¡®Napole¨®n¡¯, el gran hombre me resulta indiferente
Por mucho que deslumbre el poder¨ªo visual de Ridley Scott en las secuencias de batallas, tirarme dos horas y 40 minutos en compa?¨ªa del intenso Joaquin Phoenix, que encarna al emperador franc¨¦s, me agota
Ridley Scott, ese may¨²sculo hombre de cine que tuvo la suerte (?o la desgracia?) de empalmar tres inolvidables obras maestras en los inicios de su atractiva aunque tambi¨¦n desigual carrera, como son Los duelistas, Alien y Blade Runner, habl¨® con perdurable arte de la ¨¦poca napole¨®nica en los ancestrales, continuos, misteriosos y obsesivos duelos entre dos oficiales del emperador de Francia. Ocurr¨ªa en la hermosa Los duelistas.
Napole¨®n no aparec¨ªa, aunque flotaba en toda la historia. Infinitos a?os despu¨¦s, Scott consigue retratar la trascendente y mort¨ªfera biograf¨ªa de aquel se?or corso que se propuso conquistar el mundo y lo consigui¨® en gran parte. Este tambi¨¦n obsesion¨® al todopoderoso Stanley Kubrick, pero despu¨¦s de m¨²ltiples intentos se qued¨® con las ganas de hacer su retrato del gran hombre. Y, trat¨¢ndose de un director como Ridley Scott y de la proteica personalidad de su biografiado, acudes con la ilusi¨®n de ver un gran espect¨¢culo. Para que ese concepto sea pleno se supone que no solo los ojos van a sentirse admirados, sino que tambi¨¦n lo que ocurra en el espect¨¢culo te va a transmitir emoci¨®n y otras sensaciones agradecibles. Por mi parte, admiro c¨®mo est¨¢n filmadas algunas de las batallas, aunque el tal Napole¨®n, que aparece en casi todos los planos, me provoca tanta frialdad como antipat¨ªa.
Se supone que el mitol¨®gico individuo era muy complejo y que su turbulenta historia despert¨® terror a la vez que fascinaci¨®n. A m¨ª me provoca fatiga. El personaje es retorcido pero nunca magn¨¦tico. Tal como lo ha concebido Ridley Scott y lo ha interpretado Joaquin Phoenix, actor que casi siempre me resulta insoportable, no me importan ni sus triunfos, ni sus fracasos guerreros, ni su metodolog¨ªa para convertirse en el due?o de Europa, ni el crep¨²sculo de sus ambiciosos sue?os. S¨ª me despierta cierto morbo su turbulenta y eterna vida amorosa con la emperatriz Josefina. Eso s¨ª, por el inter¨¦s que me despierta ella, no ¨¦l. Antigua cortesana, ad¨²ltera, de vuelta de todas las vueltas, incapaz de concebir a ese Napoleoncito que hubiera colmado el supremo anhelo del padre: tener un heredero para que prolongara su imperio. Esa mujer me interesa cada vez que aparece. Tambi¨¦n la seductora interpretaci¨®n de Vanessa Kirby, la actriz que donaba amargura y sensualidad a la joven princesa Margarita en la serie The Crown. Pero tirarme dos horas y 40 minutos en compa?¨ªa del intenso Phoenix me agota.
El guion no es complaciente con la pretendida grandeza hist¨®rica del personaje. En Francia se han mosqueado con la visi¨®n que Scott ofrece de este. Normal. Se describen sus gestas guerreras, pero tambi¨¦n un aclaratorio cartel en el desenlace nos cuenta los millones de muertos que estas depararon. Napole¨®n fue un genio militar a la vez que un oportunista con enorme capacidad para acumular poder. Est¨¢ bien contado el imperio de la guillotina y como esta no solo acab¨® saj¨¢ndole la cabeza a los reyes y a la aristocracia, sino tambi¨¦n a los propios revolucionarios.
Sin embargo, hay personajes fundamentales, como el siniestro Fouch¨¦, que sobrevivi¨® a todo y a todos manteniendo siempre el poder, que est¨¢n descritos con imperdonable rapidez. Y deslumbra el poder¨ªo visual del director describiendo el definitivo ocaso de Napole¨®n en Waterloo o la desastrosa invasi¨®n de Rusia. Hay momentos brillantes, aunque en general me asalta la frialdad o la indiferencia hacia lo que me est¨¢n contando. Supongo que el personaje, su leyenda y su realidad, retornar¨¢n en m¨¢s ocasiones al cine. Espero que con mayor fortuna. Para desquitarme de mi relativa decepci¨®n, vuelvo a ver cine hist¨®rico. O sea, la maravillosa Espartaco. Y como siempre, hay momentos en los que se me saltan las l¨¢grimas. Es un gran espect¨¢culo, pero adem¨¢s te conmueve. Que Napole¨®n la palmara, derrotado y solo en la isla de Santa Elena, me da igual.
Napole¨®n
Dirección: Ridley Scott.
Intérpretes: Joaquin Phoenix, Vanessa Kirby, Tahar Rahim, Ruper Everett, Paul Rhys.
Género: biopic. Reino Unido, 2023.
Duración: 158 minutos.
Estreno: 24 de noviembre.
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