superar dos votaciones y comprometerse a respetar las jerarqu¨ªas y costumbres internas. Adem¨¢s, uno puede salirse cuando quiera, sin mayor tr¨¢mite. As¨ª de primeras no parece un gran riesgo para el Estado. Hace unas semanas, acud¨ª a cenar a un restaurante de Burgos y la puerta de una sala contigua anunciaba sin problema que estaba reservada para una logia. Tampoco parece algo muy secreto. Eso s¨ª, los masones han de guardar reserva sobre lo que se dice en sus reuniones, pero esto tambi¨¦n pasa en el Consejo de Ministros. Puede que las logias funcionen a efectos pr¨¢cticos como grupos de influencias, destinados a lo que siempre se hab¨ªa llamado ¡°hacer agenda¡± o ¡°lograr contactos¡±, o ¡°tener mano¡±; lo que ahora se denomina networking. Por tanto, el tradicional ¡°arr¨¦glame esto, t¨² que tienes mano en Madrid¡± podr¨ªa decirse en ese caso ¡°arr¨¦glame esto, t¨² que eres mas¨®n¡±. Igual que en cualquier organizaci¨®n humana, algunos de sus integrantes han ca¨ªdo en excesos o delitos, como muestra la historia de la Logia P2 italiana, desmantelada hace m¨¢s de 40 a?os despu¨¦s de que hubiese financiado grupos neofascistas. Quiz¨¢s los manifestantes de estos d¨ªas no imaginan siquiera que hubo masones que los habr¨ªan apoyado a ellos, y no a S¨¢nchez.

morir de pie. ¡°Prefiero morir de pie que vivir de rodillas¡±. Una foto muestra esa pancarta exhibida por un manifestante en la calle de Ferraz. La ultraderecha protesta con lemas de la izquierda. ?ste en concreto ha sido atribuido al revolucionario mexicano Emiliano Zapata, al guerrillero cubano-argentino Ernesto Che Guevara y a la dirigente comunista y republicana espa?ola Dolores Ib¨¢rruri, Pasionaria (porque seguramente todos ellos lo usaron, aunque no lo crearan). La frase le encantaba tambi¨¦n a Stalin, el dictador sovi¨¦tico, seg¨²n cuenta Boris Cimorra en Radio Mosc¨² (Sekotia, 2022). Me pregunto si el manifestante sabr¨¢ qui¨¦nes fueron todos ellos.

puto. Los ultracongregados corean: ¡°Puto rojo el que no bote¡± y ¡°vamos a putodefender Espa?a¡±. El sustantivo ¡°puto¡± cumple en el primer caso una funci¨®n adjetiva y despectiva, como suceder¨ªa con el tambi¨¦n nombre com¨²n ¡°cochino¡± en el sintagma ¡°esta cochina manifestaci¨®n¡±, por ejemplo. Y en el segundo, agranda como intensificador gramatical al t¨¦rmino al que acompa?a, lo dota de m¨¢s valor, como ocurri¨® cuando Jennifer Hermoso dijo el pasado 20 de agosto: ¡°Somos campeonas del puto mundo¡±. Es el mismo efecto de los intensificadores que aparecen en expresiones como ¡°la mar de tranquilo¡±, ¡°es bien bonito¡± o ¡°me pareci¨® superinteresante¡± (son intensificadores ¡°la mar¡±, ¡°bien¡± y ¡°-super¡±), todos ellos sin atisbo de malsonancia pero menos expresivos que ¡°puto¡±. Aqu¨ª, ¡°putodefender¡± equivale a ¡°superdefender¡±. Por tanto, los ultras van a superdefender Espa?a de los propios espa?oles. De momento, no han hablado de defender Espa?a de los putos espa?oles.

rojo. ¡°Rojo el que no bote¡±, coreaban. El sentido pol¨ªtico de este adjetivo (equivalente en origen a ¡°radical, revolucionario¡±) llega al Diccionario en 1925; y en la Guerra Civil espa?ola (1936-1939) se diferenciar¨¢ ya entre ¡°rojos¡± y ¡°azules¡±. Los falangistas vest¨ªan camisa azul, de la cual alardear¨ªan despu¨¦s algunos ministros de Franco; y en los primeros tiempos, el propio general. Sin embargo, la identificaci¨®n ideol¨®gica de este segundo color no ha llegado al l¨¦xico de las academias. ¡°Un rojo¡± es un izquierdista, pero un derechista no es ¡°un azul¡±. En la actualidad, usan el rojo como color caracter¨ªstico tanto el PSOE como el PCE; y el azul, el Partido Popular. Y desde 2014, la quinta acepci¨®n de ¡°rojo¡± lo define como ¡°izquierdista, especialmente comunista¡±. Y la sexta acepci¨®n se?ala: ¡°En la guerra civil espa?ola, republicano¡±. Su uso ha deca¨ªdo en los ¨²ltimos decenios, como se aprecia en la herramienta Ngram de Google si uno busca ¡°los rojos¡±, como sustantivo. Pero con tanta gente que vota pero no bota, estos ultras van a ver rojos por todas partes.