Grupos neonazis y colectivos ¡®fantasma¡¯ de ultraderecha provocaron los graves disturbios de Ferraz
La Polic¨ªa destaca la perfecta organizaci¨®n de los altercados y la implicaci¨®n de militantes de organizaciones poco conocidas o que se cre¨ªa desaparecidas
Los graves incidentes registrados en los ¨²ltimos d¨ªas ante la sede del PSOE en Madrid y, sobre todo, los de este martes, que se saldaron con seis detenidos y cerca de 40 heridos, estuvieron protagonizados por una amalgama de grup¨²sculos neonazis y de ultraderecha cuyos militantes se han especializado, precisamente, en provocar altercados al t¨¦rmino de las manifestaciones a las que suman. Los agentes de la Polic¨ªa Nacional dedicados a investigar estos grupos destacan que esta ¨²ltima actuaci¨®n estuvo ¡°perfectamente orquestada¡± y, por tanto, muy alejada de la supuesta espontaneidad que los radicales han intentado darle a los incidentes.
Como ejemplo de ello, estas fuentes destacan que, solo una hora despu¨¦s del inicio de la protesta, manifestantes embozados ya acaparaban la parte central de la primera l¨ªnea ante el vallado dispuesto por la Polic¨ªa Nacional para impedir que los manifestantes se aproximaran a la sede federal socialista, en la calle de Ferraz. Dos horas despu¨¦s se hicieron con el control e iniciaron los disturbios al enfrentarse a los agentes de las Unidades de Intervenci¨®n Policial (UIP, los conocidos como antidisturbios) con el lanzamiento de objetos.
Seg¨²n el atestado de los incidentes registrados el lunes tambi¨¦n en la calle de Ferraz, entonces fueron 200 manifestantes ¡°con el rostro cubierto y est¨¦tica ultra¡± los que provocaron los disturbios en una protesta contra la amnist¨ªa a la que hab¨ªan acudido 3.800 personas. Fuentes policiales estiman que este martes la cifra de alborotadores pr¨¢cticamente se dobl¨® y se acerc¨® a los 400, animados por lo ocurrido el lunes. El n¨²mero de manifestantes tambi¨¦n se increment¨® de manera considerable, hasta los 7.000. Seis de ellos fueron finalmente detenidos ¨Dcinco hombres y una mujer¨D, entre ellos un menor de edad. Los disturbios provocaron tambi¨¦n cerca de 40 heridos, entre ellos 30 de los m¨¢s de 300 agentes antidisturbios desplegados, adem¨¢s de numerosos da?os en el mobiliario urbano.
Buena parte de los alborotadores acudieron a la protesta ocultando su rostro y con capuchas. En su mayor¨ªa eran j¨®venes muy coordinados a la hora de lanzar c¨¢nticos. ¡°Est¨¢n muy ligados a grupos radicales del f¨²tbol¡±, explica una fuente policial que destaca que a la misma hora de la concentraci¨®n se jugaba un partido del Atl¨¦tico de Madrid de la Champions League en el que los responsables de la seguridad del estadio detectaron la ¡°inusual¡± ausencia de algunos de sus seguidores m¨¢s conflictivos.
Estas mismas fuentes destacan que entre los lemas que gritaban, los referidos a la amnist¨ªa, Pedro S¨¢nchez y el expresidente de Catalu?a Carles Puigdemont perdieron peso frente a otros contra la Polic¨ªa, la Constituci¨®n y el rey Felipe VI, entre ellos algunos claramente xen¨®fobos y hom¨®fobos. Tambi¨¦n cantaron el himno falangista Cara al Sol y corearon la frase ¡°yo soy nazi¡±. Adem¨¢s, proliferaron banderas y carteles con lemas de los que habitualmente enarbolan grupos neonazis y de ultraderecha, algunos conocidos y otros de los que la polic¨ªa consideraba ya disueltos o cuya existencia, incluso, no conoc¨ªa. ¡°No hay una organizaci¨®n que aglutine a todos estos radicales violentos y, a veces, sus miembros militan en m¨¢s de una, incluso enfrentadas entre ellas¡±, destacan las fuentes consultadas.
Colectivos reactivados y no identificados
No obstante, la Polic¨ªa detect¨® este martes la presencia en la calle de Ferraz de antiguos miembros de Basti¨®n Frontal, un grupo ultra surgido durante la pandemia y que, supuestamente, se hab¨ªa disuelto en diciembre. Mientras estuvo activa, esta organizaci¨®n se centr¨® en proferir amenazas contra menores de origen extranjero, lo que llev¨® a la Fiscal¨ªa a denunciar a sus responsables por un presunto delito de odio. El canal de comunicaci¨®n entre sus miembros en la aplicaci¨®n de mensajer¨ªa Telegram que hab¨ªan empleado para lanzar el mensaje de autodisoluci¨®n el 31 de diciembre pasado ¨D¡±Basti¨®n Frontal es ya parte de la historia¡±, afirmaron entonces¨D se reactiv¨® el pasado lunes. ¡°Ma?ana todos a Ferraz¡±, ped¨ªa el mensaje.
En la protesta se vio, adem¨¢s, a la que fuera l¨ªder del grupo, Isabel Peralta, quien se encaram¨® a un quiosco de la zona junto a otro joven para mostrar una bandera con la cruz de Borgo?a y hacer el saludo fascista. Esta acci¨®n fue aplaudida por una parte de los manifestantes, pero numerosos asistentes a la protesta la abuchearon y le gritaron: ¡°No nos representan¡±. Peralta ha militado tambi¨¦n en otros grup¨²sculos ultras.
Adem¨¢s de Basti¨®n Frontal, la Polic¨ªa detect¨® la presencia de grupos como Hacer Naci¨®n o Nacional Sindicalista, cuya capacidad de movilizaci¨®n real se desconoce. De los primeros hab¨ªa una pancarta con el lema ¡°Espa?a no paga a traidores. Amnist¨ªa no¡±. Del segundo, apareci¨® una bandera de color negro con el nombre del grupo sostenida por un joven en la primera fila de la protesta.
En la manifestaci¨®n tambi¨¦n se vieron a personas portar emblemas de las juventudes de Democracia Nacional, un partido surgido en 1995 y que nunca ha conseguido representaci¨®n parlamentaria, aunque s¨ª en los comicios municipales en algunos peque?os ayuntamientos; as¨ª como del colectivo Resistencia Social-Espa?a 2000. Adem¨¢s, los expertos policiales apuntan que tambi¨¦n hubo antiguos miembros del grupo Hogar Social Madrid (HSM), un colectivo neonazi y xen¨®fobo supuestamente desaparecido que alcanz¨® resonancia medi¨¢tica por un ataque a la mezquita de la M-30 de Madrid en marzo de 2016. Por este caso se sentaron en el banquillo 12 de sus miembros acusados de incitaci¨®n al odio y des¨®rdenes p¨²blicos, delitos de los que fueron absueltos recientemente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.